El 13 de agosto de 1521 la ciudad de México-Tenochtitlan cayó en poder de los conquistadores españoles, después de dos años de enconados intentos bélicos, políticos y conspirativos, en los que participaron, junto con los españoles, los pueblos indígenas previamente avasallados por los mexicas, en un afán por negarse —aprovechando la alianza con los recién llegados— de las condiciones de sojuzgamiento en que vivían; aunque también hubo casos como los pueblos de la cuenca de México, que debieron decidir entre cambiar de bando o ser arrasados. Este hecho marcó el inicio de la conquista española y el nacimiento del México mestizo.[7]
Posteriormente se desarrollaron otras expediciones y campañas militares, tanto de Hernán Cortés como de sus capitanes, entre 1521 y 1525, en la zona central, norte y sur del territorio del actual México, las cuales fueron sentando los primeros límites del Virreinato de Nueva España. Desde esta base inicial, la conquista fue continuada con la incorporación de otros territorios por diversos conquistadores y Adelantados: California, la península de Yucatán, la zona occidental conocida como Nueva Galicia, la zona noreste conocida como Nuevo Reino de León, la zona norte donde se encontraba la Nueva Vizcaya y otros territorios de América del Norte y Central. A partir de estos acontecimientos, que modificaron drásticamente la geopolítica mundial en los albores del siglo xvi, discurrirían aproximadamente tres siglos de dominación territorial española.[8]
Las fuentes principales de información de las campañas de Cortés y sus capitanes son las crónicas de Indias redactadas en el siglo xvi, de las que destacan la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo, quien participó en las campañas bélicas, las cartas de relación [9]de Hernán Cortés al rey Carlos I de España, y la obra de Francisco López de Gómara, conocida como Historia general de las Indias, quien nunca pisó el continente americano pero inventó una famosa frase, ninguna máquina inventada por el hombre será tan perfecta como el mismo hombre.¤
Respuesta:
El 13 de agosto de 1521 la ciudad de México-Tenochtitlan cayó en poder de los conquistadores españoles, después de dos años de enconados intentos bélicos, políticos y conspirativos, en los que participaron, junto con los españoles, los pueblos indígenas previamente avasallados por los mexicas, en un afán por negarse —aprovechando la alianza con los recién llegados— de las condiciones de sojuzgamiento en que vivían; aunque también hubo casos como los pueblos de la cuenca de México, que debieron decidir entre cambiar de bando o ser arrasados. Este hecho marcó el inicio de la conquista española y el nacimiento del México mestizo.[7]
Posteriormente se desarrollaron otras expediciones y campañas militares, tanto de Hernán Cortés como de sus capitanes, entre 1521 y 1525, en la zona central, norte y sur del territorio del actual México, las cuales fueron sentando los primeros límites del Virreinato de Nueva España. Desde esta base inicial, la conquista fue continuada con la incorporación de otros territorios por diversos conquistadores y Adelantados: California, la península de Yucatán, la zona occidental conocida como Nueva Galicia, la zona noreste conocida como Nuevo Reino de León, la zona norte donde se encontraba la Nueva Vizcaya y otros territorios de América del Norte y Central. A partir de estos acontecimientos, que modificaron drásticamente la geopolítica mundial en los albores del siglo xvi, discurrirían aproximadamente tres siglos de dominación territorial española.[8]
Las fuentes principales de información de las campañas de Cortés y sus capitanes son las crónicas de Indias redactadas en el siglo xvi, de las que destacan la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo, quien participó en las campañas bélicas, las cartas de relación [9]de Hernán Cortés al rey Carlos I de España, y la obra de Francisco López de Gómara, conocida como Historia general de las Indias, quien nunca pisó el continente americano pero inventó una famosa frase, ninguna máquina inventada por el hombre será tan perfecta como el mismo hombre.¤