Una central hidroeléctrica suele tener tres partes:
La planta de generación donde se produce electricidad.
La presa, que puede abrir y cerrar el caudal de agua del río según se necesite.
El embalse, que es la reserva de agua que se mantiene para generar electricidad.
Ese agua reservada fluye de manera controlada por las compuertas de la presa, empuja las palas de la turbina y las hace girar. Conectadas a un generador, pueden producir electricidad a partir del movimiento.
La cantidad de electricidad que se produce depende del caudal de agua y la altura desde la que cae. De esta manera, se puede regular según las necesidades. Esta es la forma habitual de funcionamiento aunque, como veremos, el mecanismo puede variar, dependiendo del tipo de instalación hidráulica.
¿Cuándo comenzó a funcionar la energía hidráulica como fuente renovable de electricidad?
Sus orígenes son antiguos y, de hecho, se convirtió en fuente de energía eléctrica a finales del siglo XIX. James Francis desarrolló la primera turbina moderna para el agua y, en 1882, la primera planta de energía hidráulica del mundo comenzó a operar en Estados Unidos. Estaba situada a lo largo del río Fox, en Appleton, Wisconsin.
¿Qué tipos de energía hidráulica existen?
Normalmente, se suelen distinguir tres tipos de energía hidráulica, dependiendo del sistema utilizado para extraer dicha energía de los ríos y convertirla en electricidad.
Estos tipos son:
Energía hidráulica a partir de embalses. Es la más habitual y, en ella, se construye un embalse que controla y almacena el agua de un río. El embalse deja pasar la corriente que se necesite a través de una turbina, que gira conectada a un generador que es el que produce la energía eléctrica.
Energía hidráulica mediante diversión de la corriente. En este caso, no se mantiene una reserva de agua como en el embalse, sino que se desvía y maneja la corriente del río hacia otros cauces artificiales. De esta manera, se puede usar ese agua para regar, por ejemplo, o volver al río y hacerlo pasar por turbinas que, de nuevo, están conectadas a un generador para producir corriente.
Energía hidráulica mediante almacenamiento bombeado. En este tipo de producción de energía hidráulica, hay dos reservorios de agua situados a diferente altura. Dejando caer agua del embalse superior al inferior se genera energía. Parte de esta puede usarse para impulsar agua de nuevo hacia arriba, y que siga habiendo capacidad de generación.
¿Cómo de importante es la energía hidráulica?
La energía hidráulica sigue siendo importante hoy día y, de hecho, proporciona casi el 16% del total de energía producida en el mundo.
España se encuentra actualmente en esa media y genera alrededor del 16,4% de su energía total. Curiosamente, en España, la energía hidráulica siempre ha sido importante y, de hecho, en 1940 producía más del 90% de la electricidad en nuestro país.
¿Qué ventajas tiene la energía hidráulica?
Las principales ventajas de la energía hidráulica son estas:
Es una energía renovable. Mientras se mantenga el ciclo natural del agua de los ríos, es virtualmente inagotable. El riesgo está en que el cambio climático afecte a ese ciclo del agua y altere los ríos y su cauce.
Es una energía limpia. Recordemos que renovable no quiere decir que siempre sea limpia. Sin embargo, la energía hidráulica cumple las dos condiciones y no emite contaminantes a la atmósfera, ni gases de efecto invernadero.
Es una energía con un alto rendimiento. De hecho, tradicionalmente ha sido la energía renovable más importante y la que más ha aportado. Por eso, aunque el auge de otras renovables más modernas hace que se hable menos de ella, sigue siendo fundamental.
Puede producir una gran cantidad de energía y ser regulada según se necesite.
Una vez construida la estructura, la energía es prácticamente gratis.
¿Qué desventajas tiene la energía hidráulica?
Como ocurre con todo, la energía hidráulica no está exenta de desventajas. Las principales son:
Puede alterar el ecosistema del lugar. Al fin y al cabo, estamos modificando el curso natural de un río.
Puede variar el nivel de oxígeno en el agua utilizada, afectando a la vida fluvial.
Se producen emisiones durante la construcción de las plantas de generación.
Como vemos, la energía hidráulica sigue siendo una renovable muy importante. Probablemente, la pujanza de otras fuentes, como la eólica o la solar, la relegarán a un plano maś secundario en los próximos años, pero seguirá siendo una fuente fundamental y limpia, con mucho que decir todavía.
