Los cultivos son vulnerables a las heladas y se producen cuando la temperatura del aire desciende hasta formar cristales de hielo en el interior de sus células durante cierto tiempo.
Las heladas son fenómenos meteorológicos que ocurren cuando la temperatura de la masa de aire más próxima al suelo es igual a 0 ºC o desciende por debajo de la misma. Generalmente la helada se presenta en la madrugada o cuando está saliendo el sol. El enfriamiento de las masas de aire puede ocurrir por diferentes motivos: origen climatológico, época de ocurrencia o aspecto visual.
Cuando la vegetación que cubre el suelo está expuesta a bajas temperaturas nos encontramos con dos tipos de heladas: la blanca y la negra. La diferencia está dada por el contenido de humedad presente en las masas de aire la cual determina el tipo de heladas. La helada blanca se origina cuando la humedad es elevada, por el contrario, cuando es escaso el contenido de vapor de agua, se forma la helada negra.
Las heladas agrometeorológicas son aquellas en las que el descenso de la temperatura del aire causa daños parciales o destrucción total de los tejidos vegetales. La severidad de las mismas depende de la disminución de la temperatura del aire y de la resistencia de los seres vivos a ella. La helada agronómica es aquella en que la temperatura es igual o inferior a 0ºC, medida en termómetro de mínima, a la intemperie y tomadas a 5 centímetros del suelo
En general, los cultivos son vulnerables a las heladas y se produce cuando la temperatura del aire desciende hasta formar cristales de hielo en el interior de sus células durante cierto tiempo. El proceso de deterioro de las plantas depende del estado fenológico en que se encuentre y de la especie a la que pertenece. Algunos de estos efectos se pueden apreciar en las hojas y tallos tiernos, destrucción de un gran porcentaje de flores y frutos pequeños, e incluso la muerte total de la planta. La resistencia del cultivo a la helada depende de la etapa de desarrollo ; ya que es más resistente cuando se encuentra en el periodo de germinación, mientras que en la floración los daños son mayores.
Entender las características de las heladas es de suma importancia para poder planificar correctamente las actividades agropecuarias y de ese modo reducir daños en los cultivos. Las heladas invernales suelen ser menos dañinas, ya que en esa época las especies muestran poca sensibilidad al frío por encontrarse en estado de reposo, salvo situaciones extremas. La fecha media de primera y última helada, son consideradas peligrosas durante la floración y fructificación de los cultivos de cosecha fina. Esto es importante al momento de evaluar posibles riesgos durante estos estadíos de los cultivos estivales sembrados en forma tardía. A su vez, la fecha media de última helada debe ser considerada por los daños que este evento puede generar durante el estado reproductivo de los cultivos invernales y la emergencia e implantación de los estivales.
Estos eventos afectan significativamente a la producción agropecuaria, sobre todo cuando ocurren de forma temprana (entre el 1 de enero al 30 de mayo) o tardía (del 1 de setiembre al 31 de diciembre)
Respuesta:
Los cultivos son vulnerables a las heladas y se producen cuando la temperatura del aire desciende hasta formar cristales de hielo en el interior de sus células durante cierto tiempo.
Las heladas son fenómenos meteorológicos que ocurren cuando la temperatura de la masa de aire más próxima al suelo es igual a 0 ºC o desciende por debajo de la misma. Generalmente la helada se presenta en la madrugada o cuando está saliendo el sol. El enfriamiento de las masas de aire puede ocurrir por diferentes motivos: origen climatológico, época de ocurrencia o aspecto visual.
Cuando la vegetación que cubre el suelo está expuesta a bajas temperaturas nos encontramos con dos tipos de heladas: la blanca y la negra. La diferencia está dada por el contenido de humedad presente en las masas de aire la cual determina el tipo de heladas. La helada blanca se origina cuando la humedad es elevada, por el contrario, cuando es escaso el contenido de vapor de agua, se forma la helada negra.
Las heladas agrometeorológicas son aquellas en las que el descenso de la temperatura del aire causa daños parciales o destrucción total de los tejidos vegetales. La severidad de las mismas depende de la disminución de la temperatura del aire y de la resistencia de los seres vivos a ella. La helada agronómica es aquella en que la temperatura es igual o inferior a 0ºC, medida en termómetro de mínima, a la intemperie y tomadas a 5 centímetros del suelo
En general, los cultivos son vulnerables a las heladas y se produce cuando la temperatura del aire desciende hasta formar cristales de hielo en el interior de sus células durante cierto tiempo. El proceso de deterioro de las plantas depende del estado fenológico en que se encuentre y de la especie a la que pertenece. Algunos de estos efectos se pueden apreciar en las hojas y tallos tiernos, destrucción de un gran porcentaje de flores y frutos pequeños, e incluso la muerte total de la planta. La resistencia del cultivo a la helada depende de la etapa de desarrollo ; ya que es más resistente cuando se encuentra en el periodo de germinación, mientras que en la floración los daños son mayores.
Entender las características de las heladas es de suma importancia para poder planificar correctamente las actividades agropecuarias y de ese modo reducir daños en los cultivos. Las heladas invernales suelen ser menos dañinas, ya que en esa época las especies muestran poca sensibilidad al frío por encontrarse en estado de reposo, salvo situaciones extremas. La fecha media de primera y última helada, son consideradas peligrosas durante la floración y fructificación de los cultivos de cosecha fina. Esto es importante al momento de evaluar posibles riesgos durante estos estadíos de los cultivos estivales sembrados en forma tardía. A su vez, la fecha media de última helada debe ser considerada por los daños que este evento puede generar durante el estado reproductivo de los cultivos invernales y la emergencia e implantación de los estivales.
Estos eventos afectan significativamente a la producción agropecuaria, sobre todo cuando ocurren de forma temprana (entre el 1 de enero al 30 de mayo) o tardía (del 1 de setiembre al 31 de diciembre)