La historia de los Estados Unidos de Norteamérica es una de las más interesantes de todos los tiempos, pues a partir de ella pueden apreciarse los diferentes tropiezos, dificultades y contratiempos por los que han debido atravesar sus habitantes para consolidar lo que es hoy la nación más poderosa del planeta. No obstante lo anterior, es preciso recordar también que han tenido victorias sumamente importantes en la mayoría de sus gestas, han contado con grandes estadistas y pro hombres que le han entregado lo mejor de si a su patria.
En el presente estudio se pretende mostrar la historia estadounidense desde comienzos del siglo XX, atravesando por las diversas coyunturas que caracterizaron el desarrollo de una sociedad pujante y el enfoque que se le pretende dar es uno a través del cual se evidencie la importancia de los líderes de la sociedad estadounidense desde comienzos del siglo. También, para iniciar, se hará énfasis en uno de los factores que contribuyó a la conformación del país y en sus alcances.
La inmigración que recibió este país, es quizá el factor más determinante del progreso alcanzado hasta el presente. Gracias a la flexible política de inmigración que lo caracterizó entre la segunda mitad del siglo XIX y 1955, alrededor de 40 millones de personas ingresaron al territorio estadounidense constituyéndose en el mayor flujo migratorio de toda la historia. Las razones principales por las que decidían venir a territorio americano eran la pobreza y la esperanza de una mejor vida.
De esta manera, en el estrecho lapso de 350 años se dio el poblamiento del continente norteamericano y gracias a la significativa contribución de los inmigrantes (en su mayoría del sur y centro de europa) se llegó a un grado de diversificación en la producción muy importante, dada la temprana época, y aunado a ello, se obtuvo un crecimiento sostenido de la población y las producciones agrícola e industrial. El más claro ejemplo de esto lo constituyen las primeras actividades de Nueva York, ciudad en la que se establecieron la gran parte de los judíos expulsados de Rusia y a través del trabajo constante hicieron uno de los más importantes centros de manufactura textil.
La historia de los Estados Unidos de Norteamérica es una de las más interesantes de todos los tiempos, pues a partir de ella pueden apreciarse los diferentes tropiezos, dificultades y contratiempos por los que han debido atravesar sus habitantes para consolidar lo que es hoy la nación más poderosa del planeta. No obstante lo anterior, es preciso recordar también que han tenido victorias sumamente importantes en la mayoría de sus gestas, han contado con grandes estadistas y pro hombres que le han entregado lo mejor de si a su patria.
En el presente estudio se pretende mostrar la historia estadounidense desde comienzos del siglo XX, atravesando por las diversas coyunturas que caracterizaron el desarrollo de una sociedad pujante y el enfoque que se le pretende dar es uno a través del cual se evidencie la importancia de los líderes de la sociedad estadounidense desde comienzos del siglo. También, para iniciar, se hará énfasis en uno de los factores que contribuyó a la conformación del país y en sus alcances.
La inmigración que recibió este país, es quizá el factor más determinante del progreso alcanzado hasta el presente. Gracias a la flexible política de inmigración que lo caracterizó entre la segunda mitad del siglo XIX y 1955, alrededor de 40 millones de personas ingresaron al territorio estadounidense constituyéndose en el mayor flujo migratorio de toda la historia. Las razones principales por las que decidían venir a territorio americano eran la pobreza y la esperanza de una mejor vida.
De esta manera, en el estrecho lapso de 350 años se dio el poblamiento del continente norteamericano y gracias a la significativa contribución de los inmigrantes (en su mayoría del sur y centro de europa) se llegó a un grado de diversificación en la producción muy importante, dada la temprana época, y aunado a ello, se obtuvo un crecimiento sostenido de la población y las producciones agrícola e industrial. El más claro ejemplo de esto lo constituyen las primeras actividades de Nueva York, ciudad en la que se establecieron la gran parte de los judíos expulsados de Rusia y a través del trabajo constante hicieron uno de los más importantes centros de manufactura textil.