La religión de los persas fue al principio politeísta; adoraban al agua, al viento, a la tierra, etc., y más tarde el mazdeísmo, cuya filosofía se asentaba en una visión dualista que se reflejaba en la lucha entre el bien y el mal y un dios que unificaba llamado Ahura-Mazda. Su profeta fue Zoroastro o Zaratrusta, quien afirmaba haber recibido los principios de su filosofía del “dios de la verdad y la luz”, y su libro sagrado el Zend Avesta.
Los persas, como casi todas las culturas antiguas, creían en el más allá. Cuando el hombre moría tenía que presentar cuentas ante un tribunal divino. Si su vida había sido normal, es decir sin mayores pecados, entraban a una especie de purgatorio llamado “la casa de los pesos iguales”, pero si su vida había sido realmente buena, entonces entraban al huerto de Ahura-Mazda.
creo que es zoroastro
La religión de los persas fue al principio politeísta; adoraban al agua, al viento, a la tierra, etc., y más tarde el mazdeísmo, cuya filosofía se asentaba en una visión dualista que se reflejaba en la lucha entre el bien y el mal y un dios que unificaba llamado Ahura-Mazda. Su profeta fue Zoroastro o Zaratrusta, quien afirmaba haber recibido los principios de su filosofía del “dios de la verdad y la luz”, y su libro sagrado el Zend Avesta.
Los persas, como casi todas las culturas antiguas, creían en el más allá. Cuando el hombre moría tenía que presentar cuentas ante un tribunal divino. Si su vida había sido normal, es decir sin mayores pecados, entraban a una especie de purgatorio llamado “la casa de los pesos iguales”, pero si su vida había sido realmente buena, entonces entraban al huerto de Ahura-Mazda.