En el siglo lX, graves problemas afectaron a la iglesia de occidente, cuando algunos de sus representantes con altos cargos no se comportaron de acuerdo con la fe. Aquel problema surgió, en parte, porque muchos obispos y arzobispos se habían convertido casi en señores feudales y disfrutaban de grandes riquezas.
El desprestigio de la iglesia creció aun más cuando se comenzó a comprar algunos cargos y sacramentos. También hubo funciones pastorales que se recompensaban con la entrega de feudos a la iglesia. Toda esta situación provoco la reacción de algunos sectores eclesiásticos que protestaron por la falta de independencia que comenzaba a tener el Papado y la clase sacerdotal (clero).
Esto dio origen a un enfrentamiento que se recuerda como la”querella de las investiduras" y que solo termino el año 1112, cuando se firmo el Concordato de Worms. Este documento establecía la independencia de la iglesia y consolido el poder del Papa sobre los obispos.
Tiempo después, en los últimos siglos de la Edad Media, surgió la Inquisición y el conflicto entre el poder civil y religioso. Alrededor de 1300, la iglesia experimento graves dificultades, cuando en Francia gobernaba Felipe lV, quien buscaba acabar con el poder temporal del Papado. Pretendía lograr su objetivo mediante la elección de un Pontífice francés. Este fue Clemente V, cuya sede se estableció en Avignon.
En el año 1378, se produjo la elección simultánea de dos Papas, uno en Roma y otro en Avignon. Esto se conoce como Cisma de Occidente y solo fue resuelto mediante el Concilio de Constanza, en el año 1417, al elegir a Martín V, Pontífice apoyado por todos los sectores.
En el siglo lX, graves problemas afectaron a la iglesia de occidente, cuando algunos de sus representantes con altos cargos no se comportaron de acuerdo con la fe. Aquel problema surgió, en parte, porque muchos obispos y arzobispos se habían convertido casi en señores feudales y disfrutaban de grandes riquezas.
El desprestigio de la iglesia creció aun más cuando se comenzó a comprar algunos cargos y sacramentos. También hubo funciones pastorales que se recompensaban con la entrega de feudos a la iglesia. Toda esta situación provoco la reacción de algunos sectores eclesiásticos que protestaron por la falta de independencia que comenzaba a tener el Papado y la clase sacerdotal (clero).
Esto dio origen a un enfrentamiento que se recuerda como la”querella de las investiduras" y que solo termino el año 1112, cuando se firmo el Concordato de Worms. Este documento establecía la independencia de la iglesia y consolido el poder del Papa sobre los obispos.
Tiempo después, en los últimos siglos de la Edad Media, surgió la Inquisición y el conflicto entre el poder civil y religioso. Alrededor de 1300, la iglesia experimento graves dificultades, cuando en Francia gobernaba Felipe lV, quien buscaba acabar con el poder temporal del Papado. Pretendía lograr su objetivo mediante la elección de un Pontífice francés. Este fue Clemente V, cuya sede se estableció en Avignon.
En el año 1378, se produjo la elección simultánea de dos Papas, uno en Roma y otro en Avignon. Esto se conoce como Cisma de Occidente y solo fue resuelto mediante el Concilio de Constanza, en el año 1417, al elegir a Martín V, Pontífice apoyado por todos los sectores.