El liberalismo es una filosofía política y jurídica que defiende la libertad individual, la igualdad ante la ley, y una reducción del poder del Estado. Representa una corriente muy heterogénea y hay muchas formas y tipos de liberalismo, pero en general defiende los derechos individuales —como el derecho de propiedad, la libertad de asociación, la libertad de religión o la libertad de expresión—; el libre mercado o capitalismo; la igualdad ante la ley de todo individuo sin distinción de sexo, raza, origen o condición social; y el Estado de derecho o imperio de la ley al que deben someterse los gobernantes.
Figuras alegóricas del Monumento a la Constitución de 1812 en Cádiz.
El liberalismo contemporáneo surgió en la Ilustración y se popularizó rápidamente entre muchos filósofos y economistas europeos y más tarde en la sociedad en general, especialmente entre la burguesía. Los liberales buscaban eliminar la monarquía absoluta, los títulos nobiliarios, la confesionalidad del Estado y el derecho divino de los reyes y fundar un nuevo sistema político basado en la democracia representativa y el Estado de derecho. Los liberales acabaron con las políticas mercantilistas y las barreras al comercio, promoviendo el comercio libre y la libertad de mercado. Los líderes de la Revolución francesa y la Revolución americana se sirvieron de la filosofía liberal para defender la rebelión contra la monarquía absoluta. En el siglo XX, el fascismo y el comunismo fueron ideologías populares que se oponían abiertamente al liberalismo y lo opacaron durante el siglo, también surgieron otras ideologías que se plantearon como una vía intermedia entre el liberalismo y el estatismo.
Los liberales tienen varias ramificaciones. Las ideas del liberalismo clásico de los siglos XVII al XIX —el adjetivo «clásico» fue agregado a posteriori por teóricos políticos luego del declive a finales del siglo XIX de este liberalismo de libertades individuales y economía de libre mercado— fueron recuperadas y repensadas en el siglo XX por los libertarios,[1][2]quienes están presentes principalmente en los Estados Unidos,[2] y el resto de las Américas.[3][4][5] En Europa, los llamados liberal-conservadores, que se llaman así por abogar por reformas más moderadas, suelen ser la rama más notable.[6
Respuesta:
El liberalismo es una filosofía política y jurídica que defiende la libertad individual, la igualdad ante la ley, y una reducción del poder del Estado. Representa una corriente muy heterogénea y hay muchas formas y tipos de liberalismo, pero en general defiende los derechos individuales —como el derecho de propiedad, la libertad de asociación, la libertad de religión o la libertad de expresión—; el libre mercado o capitalismo; la igualdad ante la ley de todo individuo sin distinción de sexo, raza, origen o condición social; y el Estado de derecho o imperio de la ley al que deben someterse los gobernantes.
Figuras alegóricas del Monumento a la Constitución de 1812 en Cádiz.
El liberalismo contemporáneo surgió en la Ilustración y se popularizó rápidamente entre muchos filósofos y economistas europeos y más tarde en la sociedad en general, especialmente entre la burguesía. Los liberales buscaban eliminar la monarquía absoluta, los títulos nobiliarios, la confesionalidad del Estado y el derecho divino de los reyes y fundar un nuevo sistema político basado en la democracia representativa y el Estado de derecho. Los liberales acabaron con las políticas mercantilistas y las barreras al comercio, promoviendo el comercio libre y la libertad de mercado. Los líderes de la Revolución francesa y la Revolución americana se sirvieron de la filosofía liberal para defender la rebelión contra la monarquía absoluta. En el siglo XX, el fascismo y el comunismo fueron ideologías populares que se oponían abiertamente al liberalismo y lo opacaron durante el siglo, también surgieron otras ideologías que se plantearon como una vía intermedia entre el liberalismo y el estatismo.
Los liberales tienen varias ramificaciones. Las ideas del liberalismo clásico de los siglos XVII al XIX —el adjetivo «clásico» fue agregado a posteriori por teóricos políticos luego del declive a finales del siglo XIX de este liberalismo de libertades individuales y economía de libre mercado— fueron recuperadas y repensadas en el siglo XX por los libertarios,[1][2]quienes están presentes principalmente en los Estados Unidos,[2] y el resto de las Américas.[3][4][5] En Europa, los llamados liberal-conservadores, que se llaman así por abogar por reformas más moderadas, suelen ser la rama más notable.[6