Nuestras concepciones tradicionales del Aprendizaje nos señalan que aprender se relaciona con adquirir conocimiento sobre un aspecto de la Realidad y el conocimiento sería una especie de representación mental que tiene el sujeto respecto de la realidad.
De este modo, el conocimiento ha sido pensado como la adquisición de información, ya que en la medida en que tenemos más datos de la Realidad, suponemos que tenemos un "mapa" más rico de un fenómeno, y por lo tanto, que lo conocemos mejor.
Esta concepción del conocimiento, que denominamos aquí Objetivismo se caracteriza por los siguientes principios:
El conocimiento es una representación -en la mente- de algo que YA existe en la Realidad.El conocimiento es abstracto, no tiene conexión con la historia corporalizada del sujeto que conoce.El conocimiento es un fenómeno racional, sin que estén implicadas las emociones.Para conocer un fenómeno hay que analizarlo, es decir, dividirlo.El lenguaje sirve para describir la realidad, sin alterarla
Estas concepciones tienen profundas implicaciones en toda nuestra existencia, por lo cual excederíamos el objetivo del trabajo al discutirlas. Sin embargo, lo central es que considerar al Conocimiento como una representación de una Realidad Independiente conduce a la idea de que quien sabe más está más cerca de una Verdad Universal que existe independientemente del contexto histórico-social de los observadores.
De esta noción se deriva la fuerte focalización de todos nuestros sistemas educacionales en la transmisión y reproducción de la información como actividad principal del Aprendizaje. El "saber más" es concebido como "tener más información sobre", y el acopio de información es medido a través de la recordación de esa información.
Pero aprender no es tener un mapa más preciso de una realidad eterna, sino es la acción de organismos determinados por sus estructuras biológicas que se mueven dentro de un contexto histórico-social, la cual es definida por un observador como acción efectiva dentro de ese contexto.
Por ejemplo, la mayoría de nosotros es capaz de hablar correctamente nuestro idioma nativo aún antes de saber cuáles son las reglas de la gramática. Por esto, "saber sobre" no es lo mismo que saber hacer.
Como señala Fernando Flores: "Conocer no consiste en poseer una teoria acabada sobre un fenómeno o sobre una parte de la realidad. Conocer es tener éxito con nuestras acciones en un ámbito determinado. Saber, es un juicio que hace alguien que habla sobre la efectividad de las acciones que realiza otro. Por lo tanto, por ejemplo, saber en el dominio llamado "matemáticas", no es poseer una teoria acabada sobre la realidad matemática sino que consiste más bien en una acción juzgada públicamente como efectiva en el dominio de las derivaciones y cálculos matemáticos. Quién tiene éxito en el conocimiento matemático es quien es competente, a juicio de otros, para desarrollar determinadas acciones, cumpliendo pedidos que otros le hacen y peticiones que él mismo se hace. Aprender, entonces, es llegar a ser efectivo en la acción en un ámbito determinado" (Flores, s/f)
.
Esto tiene una doble lectura: Primero, desde un punto de vista biológico, el aprendizaje es un componente inseparable de la existencia: todos los organismos viven en acoplamiento estructural con su medio, por ende, las variaciones en su comportamiento son el resultado de la interacción con el medio.
Señalan Maturana y Varela al respecto "La riqueza plástica del sistema nervioso no está en que guarde representaciones 'engramas' de las cosas del mundo, sino que en su continua transformación permanece congruente con las transformaciones del medio como resultado de cada interacción que lo afecta. Desde el punto de vista del observador, esto se ve como aprendizaje adecuado. Lo que está ocurriendo, sin embargo, es que las neuronas, el organismo que integran, y el medio en que éste interactúa, operan recíprocamente como selectores de sus correspondientes cambios estructurales, y se acoplan estructuralmente entre sí: el operar del organismo, incluyendo sus sistema nervioso, selecciona los cambios que le permiten seguir operando, o se desintegra.
Para un observador el organismo aparece moviéndose adecuadamente en un medio cambiante, y él habla de aprendizaje . Es para él que los cambios estructurales que aparecen en el sistema nervioso parecen corresponderse a las circunstancias de las interacciones del organismo. Para el operar del sistema nervioso, en cambio, sólo hay una deriva estructural contínua que sigue el curso en que en cada instante se conserva el acoplamiento estructural (adaptación) del organismo a su medio de interacción" (Maturana, H. y Varela, F., 1984)
Es decir, el Aprendizaje es una propiedad inherente a los sistemas vivientes, los cuales mantienen su acoplamiento estructural a través de compensar las perturbaciones del medio. Esto da cuenta de la lectura biológica de la afirmación anterior: esto significa el aprendizaje permite a los organismos sobrevivir.
