El pretendido éxito de Corea del Sur se obtuvo gracias a una política opuesta al modelo propuesto por el Banco Mundial. Lejos de una acumulación virtuosa fundada en los beneficios del libre mercado, su desarrollo económico fue posible por « una enorme acumulación primitiva basada en los métodos más coercitivos para construir la “virtud” a la fuerza ». Corea del Sur alcanzó los resultados que conocemos bajo el yugo de un régimen dictatorial particularmente represivo, protegido por los Estados Unidos en el marco de su lucha contra los regímenes llamados “socialistas”. Adoptó un modelo productivista muy poco respetuoso del ambiente. La vía coreana no es ni recomendable ni repetible. Pero vale la pena estudiarla.
El pretendido éxito de Corea del Sur se obtuvo gracias a una política opuesta al modelo propuesto por el Banco Mundial. Lejos de una acumulación virtuosa fundada en los beneficios del libre mercado, su desarrollo económico fue posible por « una enorme acumulación primitiva basada en los métodos más coercitivos para construir la “virtud” a la fuerza ». Corea del Sur alcanzó los resultados que conocemos bajo el yugo de un régimen dictatorial particularmente represivo, protegido por los Estados Unidos en el marco de su lucha contra los regímenes llamados “socialistas”. Adoptó un modelo productivista muy poco respetuoso del ambiente. La vía coreana no es ni recomendable ni repetible. Pero vale la pena estudiarla.