Más que una cuestión de leyes es una cuestión de conciencia, debemos generar conciencia en la igualdad de genero, la importancia de la tolerancia y formación social, hace vital que vivamos en armonía y en conjunto hombres y mujeres.
Los procesos de inclusión son esenciales para desarrollar la igualdad de géneros. Por otra parte, para ser un poco más brusco, podemos generar leyes y reglamentos de igualdad.
Incluso antes de llegar a la pubertad, las niñas de todo el mundo ya han internalizado creencias sobre su lugar, valor y papel en la sociedad como personas dependientes, vulnerables o incapaces, y se les enseña que deben actuar de esa manera, lo que refuerza los estereotipos de género y les impide desarrollar todo su potencial.
Es difícil desaprender este tipo de creencias. Por este motivo, es muy importante abordarlas desde temprana edad. Recuérdales a las niñas que forman parte de tu vida que son fuertes, capaces y se merecen el mismo respeto que los niños. Asegúrate de que entiendan de que son mucho más que su apariencia: elógialas por su inteligencia, fortaleza, capacidad de liderazgo, destreza física y muchas áreas más.
Anima a las niñas a alzar la voz y hacerse valer. Contrarresta las narrativas y el lenguaje que las persuada de no hacerlo: diles que son "audaces", no "mandonas". Demuéstrales que sus pensamientos importan pidiéndoles su opinión y escuchándolas cuando hablen. Y si eres madre/padre o profesor/a, invierte en juguetes, libros y películas que sean neutrales en materia de género. Muéstrales a las niñas las posibilidades de su potencial y permíteles jugar como deseen. Hazles saber que no existe una manera correcta o incorrecta de ser una niña.
2. Desafiar el significado de "ser un hombre"
Actúa como un hombre. Los niños no lloran. Los niños son niños.
Estas nociones tradicionales de masculinidad suelen desalentar a los niños y los hombres de comunicar abiertamente sus sentimientos.
Tanto en tus amistades o relaciones como en tu familia, apoya las expresiones de masculinidad que involucren la vulnerabilidad, la sensibilidad, el cuidado y otros rasgos que, por tradición, no son masculinos. Fomenta un entorno donde los niños y los hombres se sientan seguros al expresar sus emociones: déjales saber que sus sentimientos son válidos e invítalos a compartirlos. No te burles de ellos ni los ignores, y delata a quienes lo hagan.
3. Ampliar la cantidad de libros, películas y otros medios feministas
La próxima vez que recorras una librería u organices una noche de película, considera elegir algo escrito o dirigido por mujeres (y para mujeres).
Las películas, los libros, los diarios, los podcasts y otros medios populares tienen efectos duraderos en las percepciones culturales de género, lo que les brinda a las mujeres una plataforma poderosa para compartir sus historias y perspectivas. Sin embargo, las industrias cinematográfica y editorial siguen estando fuertemente dominadas por los hombres, y las narrativas populares, por lo general, describen a las mujeres como personajes unidimensionales u objetos sexuales, o bien las excluyen por completo. En un análisis de películas populares de 11 países, se descubrió, por ejemplo, que en sólo el 23 % de ellas la protagonista era una mujer, un número que se acerca bastante al porcentaje de mujeres cineastas (21 %).
Puedes amplificar las voces de las mujeres y las feministas que están reescribiendo esta narrativa, para ello, mira, escucha, lee e invierte en los medios que producen.
¿No sabes por dónde empezar? A continuación, compartimos 12 libros feministas que todas las personas deberían leer.
4. Respetar las decisiones de las demás personas
Cada persona tiene el derecho de tomar decisiones sobre su cuerpo, bienestar, familia y futuro.
Cuando las decisiones de otra persona te molesten, pregúntate por qué. Analiza los prejuicios que puedan estar impulsando tu reacción y considera las circunstancias que llevaron a que la vida de esa persona fuera diferente a la tuya. Escucha sus argumentos.
A veces, nos cuesta entender una decisión que nunca tuvimos que tomar. Asume la responsabilidad de aprender y pensar de manera crítica sobre las situaciones de las demás personas.
5. Desafiar los estándares de belleza
Si bien los estándares de belleza varían de un lugar a otro, casi siempre fomentan una visión estrecha e irreal de la feminidad. A menudo, las mujeres le dedican mucho más tiempo, energía y dinero a su apariencia que sus pares masculinos. Este tipo de doble patrón alimenta la idea que la mujer no es realmente la dueña de su cuerpo, que es un objeto diseñado para el consumo público. Los ideales estéticos irreales pueden asimismo provocar graves problemas mentales y físicos.
