Para que los alimentos obtenidos en una actividad ganadera sean ecológicos, tiene que cumplirse también los siguientes aspectos:
- La alimentación de los animales debe ser pasto natural o piensos que, a su vez, sean ecológicos.
- Los animales no pueden estar hacinados ni encerrados, sino que tienen que poder acceder a un espacio libre en el que pueden moverse sin trabas. Muchos aseguran que un mejor sabor de la carne, los huevos o la leche se debe a que el movimiento hace que metabolicen mejor lo que comen y que se refleje en una mejor calidad de las grasas o de las proteínas.
- Una de las mayores críticas que se hace a la ganadería convencional es el abuso en el suministro de antibióticos a los animales para 'prevenir' posibles problemas de salud, así como los tratamientos hormonales que controlan la reproducción y el engorde de los mismos. En la ganadería ecológica, tan sólo se debe suministrar alguna medicina cuando sea necesario y, siempre, lo más natural posible.
La población ganadera bovina en Colombia debería estar cerca de los 26 millones de cabezas pero en los últimos años se ha especulado mucho con las cifras ante la ausencia de un sistema estadístico confiable y a la situación de violencia de vastas regiones donde la ganadería es la principal forma de ocupación territorial (regiones andina, caribe y orinocense donde se encuentra el 98% de la ganadería según el IDEAM, 1998).
Para que los alimentos obtenidos en una actividad ganadera sean ecológicos, tiene que cumplirse también los siguientes aspectos:
- La alimentación de los animales debe ser pasto natural o piensos que, a su vez, sean ecológicos.
- Los animales no pueden estar hacinados ni encerrados, sino que tienen que poder acceder a un espacio libre en el que pueden moverse sin trabas. Muchos aseguran que un mejor sabor de la carne, los huevos o la leche se debe a que el movimiento hace que metabolicen mejor lo que comen y que se refleje en una mejor calidad de las grasas o de las proteínas.
- Una de las mayores críticas que se hace a la ganadería convencional es el abuso en el suministro de antibióticos a los animales para 'prevenir' posibles problemas de salud, así como los tratamientos hormonales que controlan la reproducción y el engorde de los mismos. En la ganadería ecológica, tan sólo se debe suministrar alguna medicina cuando sea necesario y, siempre, lo más natural posible.
La población ganadera bovina en Colombia debería estar cerca de los 26 millones de cabezas pero en los últimos años se ha especulado mucho con las cifras ante la ausencia de un sistema estadístico confiable y a la situación de violencia de vastas regiones donde la ganadería es la principal forma de ocupación territorial (regiones andina, caribe y orinocense donde se encuentra el 98% de la ganadería según el IDEAM, 1998).