Alexis de Tocqueville, en su trabajo sobre democracia en América,1 fue uno de los primeros pensadores en distinguir democracia de la "sociedad política", de la democracia en la "sociedad civil". Todo su segundo volumen está dedicado a la influencia recíproca de una sobre la otra, analizando en detalle el efecto de las reglas de juego democráticas e igualitarias en la religión, las artes, las ciencias, la familia, las relaciones laborales, el lenguaje, las asociaciones civiles, el ejército, y los sentimientos.
Ya desde fines del siglo XIX y durante la primera mitad del siglo XX se plantearon algunas cuestiones relacionadas con la naturaleza del poder, que no podían ser resueltas simplemente mediante reformas democráticas de las instituciones estatales. En particular las políticas anti-trust en los Estados Unidos, destinadas a evitar la concentración de poder en las empresas, así como la aparición del sindicalismo, con el objetivo de instalar un sistema de decisiones negociado en el mundo del trabajo, tuvieron un efecto democratizador de las relaciones sociales. El cooperativismo también introdujo un principio de democratizador de la empresa. De manera más puntual, el movimiento latinoamericano de la Reforma Universitaria iniciado en 1918 en Córdoba, impuso un sistema de cogobierno de las universidades entre estudiantes, docentes y graduados, de base democrática.
El término "democracia social" comenzó entonces a ser utilizado de manera generalizada para referirse a los cambios en los sistemas de decisiones y en los esquemas de autoridad de instituciones como la escuela, la familia, las ciudades, los hospitales, los mercados (derechos del consumidor), los centros de trabajo, los sindicatos, la vida interna de los partidos políticos, etc. En los últimos 50 años, estos cambios han tenido un notable efecto en las relaciones entre los sexos, así como en las relaciones entre niños y adultos.
Alexis de Tocqueville, en su trabajo sobre democracia en América,1 fue uno de los primeros pensadores en distinguir democracia de la "sociedad política", de la democracia en la "sociedad civil". Todo su segundo volumen está dedicado a la influencia recíproca de una sobre la otra, analizando en detalle el efecto de las reglas de juego democráticas e igualitarias en la religión, las artes, las ciencias, la familia, las relaciones laborales, el lenguaje, las asociaciones civiles, el ejército, y los sentimientos.
Ya desde fines del siglo XIX y durante la primera mitad del siglo XX se plantearon algunas cuestiones relacionadas con la naturaleza del poder, que no podían ser resueltas simplemente mediante reformas democráticas de las instituciones estatales. En particular las políticas anti-trust en los Estados Unidos, destinadas a evitar la concentración de poder en las empresas, así como la aparición del sindicalismo, con el objetivo de instalar un sistema de decisiones negociado en el mundo del trabajo, tuvieron un efecto democratizador de las relaciones sociales. El cooperativismo también introdujo un principio de democratizador de la empresa. De manera más puntual, el movimiento latinoamericano de la Reforma Universitaria iniciado en 1918 en Córdoba, impuso un sistema de cogobierno de las universidades entre estudiantes, docentes y graduados, de base democrática.
El término "democracia social" comenzó entonces a ser utilizado de manera generalizada para referirse a los cambios en los sistemas de decisiones y en los esquemas de autoridad de instituciones como la escuela, la familia, las ciudades, los hospitales, los mercados (derechos del consumidor), los centros de trabajo, los sindicatos, la vida interna de los partidos políticos, etc. En los últimos 50 años, estos cambios han tenido un notable efecto en las relaciones entre los sexos, así como en las relaciones entre niños y adultos.
Se nada chica =)