El chele se robó a la Negra, la muchacha, que era más ardiente que una cabra (Coqueta), cedió a sus primeras proposiciones, viniéndose a Tegucigalpa con él, donde sentó plaza de inspector de policía. Le abrió la cabeza a un borracho cuando le echaba mueras al gobierno y por eso lo echaron como inspector de policía.El chele al querer llevársela a la Costa norte, a probar fortuna. Ella, al saberlo, dijo que no, que no y que no.Pues sabrá una cosa: si los hallo juntos, por estas cruces, que los mato a los dos: por ésas. Y me largo en seguida a rodar tierras, mientras te podrís.Y un día les halló, en el quicio de una puerta, sobiqueándose y besuqueándose. Sacó el cuchillo, echando más jotas que un carretero; pero sólo logró darle al mozalbete un rasguño, así, de un jeme, porque el tal huyó con piernas de venado. Capturó la policía al Chele, y como el otro sabía de intríngulis de Derecho, dio con él en la penitenciaria, condenado a dos años y meses de cárcel.
Respuesta:
Explicación:
El chele se robó a la Negra, la muchacha, que era más ardiente que una cabra (Coqueta), cedió a sus primeras proposiciones, viniéndose a Tegucigalpa con él, donde sentó plaza de inspector de policía. Le abrió la cabeza a un borracho cuando le echaba mueras al gobierno y por eso lo echaron como inspector de policía.El chele al querer llevársela a la Costa norte, a probar fortuna. Ella, al saberlo, dijo que no, que no y que no.Pues sabrá una cosa: si los hallo juntos, por estas cruces, que los mato a los dos: por ésas. Y me largo en seguida a rodar tierras, mientras te podrís.Y un día les halló, en el quicio de una puerta, sobiqueándose y besuqueándose. Sacó el cuchillo, echando más jotas que un carretero; pero sólo logró darle al mozalbete un rasguño, así, de un jeme, porque el tal huyó con piernas de venado. Capturó la policía al Chele, y como el otro sabía de intríngulis de Derecho, dio con él en la penitenciaria, condenado a dos años y meses de cárcel.