Respuesta:Nuestras leyes reconocen el derecho a la participación ciudadana y ordenan a los poderes públicos que realicen las actuaciones necesarias para que esa participación sea efectiva. Esta efectividad depende de la práctica y de la gestión diaria de los equipos de gobierno y de la voluntad política que demuestren, haciendo posibles los cauces e instrumentos de la participación.
La participación puede ser individual, pero la mejor manera de ejercer este derecho es de forma colectiva, mediante organizaciones propias de la ciudadanía.
Estos colectivos surgen habitualmente ante las inquietudes de un grupo de personas que demandan o promueven algún tema que les preocupa, y al que van a dedicar tiempo y esfuerzo.
Cuando en un entorno existen grupos dinámicos, se establecen relaciones entre los poderes públicos e interlocutores que los representan. Estas relaciones son una fuente de recursos y proyectos innovadores que permiten mantener el dinamismo social y hacen que sean los ciudadanos y ciudadanas quienes protagonicen el cambio social para la búsqueda de una convivencia mejor.
Con esto produce una transformación social en la que las mejoras van incrementando la calidad de vida de la comunidad. Pero para que la participación sea efectiva es necesario que se establezcan reglamentos y normas que la posibiliten y regulen.
Explicación:se enfocó en analizar las causas y consecuencias que tiene aparejada la baja participación ciudadana de los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires.
Asimismo, intentó formular una propuesta de acción que permita a corto y mediano plazo incentivar a la población y superar las barreras existentes para lograr una toma de decisiones más plural y acorde a las preferencias de los ciudadanos.
Respecto a las causas de la baja participación se pudo destacar el bajo compromiso de los ciudadanos, un bajo beneficio de participar políticamente en las decisiones de la ciudad y un alto costo para dicha participación. De esta manera, puesto en términos de una ecuación de beneficio neto de participación, ésta arroja un saldo negativo para los ciudadanos y por tanto esto justificaría su decisión de no involucrarse en la discusión de políticas públicas.
Por otro lado, las consecuencias explicitadas de la baja participación tienen que ver con una baja confianza y percepción de las políticas públicas que son efectivamente desarrolladas, la preservación de desigualdades sociales y territoriales, menor eficiencia asignativa y redistributiva de las políticas aplicadas y políticas con escasos rasgos de pluralidad e inclusión social.
Por esto, el trabajo enfocó la idea de que la innovación y la utilización de las Tecnologías de Información y Comunicación (Tics) disponibles en la actualidad pueden jugar un papel esencial para mejorar la gobernanza y el proceso democrático, permitiendo la revelación de preferencias de los ciudadanos y un panel de control de la actuación municipal como barómetro de gestión.
Asimismo, la incorporación de este tipo de herramientas de participación ciudadana también resulta útil para mejorar en términos de transparencia en la gestión pública, lograr una menor arbitrariedad en la toma de decisiones del estado y la prevención de actos de corrupción, ya que su sustento se basa en un mayor acceso a la información de parte de los ciudadanos por medio de diferentes canales y la promoción del debate sobre el ejercicio del poder y la calidad en la administración pública.
La idea fue focalizada sobre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ya que este distrito presenta múltiples ventajas respecto a otras jurisdicciones del país, las cuales actúan como un insumo clave para una puesta en marcha y desarrollo del proyecto con menos restricciones y mayores probabilidades de éxito en plazos más acotados. Entre dichas ventajas se encuentra el hecho de que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ya ha constituido 15 Comunas en todo su territorio y han sido elegidas las autoridades comunales en el reciente acto eleccionario; Por otro lado, ya ha instrumentado otros proyectos vinculados a la participación ciudadana, como ser el presupuesto participativo, los pre-consejos consultivos y las audiencias públicas; También, ha incorporado la
utilización de nuevas tecnologías a la gestión pública de la ciudad y posee una población que, pese a presentar grandes disparidades internas, presenta condiciones socio- económicas y de acceso y utilización de la tecnología superiores a los demás centros urbanos del país.
