Respuesta:
En los últimos años del siglo XVIII y al comienzo del siglo XIX, las cosas cambiaron mucho en Europa
Occidental. A través de una serie de rupturas, una Europa moderna se fue desprendiendo de un orden
antiguo. Semejantes alteraciones, que sin duda merecen el calificativo de revolucionarias, resultan
difícilmente de fechar, porque su génesis y su desarrollo no obedecen a reglas de simultaneidad ni de
uniformidad.
La primera fase de la revolución industrial surge en Inglaterra en el período comprendido entre 1750 y 1820,
con influencia en todo el continente europeo y con repercusiones mundiales.
Fue la primera de las grandes transformaciones de la Edad Contemporánea, y una de las más importantes
de la historia. Su impacto generó cambios fundamentales en la economía y en los modos de vida de la
humanidad.
Inglaterra en aquel entonces, era un país que estaba bien preparado para generar un impulso industrial sin
precedentes, ya que poseía una agricultura prospera, un sector manufacturado desarrollado, un importante
comercio de ultramar, que le proporcionaba consumidores, materias primas y capitales y un gobierno que
apoyó la innovación técnica y el desarrollo de las industrias.
La revolución industrial termina con el sistema económico de la Edad Moderna, dinámico en sus orígenes,
pero que había adquirido mayor rigidez en los últimos siglos. La economía preindustrial contaba con el
predominio de una agricultura deficiente, era la principal actividad económica, pero su rendimiento era muy
pobre, las técnicas eran deficientes, elementos precarios, escasos abonos para alimentar a la tierra, sistema
de campo abierto, que perjudicaba la producción; con una tecnología precaria, las formas de producción
eran el pequeño taller artesanal, el sistema doméstico o rural a domicilio y la gran manufactura urbana. Los
medios de transporte eran poco efectivos; y un estancamiento demográfico donde la población crecía a un
ritmo muy lento. Las tasas de mortalidad eran elevadas por la incidencia de las pestes, la hambruna y la
inexistencia de buenas condiciones médicas y sanitarias. Los alimentos eran insuficientes y el sistema de
transporte para su rápida distribución era deficitario.
En su base de economía fundamentalmente artesanal, el comerciante entregaba la lana a una familia y ésta
la hilaba, la tejía y devolvía a su patrón el producto terminado a cambio de una suma de dinero. El trabajo
manual fue remplazado por otro dominado por la industria y manufactura de maquinaria.
Explicación:
" Life is not a problem to be solved but a reality to be experienced! "
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Respuesta:
En los últimos años del siglo XVIII y al comienzo del siglo XIX, las cosas cambiaron mucho en Europa
Occidental. A través de una serie de rupturas, una Europa moderna se fue desprendiendo de un orden
antiguo. Semejantes alteraciones, que sin duda merecen el calificativo de revolucionarias, resultan
difícilmente de fechar, porque su génesis y su desarrollo no obedecen a reglas de simultaneidad ni de
uniformidad.
La primera fase de la revolución industrial surge en Inglaterra en el período comprendido entre 1750 y 1820,
con influencia en todo el continente europeo y con repercusiones mundiales.
Fue la primera de las grandes transformaciones de la Edad Contemporánea, y una de las más importantes
de la historia. Su impacto generó cambios fundamentales en la economía y en los modos de vida de la
humanidad.
Inglaterra en aquel entonces, era un país que estaba bien preparado para generar un impulso industrial sin
precedentes, ya que poseía una agricultura prospera, un sector manufacturado desarrollado, un importante
comercio de ultramar, que le proporcionaba consumidores, materias primas y capitales y un gobierno que
apoyó la innovación técnica y el desarrollo de las industrias.
La revolución industrial termina con el sistema económico de la Edad Moderna, dinámico en sus orígenes,
pero que había adquirido mayor rigidez en los últimos siglos. La economía preindustrial contaba con el
predominio de una agricultura deficiente, era la principal actividad económica, pero su rendimiento era muy
pobre, las técnicas eran deficientes, elementos precarios, escasos abonos para alimentar a la tierra, sistema
de campo abierto, que perjudicaba la producción; con una tecnología precaria, las formas de producción
eran el pequeño taller artesanal, el sistema doméstico o rural a domicilio y la gran manufactura urbana. Los
medios de transporte eran poco efectivos; y un estancamiento demográfico donde la población crecía a un
ritmo muy lento. Las tasas de mortalidad eran elevadas por la incidencia de las pestes, la hambruna y la
inexistencia de buenas condiciones médicas y sanitarias. Los alimentos eran insuficientes y el sistema de
transporte para su rápida distribución era deficitario.
En su base de economía fundamentalmente artesanal, el comerciante entregaba la lana a una familia y ésta
la hilaba, la tejía y devolvía a su patrón el producto terminado a cambio de una suma de dinero. El trabajo
manual fue remplazado por otro dominado por la industria y manufactura de maquinaria.
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