En función de sus causas podemos clasificarlas en:
Enfermedades hereditarias o genéticas: Hemofilia, daltonismoEnfermedades mentales, que provocan alteraciones de la personalidad: Esquizofrenia, neurosis, psicosisEnfermedades específicas de órganos y sistemas: EPOC, Alzheimer, osteoporosisEnfermedades auto-inmunes: Se deben a un fallo del sistema inmunológico, que sintetiza anticuerpos contra el propio organismo: Artritis reumatoide, esclerosis múltipleEnfermedades causadas por accidentes: Traumatismos Enfemedades infecciosas Los agentes patógenos, causantes de las enfermedades infecciosas se caracterizan por:La contagiosidad, o la capacidad de propagación del agente patógeno.La infectividad, o capacidad del agente infeccioso para instalarse y multiplicarse.La patogenicidad, o capacidad para producir enfermedad.La virulencia o grado de patogenicidad.Los agentes patógenos infectan a las personas desde los reservorios de la infección, que suelen ser animales o personas portadoras que, aunque no padezcan la enfermedad, pueden transmitirla. Las principales vías de transmisión son: la oral-fecal, la respiratorio y el contacto directo.
Enfermedades no infecciosas
En función de sus causas podemos clasificarlas en:
Enfermedades hereditarias o genéticas: Hemofilia, daltonismoEnfermedades mentales, que provocan alteraciones de la personalidad: Esquizofrenia, neurosis, psicosisEnfermedades específicas de órganos y sistemas: EPOC, Alzheimer, osteoporosisEnfermedades auto-inmunes: Se deben a un fallo del sistema inmunológico, que sintetiza anticuerpos contra el propio organismo: Artritis reumatoide, esclerosis múltipleEnfermedades causadas por accidentes: TraumatismosEnfemedades infecciosas
Los agentes patógenos, causantes de las enfermedades infecciosas se caracterizan por:La contagiosidad, o la capacidad de propagación del agente patógeno.La infectividad, o capacidad del agente infeccioso para instalarse y multiplicarse.La patogenicidad, o capacidad para producir enfermedad.La virulencia o grado de patogenicidad.Los agentes patógenos infectan a las personas desde los reservorios de la infección, que suelen ser animales o personas portadoras que, aunque no padezcan la enfermedad, pueden transmitirla. Las principales vías de transmisión son: la oral-fecal, la respiratorio y el contacto directo.