Respuesta:Nuestras leyes reconocen el derecho a la participación ciudadana y ordenan a los poderes públicos que realicen las actuaciones necesarias para que esa participación sea efectiva. Esta efectividad depende de la práctica y de la gestión diaria de los equipos de gobierno y de la voluntad política que demuestren, haciendo posibles los cauces e instrumentos de la participación.
La participación puede ser individual, pero la mejor manera de ejercer este derecho es de forma colectiva, mediante organizaciones propias de la ciudadanía.
Estos colectivos surgen habitualmente ante las inquietudes de un grupo de personas que demandan o promueven algún tema que les preocupa, y al que van a dedicar tiempo y esfuerzo.
Cuando en un entorno existen grupos dinámicos, se establecen relaciones entre los poderes públicos e interlocutores que los representan. Estas relaciones son una fuente de recursos y proyectos innovadores que permiten mantener el dinamismo social y hacen que sean los ciudadanos y ciudadanas quienes protagonicen el cambio social para la búsqueda de una convivencia mejor.
Con esto produce una transformación social en la que las mejoras van incrementando la calidad de vida de la comunidad. Pero para que la participación sea efectiva es necesario que se establezcan reglamentos y normas que la posibiliten y regulen.
Explicación:se enfocó en analizar las causas y consecuencias que tiene aparejada la baja participación ciudadana de los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires.
Asimismo, intentó formular una propuesta de acción que permita a corto y mediano plazo incentivar a la población y superar las barreras existentes para lograr una toma de decisiones más plural y acorde a las preferencias de los ciudadanos.
Respecto a las causas de la baja participación se pudo destacar el bajo compromiso de los ciudadanos, un bajo beneficio de participar políticamente en las decisiones de la ciudad y un alto costo para dicha participación. De esta manera, puesto en términos de una ecuación de beneficio neto de participación, ésta arroja un saldo negativo para los ciudadanos y por tanto esto justificaría su decisión de no involucrarse en la discusión de políticas públicas.
Por otro lado, las consecuencias explicitadas de la baja participación tienen que ver con una baja confianza y percepción de las políticas públicas que son efectivamente desarrolladas, la preservación de desigualdades sociales y territoriales, menor eficiencia asignativa y redistributiva de las políticas aplicadas y políticas con escasos rasgos de pluralidad e inclusión social.
Por esto, el trabajo enfocó la idea de que la innovación y la utilización de las Tecnologías de Información y Comunicación (Tics) disponibles en la actualidad pueden jugar un papel esencial para mejorar la gobernanza y el proceso democrático, permitiendo la revelación de preferencias de los ciudadanos y un panel de control de la actuación municipal como barómetro de gestión.
Asimismo, la incorporación de este tipo de herramientas de participación ciudadana también resulta útil para mejorar en términos de transparencia en la gestión pública, lograr una menor arbitrariedad en la toma de decisiones del estado y la prevención de actos de corrupción, ya que su sustento se basa en un mayor acceso a la información de parte de los ciudadanos por medio de diferentes canales y la promoción del debate sobre el ejercicio del poder y la calidad en la administración pública.
La idea fue focalizada sobre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ya que este distrito presenta múltiples ventajas respecto a otras jurisdicciones del país, las cuales actúan como un insumo clave para una puesta en marcha y desarrollo del proyecto con menos restricciones y mayores probabilidades de éxito en plazos más acotados. Entre dichas ventajas se encuentra el hecho de que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ya ha constituido 15 Comunas en todo su territorio y han sido elegidas las autoridades comunales en el reciente acto eleccionario; Por otro lado, ya ha instrumentado otros proyectos vinculados a la participación ciudadana, como ser el presupuesto participativo, los pre-consejos consultivos y las audiencias públicas; También, ha incorporado la
utilización de nuevas tecnologías a la gestión pública de la ciudad y posee una población que, pese a presentar grandes disparidades internas, presenta condiciones socio- económicas y de acceso y utilización de la tecnología superiores a los demás centros urbanos del país.