El mundo entero se vuelca en apoyo de las víctimas del terremoto más fuerte de los últimos 40 años, que desató un tsunami que extendió el horror y la muerte por las costas del sureste asiático. Más de 150.000 personas perdieron la vida y millones se han quedado sin hogar, hacinadas en refugios improvisados que exigen una atención inmediata para evitar epidemias. Japón se ha hecho eco de la tragedia de sus vecinos y ha prometido donar 500 millones de dólares para ayuda de emergencia. Conforme se clarifican las cifras del horror se multiplican las donaciones de los países de las organizaciones no gubernamentales que han corrido al escenario de la tragedia.Unidades de los Ejércitos de Indonesia, Australia y Estados Unidos trabajaban ayer codo con codo para tratar de socorrer a los supervivientes de la provincia de Aceh, en el extremo norte de Indonesia. Por ser la zona más cercana al epicentro del terremoto de intensidad nueve en la escala Richter, la situación de Aceh es la más dramática. Al menos 80.000 personas han muerto, pero se teme que todavía queden miles de cadáveres bajo el fango y la destrucción de los pueblos más remotos de la provincia y de varias islas menores cercanas a ésta. Algunas de estas islas permanecen inundadas desde el domingo y los militares, que a bordo de helicópteros iniciaron las tareas de rescate, aseguran que dos de cada tres personas han perecido.
Se teme que en Aceh todavía queden miles de cadáveres sepultados bajo el fango
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La ayuda de la comunidad internacional asciende ya a 2.000 millones de dólares
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La comunidad internacional diseña un sistema global de alerta de 'tsunamis'
El Gobierno de Indonesia informó de que ya se han despejado los accesos a Banda Aceh, la capital de la provincia, lo que facilitará la distribución de la ayuda humanitaria, pero reconoció que se necesitan aún dos semanas para
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El mundo entero se vuelca en apoyo de las víctimas del terremoto más fuerte de los últimos 40 años, que desató un tsunami que extendió el horror y la muerte por las costas del sureste asiático. Más de 150.000 personas perdieron la vida y millones se han quedado sin hogar, hacinadas en refugios improvisados que exigen una atención inmediata para evitar epidemias. Japón se ha hecho eco de la tragedia de sus vecinos y ha prometido donar 500 millones de dólares para ayuda de emergencia. Conforme se clarifican las cifras del horror se multiplican las donaciones de los países de las organizaciones no gubernamentales que han corrido al escenario de la tragedia.Unidades de los Ejércitos de Indonesia, Australia y Estados Unidos trabajaban ayer codo con codo para tratar de socorrer a los supervivientes de la provincia de Aceh, en el extremo norte de Indonesia. Por ser la zona más cercana al epicentro del terremoto de intensidad nueve en la escala Richter, la situación de Aceh es la más dramática. Al menos 80.000 personas han muerto, pero se teme que todavía queden miles de cadáveres bajo el fango y la destrucción de los pueblos más remotos de la provincia y de varias islas menores cercanas a ésta. Algunas de estas islas permanecen inundadas desde el domingo y los militares, que a bordo de helicópteros iniciaron las tareas de rescate, aseguran que dos de cada tres personas han perecido.
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