La Revolución de 1830 fue un proceso revolucionario que comenzó en Francia (París) con la denominada Revolución de Julio o las Tres Gloriosas (Trois Glorieuses) jornadas revolucionarias de París que llevaron al trono a Luis Felipe I de Francia y abrieron el periodo conocido como Monarquía de Julio. Se extendió por buena parte del continente europeo, especialmente en Bélgica, que obtuvo la independencia frente a Holanda; Alemania eItalia, donde se identifica con movimientos de tipo nacionalista unificador; Polonia y el Imperio austríaco, donde se identifica con movimientos de tipo nacionalista disgregador.
Las potencias absolutistas de la Santa Alianza consiguieron reconducir el proceso revolucionario sin caer, hasta la siguiente Revolución de 1848. El Reino Unido no participa en el proceso revolucionario (es una monarquía parlamentaria), aunque paralelamente contempla el surgimiento del movimiento obrero y el movimiento político de reivindicación de la extensión del sufragio denominado Cartismo.
1 votes Thanks 1
jjjmvsanty123Algunas consecuencias de la revolución de 1830
a) Activismo. Los obreros descontentos comienzan quemando en París maquinaria de la Imprenta Real en 1830, y culminan en el levantamiento de 1831 en Lyon al grito: «Vivir trabajando y morir combatiendo».
b) Multiplicación de panfletos y escritos, publicados por la republicana Sociedad de los Derechos del Hombre, lo que demuestra que el obrerismo incipiente se integra en ese momento en las filas del republicanismo.
c) Oleadas de huelgas. Ya se habían producido durante la revolución de 1789, pero siempre a escala de oficio. En cambio, en 1830 se inicia y en 1833 culmina una cadena de huelgas simultáneas de diferentes oficios, que conducen hacia el nacimiento de un principio de «confraternidad proletaria».
d) Demandas cada vez más precisas: elevación de salarios, “seguridad ante la enfermedad, reducción de la jornada de trabajo, ampliación del número de empleos. Incluso reducción de los impuestos indirectos, y en especial de los que afectaban al precio del vino, que pasó a ser un elemento sustitutorio en una alimentación poco satisfactoria. Más ambigua resultó la hostilidad hacia los trabajadores foráneos, no necesariamente extranjeros sino simplemente de otras comarcas. Pero en todo caso se demostró una mayor cohesión y un movimiento más organizado.
La Revolución de 1830 fue un proceso revolucionario que comenzó en Francia (París) con la denominada Revolución de Julio o las Tres Gloriosas (Trois Glorieuses) jornadas revolucionarias de París que llevaron al trono a Luis Felipe I de Francia y abrieron el periodo conocido como Monarquía de Julio. Se extendió por buena parte del continente europeo, especialmente en Bélgica, que obtuvo la independencia frente a Holanda; Alemania eItalia, donde se identifica con movimientos de tipo nacionalista unificador; Polonia y el Imperio austríaco, donde se identifica con movimientos de tipo nacionalista disgregador.
Las potencias absolutistas de la Santa Alianza consiguieron reconducir el proceso revolucionario sin caer, hasta la siguiente Revolución de 1848. El Reino Unido no participa en el proceso revolucionario (es una monarquía parlamentaria), aunque paralelamente contempla el surgimiento del movimiento obrero y el movimiento político de reivindicación de la extensión del sufragio denominado Cartismo.
a) Activismo. Los obreros descontentos comienzan quemando en París maquinaria de la Imprenta
Real en 1830, y culminan en el levantamiento de 1831 en Lyon al grito: «Vivir trabajando y morir combatiendo».
b) Multiplicación de panfletos y escritos, publicados por la republicana Sociedad de los Derechos del Hombre, lo que demuestra que el obrerismo incipiente se integra en ese momento en las filas del republicanismo.
c) Oleadas de huelgas. Ya se habían producido durante la revolución de 1789, pero siempre a escala de oficio. En cambio, en 1830 se inicia y en 1833 culmina una cadena de huelgas simultáneas de diferentes oficios, que conducen hacia el nacimiento de un principio de «confraternidad proletaria».
d) Demandas cada vez más precisas: elevación de salarios, “seguridad ante la enfermedad, reducción de la jornada de trabajo, ampliación del número de empleos. Incluso reducción de los impuestos indirectos, y en especial de los que afectaban al precio del vino, que pasó a ser un elemento sustitutorio en una alimentación poco satisfactoria. Más ambigua resultó la hostilidad hacia los trabajadores foráneos, no necesariamente extranjeros sino simplemente de otras comarcas. Pero en todo caso se demostró una mayor cohesión y un movimiento más organizado.