cuando era presidente el Dr. Salvador Jorge Blanco, relacionándose la mayoría con temas de honorabilidad o ética por denuncias que implican a funcionarios.
Sin embargo, es necesario entender, que independientemente de las causas de las crisis o sin importar que sean pequeñas siempre es importante prestarles atención, puesto que una pequeña puede convertirse en grande y una grande mal manejada puede afectar de manera significativa en la imagen de la institución y/o del funcionario, hasta llegar a amenazar la estabilidad de un gobierno cuando se torna general. Para tratar de lograr dicha comprensión, en este trabajo trataremos de hacer unas aproximaciones conceptuales sobre el tema.
Comenzaremos analizando el concepto de crisis institucional o pública, y nos apoyaremos en las siguientes definiciones dadas por especialistas en la materia como Miguel Ángel Vázquez quien la entiende como un “Evento normalmente inesperado en el que la imagen de la entidad, o a veces incluso su propia supervivencia, está comprometida”. La de Carlos Paniagua, quien nos dice: “Podemos admitir, a priori, que estamos en una crisis cuando se ha producido un hecho no controlado por los órganos de gestión de una organización y que afecta de forma relevante y negativa a la misma, a su imagen y al desarrollo normal de su actividad”.
También en la Wilcox, Ault, Agee y Cameron, pertenecientes a la Escuela de Maryland, quien la define como una “Situación en la que los públicos buscan información de forma más activa, sobre todo a través de los medios”. De esta definición se deduce la importancia que posee la transmisión de información inmediata durante una crisis.
Por otro lado, existe una clasificación muy variada de la crisis, pero en este trabajo nos circunscribiremos a las que implican o afectan la honorabilidad del funcionario o servicios público, la cual ocurre cuando surgen acusaciones de corrupción administrativa, como sobornos, cohechos, tráfico de influencias, erróneos manejos administrativos etc. Estas crisis tienden a afectar de manera muy grave a la imagen y tiene como consecuencias: pérdida de liderazgo y deterioro de su imagen política, conflictos con otros funcionarios del gobierno quienes entienden que la crisis originada en su institución afecta la credibilidad del gobierno en general y como consecuencia debilita las posibilidades electorales del partido.
Las crisis en general suelen ser: provocadas por sectores, grupos o actores interesados, como son: miembros de la oposición política, en ocasiones incluso por miembros del mismo partido o sectores de intereses económicos quienes han sido afectados o se sienten amenazados por decisiones que ha tomado o puede tomar el funcionario. También pueden ser predecibles es decir, que se pueden diagnosticar como cuando hay una insatisfacción de parte de los ciudadanos en relación a un servicio recibido, al trato o relación que estos tienen con la institución o, cuando existen niveles de insatisfacción o conflictos internos en la institución los cuales debilitan la lealtad de los empleados hacia la institución, (estas constituyen el 85%) e Inesperadas, las cuales ocurren de manera fortuita a causa de fenómenos naturales o errores en acciones externas.
De cualquier modo, como dice Joan F. Cánovas: “Las crisis existen, no pueden evitarse y el trabajo del gabinete de comunicación es saber gestionarlas bien” y para ellos se hace necesario que exista dentro del Gabinete de Comunicaciones de toda institución gubernamental un equipo especializado en la materia. En cuanto a las estrategias usadas para gestionar eficazmente una crisis son diversas,
Respuesta:
1994-1986
cuando era presidente el Dr. Salvador Jorge Blanco, relacionándose la mayoría con temas de honorabilidad o ética por denuncias que implican a funcionarios. Sin embargo, es necesario entender, que independientemente de las causas de las crisis o sin importar que sean pequeñas siempre es importante prestarles atención, puesto que una pequeña puede convertirse en grande y una grande mal manejada puede afectar de manera significativa en la imagen de la institución y/o del funcionario, hasta llegar a amenazar la estabilidad de un gobierno cuando se torna general. Para tratar de lograr dicha comprensión, en este trabajo trataremos de hacer unas aproximaciones conceptuales sobre el tema. Comenzaremos analizando el concepto de crisis institucional o pública, y nos apoyaremos en las siguientes definiciones dadas por especialistas en la materia como Miguel Ángel Vázquez quien la entiende como un “Evento normalmente inesperado en el que la imagen de la entidad, o a veces incluso su propia supervivencia, está comprometida”. La de Carlos Paniagua, quien nos dice: “Podemos admitir, a priori, que estamos en una crisis cuando se ha producido un hecho no controlado por los órganos de gestión de una organización y que afecta de forma relevante y negativa a la misma, a su imagen y al desarrollo normal de su actividad”. También en la Wilcox, Ault, Agee y Cameron, pertenecientes a la Escuela de Maryland, quien la define como una “Situación en la que los públicos buscan información de forma más activa, sobre todo a través de los medios”. De esta definición se deduce la importancia que posee la transmisión de información inmediata durante una crisis. Por otro lado, existe una clasificación muy variada de la crisis, pero en este trabajo nos circunscribiremos a las que implican o afectan la honorabilidad del funcionario o servicios público, la cual ocurre cuando surgen acusaciones de corrupción administrativa, como sobornos, cohechos, tráfico de influencias, erróneos manejos administrativos etc. Estas crisis tienden a afectar de manera muy grave a la imagen y tiene como consecuencias: pérdida de liderazgo y deterioro de su imagen política, conflictos con otros funcionarios del gobierno quienes entienden que la crisis originada en su institución afecta la credibilidad del gobierno en general y como consecuencia debilita las posibilidades electorales del partido. Las crisis en general suelen ser: provocadas por sectores, grupos o actores interesados, como son: miembros de la oposición política, en ocasiones incluso por miembros del mismo partido o sectores de intereses económicos quienes han sido afectados o se sienten amenazados por decisiones que ha tomado o puede tomar el funcionario. También pueden ser predecibles es decir, que se pueden diagnosticar como cuando hay una insatisfacción de parte de los ciudadanos en relación a un servicio recibido, al trato o relación que estos tienen con la institución o, cuando existen niveles de insatisfacción o conflictos internos en la institución los cuales debilitan la lealtad de los empleados hacia la institución, (estas constituyen el 85%) e Inesperadas, las cuales ocurren de manera fortuita a causa de fenómenos naturales o errores en acciones externas. De cualquier modo, como dice Joan F. Cánovas: “Las crisis existen, no pueden evitarse y el trabajo del gabinete de comunicación es saber gestionarlas bien” y para ellos se hace necesario que exista dentro del Gabinete de Comunicaciones de toda institución gubernamental un equipo especializado en la materia. En cuanto a las estrategias usadas para gestionar eficazmente una crisis son diversas,
Explicación:
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