Respuesta:
Holis <3 soy alezzia y hoy te voy a ayudar uwu
Más que una cuestión de leyes es una cuestión de conciencia, debemos generar conciencia en la igualdad de genero, la importancia de la tolerancia y formación social, hace vital que vivamos en armonía y en conjunto hombres y mujeres.
Los procesos de inclusión son esenciales para desarrollar la igualdad de géneros. Por otra parte, para ser un poco más brusco, podemos generar leyes y reglamentos de igualdad.
Explicación:
Espero que te ayude UwU
1. Enseñarles a las niñas lo valiosas que son
Incluso antes de llegar a la pubertad, las niñas de todo el mundo ya han internalizado creencias sobre su lugar, valor y papel en la sociedad como personas dependientes, vulnerables o incapaces, y se les enseña que deben actuar de esa manera, lo que refuerza los estereotipos de género y les impide desarrollar todo su potencial.
Es difícil desaprender este tipo de creencias. Por este motivo, es muy importante abordarlas desde temprana edad. Recuérdales a las niñas que forman parte de tu vida que son fuertes, capaces y se merecen el mismo respeto que los niños. Asegúrate de que entiendan de que son mucho más que su apariencia: elógialas por su inteligencia, fortaleza, capacidad de liderazgo, destreza física y muchas áreas más.
Anima a las niñas a alzar la voz y hacerse valer. Contrarresta las narrativas y el lenguaje que las persuada de no hacerlo: diles que son "audaces", no "mandonas". Demuéstrales que sus pensamientos importan pidiéndoles su opinión y escuchándolas cuando hablen. Y si eres madre/padre o profesor/a, invierte en juguetes, libros y películas que sean neutrales en materia de género. Muéstrales a las niñas las posibilidades de su potencial y permíteles jugar como deseen. Hazles saber que no existe una manera correcta o incorrecta de ser una niña.
2. Desafiar el significado de "ser un hombre"
Actúa como un hombre. Los niños no lloran. Los niños son niños.
Estas nociones tradicionales de masculinidad suelen desalentar a los niños y los hombres de comunicar abiertamente sus sentimientos.
Tanto en tus amistades o relaciones como en tu familia, apoya las expresiones de masculinidad que involucren la vulnerabilidad, la sensibilidad, el cuidado y otros rasgos que, por tradición, no son masculinos. Fomenta un entorno donde los niños y los hombres se sientan seguros al expresar sus emociones: déjales saber que sus sentimientos son válidos e invítalos a compartirlos. No te burles de ellos ni los ignores, y delata a quienes lo hagan.
3. Ampliar la cantidad de libros, películas y otros medios feministas
La próxima vez que recorras una librería u organices una noche de película, considera elegir algo escrito o dirigido por mujeres (y para mujeres).
Las películas, los libros, los diarios, los podcasts y otros medios populares tienen efectos duraderos en las percepciones culturales de género, lo que les brinda a las mujeres una plataforma poderosa para compartir sus historias y perspectivas. Sin embargo, las industrias cinematográfica y editorial siguen estando fuertemente dominadas por los hombres, y las narrativas populares, por lo general, describen a las mujeres como personajes unidimensionales u objetos sexuales, o bien las excluyen por completo. En un análisis de películas populares de 11 países, se descubrió, por ejemplo, que en sólo el 23 % de ellas la protagonista era una mujer, un número que se acerca bastante al porcentaje de mujeres cineastas (21 %).
Puedes amplificar las voces de las mujeres y las feministas que están reescribiendo esta narrativa, para ello, mira, escucha, lee e invierte en los medios que producen.
¿No sabes por dónde empezar? A continuación, compartimos 12 libros feministas que todas las personas deberían leer.
4. Respetar las decisiones de las demás personas
Cada persona tiene el derecho de tomar decisiones sobre su cuerpo, bienestar, familia y futuro.
Cuando las decisiones de otra persona te molesten, pregúntate por qué. Analiza los prejuicios que puedan estar impulsando tu reacción y considera las circunstancias que llevaron a que la vida de esa persona fuera diferente a la tuya. Escucha sus argumentos.
A veces, nos cuesta entender una decisión que nunca tuvimos que tomar. Asume la responsabilidad de aprender y pensar de manera crítica sobre las situaciones de las demás personas.
5. Desafiar los estándares de belleza
Si bien los estándares de belleza varían de un lugar a otro, casi siempre fomentan una visión estrecha e irreal de la feminidad. A menudo, las mujeres le dedican mucho más tiempo, energía y dinero a su apariencia que sus pares masculinos. Este tipo de doble patrón alimenta la idea que la mujer no es realmente la dueña de su cuerpo, que es un objeto diseñado para el consumo público. Los ideales estéticos irreales pueden asimismo provocar graves problemas mentales y físicos.