: El nacionalsocialismo (en alemán, Nacionalsocialismos), comúnmente acortado a nazismo, es la ideología del régimen que gobernó Alemania de 1933 a 1945 con la llegada al poder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán de Adolf Hitler (NSDAP).
Antiparlamentarismo: rechazo a la forma democrática de elecciones por mayoría, porque considera que el líder y el partido tienen la autoridad absoluta. Rechazan la participación de todas las personas, sólo acepta la de aquellos considerados ciudadanos.
Libertades individuales: son sometidas al interés general del partido, y son sólo para aquellos que son considerados ciudadanos.
Racismo/Estado racista: el racismo fue una parte esencial de la ideología nazi. Proponía que los seres humanos estamos divididos en razas, estando en la cúspide como una “raza superior” la raza aria de la cual los alemanes eran sus principales representantes. Asimismo, había razas inferiores, como los eslavos y negros; y grupos que se encontraban en las escalas inferiores de las categorías raciales, como los judíos. El nazismo identifica a los judíos como su “enemigo racial”, la antítesis de la raza aria. La presencia de los judíos en Alemania significaba una amenaza a la pureza racial, por lo que buscaban eliminar a los judíos del país. Esta forma de entender el mundo fue inculcada a los alemanes a través de las escuelas cuando el nazismo llegó al poder, en 1933. El Estado comienza a adoctrinar a la juventud en las teorías racistas por medio de una educación racial.
Sólo quienes son de raza aria pasan a ser ciudadanos.
Uso de la fuerza: era considerado como un mecanismo efectivo para imponer la ideología nazi.
Espacio vital: es un concepto esencial de la ideología nazi, vinculado con las necesidades de la raza aria para su desarrollo. Según el nazismo, la raza aria necesitaba espacio para desarrollar su destino. Luego de la Primera Guerra Mundial, los límites de Alemania habían sido reducidos, por lo que era necesario expandirse y conquistar los territorios en los que habitaban personas de raza aria. Así, se lograría equiparar la superioridad de la raza aria con su extensión territorial.
El partido fue aumentando su presencia en la política durante la década de 1920 sin tener una votación mayor al 3%. Tras la crisis económica, de 1929, el sistema político en Alemania se vio afectado de forma profunda. En las elecciones de 1930, tanto el partido nazi como el partido comunista pasaron a tener cerca del 20% en el Parlamento Alemán, el Reichstag. En 1932, el Partido Nazi, con un 30%, tuvo la mayor representación en el Parlamento Alemán.
Tras los resultados, en 1932, y junto con una alianza con el Centro Católico y los nacionalistas, Hitler fue nombrado como Canciller por el Presidente Hindenburg. Una vez como canciller, Hitler logró concentrar todo el poder y convertirse en el Fuhrer alemán, así comenzó la destrucción de la democracia alemana. En julio de 1933, todos los partidos, excepto el nazi, son prohibidos y se impidió la formación de nuevos partidos políticos, dejando a los nazis como la única organización política.
Explicación:
con Hitler y el Partido Nazi en el poder comenzó una difusión de su ideología a través de la propaganda y educación estatal, que incluía la transmisión a las colonias alemanas en distintas partes del mundo.
Los Nazis y América Latina
El Partido Nazi mostró un gran interés en América Latina. La presencia de alemanes y sus descendientes en el continente, así como su posición geográfica y su inicial inclinación hacia el discurso nacionalista, que proponía el partido nazi, promovió el desarrollo de propaganda y vínculos entre los nazis alemanes y sus seguidores en Latinoamérica. A través del Ministerio de Asuntos Exteriores, de los encargados diplomáticos y de la organización para el extranjero del Partido Nazi se fueron formando redes de apoyo y de espionaje a favor de Alemania, y la formación de a los militantes del partido en distintos países. Por último, el Instituto Iberoamericano de Berlín funcionó como un centro de penetración nazi en América Latina, que buscaba ampliar la influencia económica, ideológica y cultural nazi. [3]
América Latina también fue considerada como un posible refugio para los jerarcas nazis en caso de que perdieran la guerra.
Antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial, se encargó a los espías en América Latina establecer una red de apoyo y sustento en caso de una derrota. En la llamada “Operación Tierra del Fuego” se traspasó dinero e invirtió en distintas empresas locales[5]. De especial importancia fue la llegada de nazis a Argentina después de la Segunda Guerra Mundial, apoyados por el gobierno de Juan Domingo Perón.[6]
Respuesta:
: El nacionalsocialismo (en alemán, Nacionalsocialismos), comúnmente acortado a nazismo, es la ideología del régimen que gobernó Alemania de 1933 a 1945 con la llegada al poder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán de Adolf Hitler (NSDAP).
