Para todo ser humano el sentimiento de soledad y aislamiento es común, todos lo hemos sentido alguna vez, aunque lo neguemos, según Fromm, la única manera de sobreponernos a este sentimiento es relacionándonos con otros seres humanos de alguna manera, cabe aclarar que no todo tipo de relación fomenta la felicidad, relaciones del tipo sumisión y dominio son también formas de relación, pero estas son dañinas para el ser humano, para Fromm, la única manera de superar estos sentimientos de soledad, es utilizando la habilidad para amar de forma productiva para ello existen diversas formas, como lo es el amor maternal, paternal, erótico, fraternal etc.
Todo ello en el próximo blog ya que hablaremos de los tipos de amor.
Necesidad de trascendencia. ...
Esa necesidad se refiere a tener el control de nuestra propia vida a poder elegir y determinar nuestro propio destino, relacionarse con el mundo de una manera pasiva es contraria a la naturaleza humana es decir el ser humano necesito realizar algo en la vida.
Necesidad de tener raíces. ...
Esto hace referencia a tener lazos significativos con nuestro medio inmediato y con el pasado de este, es decir, tener algún vínculo con el medio en el que nos desarrollamos o nos hemos desarrollado, el ser humano necesita de tradiciones, costumbres e incluso de rituales que representan algo en particular, creencias que van más allá de cada individuo y de costumbres que nos hacen sentir parte de algo mucho más grande, parte de algo especial, parte de una comunidad, es un sentido de pertenencia.
Necesidad de identidad. ...
Es decir, identificar quiénes somos nosotros en el mundo, es decir, qué papel jugamos en él, que nos hace percibirnos a nosotros mismos así, y que nos diferencia de otros, cómo nos perciben los otros, el ser humano necesita saber quién es.
Necesidad de estructuración. Cada ser humano tiene la necesidad de darle sentido a su propia vida y de comprenderse a sí mismo y a su mundo, debe entender que ese mundo es suyo y de nadie más, ese mundo que comienza desde el nacimiento, es decir porque vive y para qué.
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Necesidad de relacionarse. ...Para todo ser humano el sentimiento de soledad y aislamiento es común, todos lo hemos sentido alguna vez, aunque lo neguemos, según Fromm, la única manera de sobreponernos a este sentimiento es relacionándonos con otros seres humanos de alguna manera, cabe aclarar que no todo tipo de relación fomenta la felicidad, relaciones del tipo sumisión y dominio son también formas de relación, pero estas son dañinas para el ser humano, para Fromm, la única manera de superar estos sentimientos de soledad, es utilizando la habilidad para amar de forma productiva para ello existen diversas formas, como lo es el amor maternal, paternal, erótico, fraternal etc.
Todo ello en el próximo blog ya que hablaremos de los tipos de amor.
Necesidad de trascendencia. ...
Esa necesidad se refiere a tener el control de nuestra propia vida a poder elegir y determinar nuestro propio destino, relacionarse con el mundo de una manera pasiva es contraria a la naturaleza humana es decir el ser humano necesito realizar algo en la vida.
Necesidad de tener raíces. ...
Esto hace referencia a tener lazos significativos con nuestro medio inmediato y con el pasado de este, es decir, tener algún vínculo con el medio en el que nos desarrollamos o nos hemos desarrollado, el ser humano necesita de tradiciones, costumbres e incluso de rituales que representan algo en particular, creencias que van más allá de cada individuo y de costumbres que nos hacen sentir parte de algo mucho más grande, parte de algo especial, parte de una comunidad, es un sentido de pertenencia.
Necesidad de identidad. ...
Es decir, identificar quiénes somos nosotros en el mundo, es decir, qué papel jugamos en él, que nos hace percibirnos a nosotros mismos así, y que nos diferencia de otros, cómo nos perciben los otros, el ser humano necesita saber quién es.
Necesidad de estructuración.
Cada ser humano tiene la necesidad de darle sentido a su propia vida y de comprenderse a sí mismo y a su mundo, debe entender que ese mundo es suyo y de nadie más, ese mundo que comienza desde el nacimiento, es decir porque vive y para qué.