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Una central hidroeléctrica suele tener tres partes:
La planta de generación donde se produce electricidad.
La presa, que puede abrir y cerrar el caudal de agua del río según se necesite.
El embalse, que es la reserva de agua que se mantiene para generar electricidad.
Ese agua reservada fluye de manera controlada por las compuertas de la presa, empuja las palas de la turbina y las hace girar. Conectadas a un generador, pueden producir electricidad a partir del movimiento.
La cantidad de electricidad que se produce depende del caudal de agua y la altura desde la que cae. De esta manera, se puede regular según las necesidades. Esta es la forma habitual de funcionamiento aunque, como veremos, el mecanismo puede variar, dependiendo del tipo de instalación hidráulica.
¿Cuándo comenzó a funcionar la energía hidráulica como fuente renovable de electricidad?
Sus orígenes son antiguos y, de hecho, se convirtió en fuente de energía eléctrica a finales del siglo XIX. James Francis desarrolló la primera turbina moderna para el agua y, en 1882, la primera planta de energía hidráulica del mundo comenzó a operar en Estados Unidos. Estaba situada a lo largo del río Fox, en Appleton, Wisconsin.
¿Qué tipos de energía hidráulica existen?
Normalmente, se suelen distinguir tres tipos de energía hidráulica, dependiendo del sistema utilizado para extraer dicha energía de los ríos y convertirla en electricidad.
Estos tipos son:
Energía hidráulica a partir de embalses. Es la más habitual y, en ella, se construye un embalse que controla y almacena el agua de un río. El embalse deja pasar la corriente que se necesite a través de una turbina, que gira conectada a un generador que es el que produce la energía eléctrica.
Energía hidráulica mediante diversión de la corriente. En este caso, no se mantiene una reserva de agua como en el embalse, sino que se desvía y maneja la corriente del río hacia otros cauces artificiales. De esta manera, se puede usar ese agua para regar, por ejemplo, o volver al río y hacerlo pasar por turbinas que, de nuevo, están conectadas a un generador para producir corriente.
Energía hidráulica mediante almacenamiento bombeado. En este tipo de producción de energía hidráulica, hay dos reservorios de agua situados a diferente altura. Dejando caer agua del embalse superior al inferior se genera energía. Parte de esta puede usarse para impulsar agua de nuevo hacia arriba, y que siga habiendo capacidad de generación.
¿Cómo de importante es la energía hidráulica?
La energía hidráulica sigue siendo importante hoy día y, de hecho, proporciona casi el 16% del total de energía producida en el mundo.
España se encuentra actualmente en esa media y genera alrededor del 16,4% de su energía total. Curiosamente, en España, la energía hidráulica siempre ha sido importante y, de hecho, en 1940 producía más del 90% de la electricidad en nuestro país.
¿Qué ventajas tiene la energía hidráulica?
Las principales ventajas de la energía hidráulica son estas:
Es una energía renovable. Mientras se mantenga el ciclo natural del agua de los ríos, es virtualmente inagotable. El riesgo está en que el cambio climático afecte a ese ciclo del agua y altere los ríos y su cauce.
Es una energía limpia. Recordemos que renovable no quiere decir que siempre sea limpia. Sin embargo, la energía hidráulica cumple las dos condiciones y no emite contaminantes a la atmósfera, ni gases de efecto invernadero.
Es una energía con un alto rendimiento. De hecho, tradicionalmente ha sido la energía renovable más importante y la que más ha aportado. Por eso, aunque el auge de otras renovables más modernas hace que se hable menos de ella, sigue siendo fundamental.
Puede producir una gran cantidad de energía y ser regulada según se necesite.
Una vez construida la estructura, la energía es prácticamente gratis.
¿Qué desventajas tiene la energía hidráulica?
Como ocurre con todo, la energía hidráulica no está exenta de desventajas. Las principales son:
Puede alterar el ecosistema del lugar. Al fin y al cabo, estamos modificando el curso natural de un río.
Puede variar el nivel de oxígeno en el agua utilizada, afectando a la vida fluvial.
Se producen emisiones durante la construcción de las plantas de generación.
Como vemos, la energía hidráulica sigue siendo una renovable muy importante. Probablemente, la pujanza de otras fuentes, como la eólica o la solar, la relegarán a un plano maś secundario en los próximos años, pero seguirá siendo una fuente fundamental y limpia, con mucho que decir todavía.