Explicación:
Respuesta:
c
E
Ejército alemán.
Antiparlamentarismo: rechazo a la forma democrática de elecciones por mayoría, porque considera que el líder y el partido tienen la autoridad absoluta. Rechazan la participación de todas las personas, sólo acepta la de aquellos considerados ciudadanos.
Libertades individuales: son sometidas al interés general del partido, y son sólo para aquellos que son considerados ciudadanos.
Racismo/Estado racista: el racismo fue una parte esencial de la ideología nazi. Proponía que los seres humanos estamos divididos en razas, estando en la cúspide como una “raza superior” la raza aria de la cual los alemanes eran sus principales representantes. Asimismo, había razas inferiores, como los eslavos y negros; y grupos que se encontraban en las escalas inferiores de las categorías raciales, como los judíos. El nazismo identifica a los judíos como su “enemigo racial”, la antítesis de la raza aria. La presencia de los judíos en Alemania significaba una amenaza a la pureza racial, por lo que buscaban eliminar a los judíos del país. Esta forma de entender el mundo fue inculcada a los alemanes a través de las escuelas cuando el nazismo llegó al poder, en 1933. El Estado comienza a adoctrinar a la juventud en las teorías racistas por medio de una educación racial.
Sólo quienes son de raza aria pasan a ser ciudadanos.
Uso de la fuerza: era considerado como un mecanismo efectivo para imponer la ideología nazi.
Espacio vital: es un concepto esencial de la ideología nazi, vinculado con las necesidades de la raza aria para su desarrollo. Según el nazismo, la raza aria necesitaba espacio para desarrollar su destino. Luego de la Primera Guerra Mundial, los límites de Alemania habían sido reducidos, por lo que era necesario expandirse y conquistar los territorios en los que habitaban personas de raza aria. Así, se lograría equiparar la superioridad de la raza aria con su extensión territorial.
El partido fue aumentando su presencia en la política durante la década de 1920 sin tener una votación mayor al 3%. Tras la crisis económica, de 1929, el sistema político en Alemania se vio afectado de forma profunda. En las elecciones de 1930, tanto el partido nazi como el partido comunista pasaron a tener cerca del 20% en el Parlamento Alemán, el Reichstag. En 1932, el Partido Nazi, con un 30%, tuvo la mayor representación en el Parlamento Alemán.
Tras los resultados, en 1932, y junto con una alianza con el Centro Católico y los nacionalistas, Hitler fue nombrado como Canciller por el Presidente Hindenburg. Una vez como canciller, Hitler logró concentrar todo el poder y convertirse en el Fuhrer alemán, así comenzó la destrucción de la democracia alemana. En julio de 1933, todos los partidos, excepto el nazi, son prohibidos y se impidió la formación de nuevos partidos políticos, dejando a los nazis como la única organización política.
Explicación:
con Hitler y el Partido Nazi en el poder comenzó una difusión de su ideología a través de la propaganda y educación estatal, que incluía la transmisión a las colonias alemanas en distintas partes del mundo.
Los Nazis y América Latina
El Partido Nazi mostró un gran interés en América Latina. La presencia de alemanes y sus descendientes en el continente, así como su posición geográfica y su inicial inclinación hacia el discurso nacionalista, que proponía el partido nazi, promovió el desarrollo de propaganda y vínculos entre los nazis alemanes y sus seguidores en Latinoamérica. A través del Ministerio de Asuntos Exteriores, de los encargados diplomáticos y de la organización para el extranjero del Partido Nazi se fueron formando redes de apoyo y de espionaje a favor de Alemania, y la formación de a los militantes del partido en distintos países. Por último, el Instituto Iberoamericano de Berlín funcionó como un centro de penetración nazi en América Latina, que buscaba ampliar la influencia económica, ideológica y cultural nazi. [3]
América Latina también fue considerada como un posible refugio para los jerarcas nazis en caso de que perdieran la guerra.
Antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial, se encargó a los espías en América Latina establecer una red de apoyo y sustento en caso de una derrota. En la llamada “Operación Tierra del Fuego” se traspasó dinero e invirtió en distintas empresas locales[5]. De especial importancia fue la llegada de nazis a Argentina después de la Segunda Guerra Mundial, apoyados por el gobierno de Juan Domingo Perón.[6]