Nuestras concepciones tradicionales del Aprendizaje nos señalan que aprender se relaciona con adquirir conocimiento sobre un aspecto de la Realidad y el conocimiento sería una especie de representación mental que tiene el sujeto respecto de la realidad.
De este modo, el conocimiento ha sido pensado como la adquisición de información, ya que en la medida en que tenemos más datos de la Realidad, suponemos que tenemos un "mapa" más rico de un fenómeno, y por lo tanto, que lo conocemos mejor.
Esta concepción del conocimiento, que denominamos aquí Objetivismo se caracteriza por los siguientes principios:
El conocimiento es una representación -en la mente- de algo que YA existe en la Realidad.El conocimiento es abstracto, no tiene conexión con la historia corporalizada del sujeto que conoce.El conocimiento es un fenómeno racional, sin que estén implicadas las emociones.Para conocer un fenómeno hay que analizarlo, es decir, dividirlo.El lenguaje sirve para describir la realidad, sin alterarlaEstas concepciones tienen profundas implicaciones en toda nuestra existencia, por lo cual excederíamos el objetivo del trabajo al discutirlas. Sin embargo, lo central es que considerar al Conocimiento como una representación de una Realidad Independiente conduce a la idea de que quien sabe más está más cerca de una Verdad Universal que existe independientemente del contexto histórico-social de los observadores.
De esta noción se deriva la fuerte focalización de todos nuestros sistemas educacionales en la transmisión y reproducción de la información como actividad principal del Aprendizaje. El "saber más" es concebido como "tener más información sobre", y el acopio de información es medido a través de la recordación de esa información.
Pero aprender no es tener un mapa más preciso de una realidad eterna, sino es la acción de organismos determinados por sus estructuras biológicas que se mueven dentro de un contexto histórico-social, la cual es definida por un observador como acción efectiva dentro de ese contexto.
Por ejemplo, la mayoría de nosotros es capaz de hablar correctamente nuestro idioma nativo aún antes de saber cuáles son las reglas de la gramática. Por esto, "saber sobre" no es lo mismo que saber hacer.
Como señala Fernando Flores: "Conocer no consiste en poseer una teoria acabada sobre un fenómeno o sobre una parte de la realidad. Conocer es tener éxito con nuestras acciones en un ámbito determinado. Saber, es un juicio que hace alguien que habla sobre la efectividad de las acciones que realiza otro. Por lo tanto, por ejemplo, saber en el dominio llamado "matemáticas", no es poseer una teoria acabada sobre la realidad matemática sino que consiste más bien en una acción juzgada públicamente como efectiva en el dominio de las derivaciones y cálculos matemáticos. Quién tiene éxito en el conocimiento matemático es quien es competente, a juicio de otros, para desarrollar determinadas acciones, cumpliendo pedidos que otros le hacen y peticiones que él mismo se hace. Aprender, entonces, es llegar a ser efectivo en la acción en un ámbito determinado" (Flores, s/f)
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Esto tiene una doble lectura: Primero, desde un punto de vista biológico, el aprendizaje es un componente inseparable de la existencia: todos los organismos viven en acoplamiento estructural con su medio, por ende, las variaciones en su comportamiento son el resultado de la interacción con el medio.
Señalan Maturana y Varela al respecto "La riqueza plástica del sistema nervioso no está en que guarde representaciones 'engramas' de las cosas del mundo, sino que en su continua transformación permanece congruente con las transformaciones del medio como resultado de cada interacción que lo afecta. Desde el punto de vista del observador, esto se ve como aprendizaje adecuado. Lo que está ocurriendo, sin embargo, es que las neuronas, el organismo que integran, y el medio en que éste interactúa, operan recíprocamente como selectores de sus correspondientes cambios estructurales, y se acoplan estructuralmente entre sí: el operar del organismo, incluyendo sus sistema nervioso, selecciona los cambios que le permiten seguir operando, o se desintegra.
Para un observador el organismo aparece moviéndose adecuadamente en un medio cambiante, y él habla de aprendizaje . Es para él que los cambios estructurales que aparecen en el sistema nervioso parecen corresponderse a las circunstancias de las interacciones del organismo. Para el operar del sistema nervioso, en cambio, sólo hay una deriva estructural contínua que sigue el curso en que en cada instante se conserva el acoplamiento estructural (adaptación) del organismo a su medio de interacción" (Maturana, H. y Varela, F., 1984)
Es decir, el Aprendizaje es una propiedad inherente a los sistemas vivientes, los cuales mantienen su acoplamiento estructural a través de compensar las perturbaciones del medio. Esto da cuenta de la lectura biológica de la afirmación anterior: esto significa el aprendizaje permite a los organismos sobrevivir.
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