Respuesta:
Introducción
El discurso público suele estar dominado por las declaraciones grandi-
locuentes sobre la capacidad u honestidad de los oradores, por las referencias
abstractas a determinadas creencias, por las disquisiciones sobre la grandeza
del pasado, por los mensajes intimidatorios (más o menos velados) sobre la
perversidad del adversario y por los peligros apocalípticos que amenazan a la
civilización y sus valores. Es un discurso imaginativo y creativo que defiende
determinados intereses sirviéndose de la distorsión o la manipulación más que
de la verdad y recurriendo a mecanismos que enervan las emociones del audi-
torio más que a resortes lógicos, pues el objetivo es impulsar la acción con un
determinado fin. Sin embargo, frente a cierta tradición que atribuye pasividad
al auditorio, el modo de proceder no es unidireccional, pues el discurso del
orador está influido por el mundo mental de su auditorio y sus expectativas.
Ahora bien, hay que decirlo de manera que se pueda rentabilizar el esfuerzo de
elaborar un discurso que, al final, siempre estará al servicio de unos intereses
más o menos velados. El orador se centrará en lo que tiene éxito, en lo que el
auditorio le pide, en lo que (él ve que) agrada a su auditorio y en lo que a su
vez le seduce.
Quien argumenta trata de presentar buenas razones a favor de la causa
(creencia o acción) que desea defender y, si puede, influir en las decisiones que
espera que su interlocutor adopte. Pero, si no tiene intención de manipular, no se
preocupa de ocultar sus estrategias para que ese interlocutor sea consciente de
su modo de proceder y objetivos. La manipulación fructifica cuando el manipu-
lado no se percata de que está siendo manipulado. Para conseguir su objetivo,
el manipulador se interesará por las preocupaciones de sus interlocutores, para
pasar a elaborar su estrategia, tras sedimentarla en ese conocimiento. Comen-
zará anulando la capacidad de su víctima para pensar críticamente, actuando
inmediatamente sobre su estado afectivo y sus sentimientos, y tergiversando
cualquier atisbo de razonamiento de que pueda ser capaz.2
2 Según Nettel y Roque 2012, p. 58, la manipulación presenta tres aspectos: el disimulo
de la intención de manipular, la presión (o coacción) ejercida sobre la persona a manipular, y l
" Life is not a problem to be solved but a reality to be experienced! "
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Respuesta:
Introducción
El discurso público suele estar dominado por las declaraciones grandi-
locuentes sobre la capacidad u honestidad de los oradores, por las referencias
abstractas a determinadas creencias, por las disquisiciones sobre la grandeza
del pasado, por los mensajes intimidatorios (más o menos velados) sobre la
perversidad del adversario y por los peligros apocalípticos que amenazan a la
civilización y sus valores. Es un discurso imaginativo y creativo que defiende
determinados intereses sirviéndose de la distorsión o la manipulación más que
de la verdad y recurriendo a mecanismos que enervan las emociones del audi-
torio más que a resortes lógicos, pues el objetivo es impulsar la acción con un
determinado fin. Sin embargo, frente a cierta tradición que atribuye pasividad
al auditorio, el modo de proceder no es unidireccional, pues el discurso del
orador está influido por el mundo mental de su auditorio y sus expectativas.
Ahora bien, hay que decirlo de manera que se pueda rentabilizar el esfuerzo de
elaborar un discurso que, al final, siempre estará al servicio de unos intereses
más o menos velados. El orador se centrará en lo que tiene éxito, en lo que el
auditorio le pide, en lo que (él ve que) agrada a su auditorio y en lo que a su
vez le seduce.
Quien argumenta trata de presentar buenas razones a favor de la causa
(creencia o acción) que desea defender y, si puede, influir en las decisiones que
espera que su interlocutor adopte. Pero, si no tiene intención de manipular, no se
preocupa de ocultar sus estrategias para que ese interlocutor sea consciente de
su modo de proceder y objetivos. La manipulación fructifica cuando el manipu-
lado no se percata de que está siendo manipulado. Para conseguir su objetivo,
el manipulador se interesará por las preocupaciones de sus interlocutores, para
pasar a elaborar su estrategia, tras sedimentarla en ese conocimiento. Comen-
zará anulando la capacidad de su víctima para pensar críticamente, actuando
inmediatamente sobre su estado afectivo y sus sentimientos, y tergiversando
cualquier atisbo de razonamiento de que pueda ser capaz.2
2 Según Nettel y Roque 2012, p. 58, la manipulación presenta tres aspectos: el disimulo
de la intención de manipular, la presión (o coacción) ejercida sobre la persona a manipular, y l