sorashiro
Hace algún tiempo cuando yo tenía alrededor de 8 años de edad, vivíamos en una casa que tenia ratones por que había un lote deshabitado al lado. Estos pequeños animalitos merodeaban por la cocina y habían roído con sus filosos dientes los cables del horno y se comían la lana que recubre el aparato, una vez a la hora del almuerzo oí decir a mi papá, ¡hay que meter el gato al horno para que saque corriendo los ratones!, __ el gato de la casa era mi consentido y siempre dormía conmigo en la almohada que quedaba libre cerca a mí cabeza. Yo me tome muy a pecho las palabras de mi papá. Y una noche alcé al gato y me dirigí a la cocina para meterlo en el horno, lo llevaba en el hombro a la manera de un bebe, y en el momento que tome la manija del horno me empezó a pasar un corrientazo que no me permitía separarme de la puerta. El gato al sentir el corrientazo se erizo y me clavo las uñas, ¡pero tampoco se bajaba quedo pegado a mí con las uñas clavadas en mis hombros! yo gritaba aaahhhh y el gato chillaba miaaaaaa, y yo ahhhhh y el gato miaaaaaaaaaa, y fue tal el escándalo que mi papá llegó corriendo en calzoncillos y gritando asustado de que paso-. Me jalo por la cintura sacándonos del trance el que nos encontrábamos. El gato callo al suelo y se fue todo despelucado temblando por partes su cuerpo así: (mímica de gato). DespuÉs de eso el animal no volvió a dormir conmigo y cada vez que me veía salía corriendo. Y fue de esa forma como perdí a mi mascota preferida y yo por mi parte le cojí aversión a los gatos.
Estos pequeños animalitos merodeaban por la cocina y habían roído con sus filosos dientes los cables del horno y se comían la lana que recubre el aparato, una vez a la hora del almuerzo oí decir a mi papá, ¡hay que meter el gato al horno para que saque corriendo los ratones!, __ el gato de la casa era mi consentido y siempre dormía conmigo en la almohada que quedaba libre cerca a mí cabeza.
Yo me tome muy a pecho las palabras de mi papá. Y una noche alcé al gato y me dirigí a la cocina para meterlo en el horno, lo llevaba en el hombro a la manera de un bebe, y en el momento que tome la manija del horno me empezó a pasar un corrientazo que no me permitía separarme de la puerta.
El gato al sentir el corrientazo se erizo y me clavo las uñas, ¡pero tampoco se bajaba quedo pegado a mí con las uñas clavadas en mis hombros! yo gritaba aaahhhh y el gato chillaba miaaaaaa, y yo ahhhhh y el gato miaaaaaaaaaa, y fue tal el escándalo que mi papá llegó corriendo en calzoncillos y gritando asustado de que paso-. Me jalo por la cintura sacándonos del trance el que nos encontrábamos.
El gato callo al suelo y se fue todo despelucado temblando por partes su cuerpo así: (mímica de gato).
DespuÉs de eso el animal no volvió a dormir conmigo y cada vez que me veía salía corriendo. Y fue de esa forma como perdí a mi mascota preferida y yo por mi parte le cojí aversión a los gatos.
espero que aya ayudado esto