Esta será una opción tan pronto como tengas tu licencia de conducir. Es muy posible que algo suceda en algún lugar de tu comunidad, así que haz tus averiguaciones.
Si llegas en el momento perfecto, probablemente hayas abierto el maravilloso mundo de hacer llamadas políticas y tocar puertas. No es un trabajo glamoroso, pero debes comenzar por algún lado. Si encuentras un candidato que expresa visiones cercanas a las tuyas, será fácil apasionarte por hacer correr la voz.
2. Asiste a la universidad:
Este paso no solo es esencial para tu inminente éxito político, sino que te expondrá a varias organizaciones y personas que normalmente no conocerías. Es mejor buscar un área en ciencias políticas, derecho, comunicaciones o estadísticas de acuerdo con tus objetivos finales.
Mientras estés allí, participa en las elecciones locales y municipales. Debes tener tantos hierros en el fuego como sea posible, pequeños o grandes. Cuantas más personas conozcas, más fácil será hacer conexiones y seguir ascendiendo en la escalera.
3
. Mejora tu currículum de otras maneras: Eso es con el ejército y las organizaciones sin fines de lucro. Si bien prácticamente todos los presidentes en algún momento llegan a participar en alguna organización benéfica, muchos de ellos también han tenido algún tipo de participación en el servicio militar (32 de 45 de los presidentes en Estados Unidos, sin contar a Grover Cleveland en el momento).[1]
Si alguna vez has considerado seriamente unirte al ejército, este es un camino que ha llevado a varias personas a trabajar de manera oficial. Ya sea que consideres unirte como miembro alistado o usar tu tiempo en el estudio para convertirte en oficial, las habilidades de liderazgo, la disciplina y la experiencia pueden construir un currículum impresionante en el futuro. Sin embargo, el servicio militar es mucho más que las aspiraciones políticas, así que asegúrate de ser plenamente consciente de las responsabilidades y los riesgos antes de tomar la decisión final.
4
. Conviértete en un organizador de campo:
Una campaña estatal se explica por sí misma. Trabajarás para un candidato que se postule para algún tipo de puesto en el gobierno estatal, y puede ser cualquier cosa, ya sea secretario de agricultura o senador. A veces, los equipos son bastante pequeños; un poco más de una docena puede formar el equipo completo (dependiendo del candidato y el estado, obviamente).
Una campaña coordinada es aquella en la que trabajas para un partido completo o algo así. Si un grupo entero de oficinas está abierto para una elección, a veces las campañas se fusionan para matar dos pájaros de un tiro (o tres, o cuatro). De esta manera, el Sr. Pérez ya no tendrá que molestar a las personas yendo de puerta en puerta y cambiando subsecuentemente la afiliación del partido, podrá disfrutar de su pegatina gratuita, ya que todo estará centralizado.
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Respuesta:
1. SE VOLUNTARIO.
2. TENER UN TITULO UNIVERSITARIO.
3. MEJORAR TU CURRICULUM.
4.CONVERTIRSE EN UN ORGANIZADOR DE CAMPO
Explicación:
1.Sé voluntario:
Esta será una opción tan pronto como tengas tu licencia de conducir. Es muy posible que algo suceda en algún lugar de tu comunidad, así que haz tus averiguaciones.
Si llegas en el momento perfecto, probablemente hayas abierto el maravilloso mundo de hacer llamadas políticas y tocar puertas. No es un trabajo glamoroso, pero debes comenzar por algún lado. Si encuentras un candidato que expresa visiones cercanas a las tuyas, será fácil apasionarte por hacer correr la voz.
2. Asiste a la universidad:
Este paso no solo es esencial para tu inminente éxito político, sino que te expondrá a varias organizaciones y personas que normalmente no conocerías. Es mejor buscar un área en ciencias políticas, derecho, comunicaciones o estadísticas de acuerdo con tus objetivos finales.
Mientras estés allí, participa en las elecciones locales y municipales. Debes tener tantos hierros en el fuego como sea posible, pequeños o grandes. Cuantas más personas conozcas, más fácil será hacer conexiones y seguir ascendiendo en la escalera.
3 . Mejora tu currículum de otras maneras: Eso es con el ejército y las organizaciones sin fines de lucro. Si bien prácticamente todos los presidentes en algún momento llegan a participar en alguna organización benéfica, muchos de ellos también han tenido algún tipo de participación en el servicio militar (32 de 45 de los presidentes en Estados Unidos, sin contar a Grover Cleveland en el momento).[1]
Si alguna vez has considerado seriamente unirte al ejército, este es un camino que ha llevado a varias personas a trabajar de manera oficial. Ya sea que consideres unirte como miembro alistado o usar tu tiempo en el estudio para convertirte en oficial, las habilidades de liderazgo, la disciplina y la experiencia pueden construir un currículum impresionante en el futuro. Sin embargo, el servicio militar es mucho más que las aspiraciones políticas, así que asegúrate de ser plenamente consciente de las responsabilidades y los riesgos antes de tomar la decisión final.
4 . Conviértete en un organizador de campo:
Una campaña estatal se explica por sí misma. Trabajarás para un candidato que se postule para algún tipo de puesto en el gobierno estatal, y puede ser cualquier cosa, ya sea secretario de agricultura o senador. A veces, los equipos son bastante pequeños; un poco más de una docena puede formar el equipo completo (dependiendo del candidato y el estado, obviamente).
Una campaña coordinada es aquella en la que trabajas para un partido completo o algo así. Si un grupo entero de oficinas está abierto para una elección, a veces las campañas se fusionan para matar dos pájaros de un tiro (o tres, o cuatro). De esta manera, el Sr. Pérez ya no tendrá que molestar a las personas yendo de puerta en puerta y cambiando subsecuentemente la afiliación del partido, podrá disfrutar de su pegatina gratuita, ya que todo estará centralizado.