El óvulo fecundado o zigoto, embrión y feto son vida, claro está, pero carece de todo lo que se mencionó de la mujer, y hasta –aproximadamente– las seis semanas no tiene sensaciones, ni capacidad de sentir siquiera, porque no tiene un sistema nervioso central completamente desarrollado con la capacidad de poder receptar dolor, y porque se encuentra en un medio químico que lo mantiene ‘sedado’, o por lo menos, inconsciente. Por eso, en muchos de los países en donde es permitido el aborto, se lo permite –por ciertas razones– hasta un plazo determinado de vida intrauterina del embrión; como por ejemplo en España, hasta la semana 22; y en Portugal, hasta la semana 24 para la protección de la vida de la madre; o en Alemania y Reino Unido, hasta la semana 24 en casos de deterioro de la salud física o mental de la embarazada. Los elementos indispensables para que el feto pueda sentir dolor son las fibras neuronales aferentes; tracto espino-talámico y los grandes centros cerebrales como el área somestésica, lóbulo parietal y lóbulo frontal; mecanorreceptores y principalmente los nociceptores, que se desarrollan en la semana 29(1). Según un estudio publicado en el Journal of Neuroscience, en marzo de 2006, los fetos de entre 25 y 45 semanas pueden receptar dolor y hay estudios que extienden las semanas en que el feto puede sentir dolor hasta casi el nacimiento natural; como lo afirma y lo comprueba el doctor Lorenzo Fabrizi, y su equipo, que con encefalogramas midieron la actividad eléctrica cerebral a 46 bebés en Londres y sólo los bebés de entre 35 y 37 semanas pudieron distinguir un estímulo doloroso en lugar de un tacto general. Pero lo que queda claro es que hasta la semana 25 el feto no siente dolor, así lo asevera la Dra. Fitzgeral, en Londres, o; hasta la semana 24, Allan Templeton, presidente del Real Colegio de Obstetras y Ginecólogos, en Reino Unido: aproximadamente 6 meses.
Respuesta:
NO
Explicación:
El óvulo fecundado o zigoto, embrión y feto son vida, claro está, pero carece de todo lo que se mencionó de la mujer, y hasta –aproximadamente– las seis semanas no tiene sensaciones, ni capacidad de sentir siquiera, porque no tiene un sistema nervioso central completamente desarrollado con la capacidad de poder receptar dolor, y porque se encuentra en un medio químico que lo mantiene ‘sedado’, o por lo menos, inconsciente. Por eso, en muchos de los países en donde es permitido el aborto, se lo permite –por ciertas razones– hasta un plazo determinado de vida intrauterina del embrión; como por ejemplo en España, hasta la semana 22; y en Portugal, hasta la semana 24 para la protección de la vida de la madre; o en Alemania y Reino Unido, hasta la semana 24 en casos de deterioro de la salud física o mental de la embarazada. Los elementos indispensables para que el feto pueda sentir dolor son las fibras neuronales aferentes; tracto espino-talámico y los grandes centros cerebrales como el área somestésica, lóbulo parietal y lóbulo frontal; mecanorreceptores y principalmente los nociceptores, que se desarrollan en la semana 29(1). Según un estudio publicado en el Journal of Neuroscience, en marzo de 2006, los fetos de entre 25 y 45 semanas pueden receptar dolor y hay estudios que extienden las semanas en que el feto puede sentir dolor hasta casi el nacimiento natural; como lo afirma y lo comprueba el doctor Lorenzo Fabrizi, y su equipo, que con encefalogramas midieron la actividad eléctrica cerebral a 46 bebés en Londres y sólo los bebés de entre 35 y 37 semanas pudieron distinguir un estímulo doloroso en lugar de un tacto general. Pero lo que queda claro es que hasta la semana 25 el feto no siente dolor, así lo asevera la Dra. Fitzgeral, en Londres, o; hasta la semana 24, Allan Templeton, presidente del Real Colegio de Obstetras y Ginecólogos, en Reino Unido: aproximadamente 6 meses.