En el sistema feudal, el poder político estaba encabezado por un rey, pero éste era un gobernante con muy poco poder. De hecho, eran los grandes nobles los que tenían el poder, mandando cada uno en sus tierras (llamadas dominios, feudos o señoríos). Por eso se dice que el feudalismo se caracteriza por la existencia de una “soberanía fragmentada” o lo que es lo mismo una “fragmentación del poder político”.
Como podéis ver en el mapa superior de Francia en el siglo XI, las tierras que efectivamente controlaba el rey (en celeste) eran muy pocas, el resto estaban bajo el dominio de condes, duques, vizcondes y señores feudales.
Uno de los rasgos que caracteriza al feudalismo es que la nobleza (la clase social dominante) ejerce un monopolio exclusivo de la ley y la justicia. Esto quiere decir que sólo los miembros de la noblezapodían imponer la ley y la justicia. En contrapartida, los campesinos no podían acceder a estos privilegios.
Por otro lado tenemos que explicar que la concesión de feudos o territorios que el monarca otorgaba a los nobles o vasallos que hubieran destacado en la guerra o en otra forma de servicio era común y el modo de reconocer el valor de los caballeros o nobles que acudían a la batalla. Esta donación no obedecía solamente a la generosidad de los soberanos, sino que constituía una manera de asegurar la defensa y la unión del reino. Su entrega se suscribía durante la realización de un acto de gran solemnidad que se dividía en tres etapas: homenaje, juramento de fidelidad e investidura.
En el sistema feudal, el poder político estaba encabezado por un rey, pero éste era un gobernante con muy poco poder. De hecho, eran los grandes nobles los que tenían el poder, mandando cada uno en sus tierras (llamadas dominios, feudos o señoríos). Por eso se dice que el feudalismo se caracteriza por la existencia de una “soberanía fragmentada” o lo que es lo mismo una “fragmentación del poder político”.
Como podéis ver en el mapa superior de Francia en el siglo XI, las tierras que efectivamente controlaba el rey (en celeste) eran muy pocas, el resto estaban bajo el dominio de condes, duques, vizcondes y señores feudales.
Uno de los rasgos que caracteriza al feudalismo es que la nobleza (la clase social dominante) ejerce un monopolio exclusivo de la ley y la justicia. Esto quiere decir que sólo los miembros de la noblezapodían imponer la ley y la justicia. En contrapartida, los campesinos no podían acceder a estos privilegios.
Por otro lado tenemos que explicar que la concesión de feudos o territorios que el monarca otorgaba a los nobles o vasallos que hubieran destacado en la guerra o en otra forma de servicio era común y el modo de reconocer el valor de los caballeros o nobles que acudían a la batalla. Esta donación no obedecía solamente a la generosidad de los soberanos, sino que constituía una manera de asegurar la defensa y la unión del reino. Su entrega se suscribía durante la realización de un acto de gran solemnidad que se dividía en tres etapas: homenaje, juramento de fidelidad e investidura.