La producción de energía es un elemento vital para el desarrollo. Pero esta ha de producirse bajo una serie de principios, como son los de la sustentabilidad económica, ambiental y social, de modo que antes que dañar, beneficien a la sociedad humana y su desarrollo, que es el fin de todos los procesos de aplicación de tecnologías. Ello implica también un componente ético adicional que consiste en que el uso de la energía, las tecnologías asociadas y los beneficios que ella produce, se realicen de modo equitativo para todos los pueblos y sectores sociales, que no impliquen ventajas desproporcionadas a los países del Norte ni afecten el avance de los del Sur.
El estado cubano protege el Medio Ambiente y los recursos naturales. Eso lo expresa nuestra Constitución en su artículo 27. Dos documentos fundamentales de la política ambiental en Cuba; la Estrategia Nacional Ambiental y la Ley 81 del Medio Ambiente, aprobadas en Junio y Julio de 1997 respectivamente, responden a estas perspectivas.
Es por ello que el uso de las fuentes alternativas de energía, además de constituir una necesidad económica, representan una opción muy apropiada para los proyectos de desarrollo del país.
La política energética, expresa de modo fundamental estos propósitos, pues el país trabaja para la sustentabilidad energética, considerando esos factores fundamentales analizados en este trabajo y que apuntan a un desarrollo sostenible, dirigido a satisfacer las necesidades de las actuales y futuras generaciones, conservando el medio ambiente de modo eficaz.
La producción de energía es un elemento vital para el desarrollo. Pero esta ha de producirse bajo una serie de principios, como son los de la sustentabilidad económica, ambiental y social, de modo que antes que dañar, beneficien a la sociedad humana y su desarrollo, que es el fin de todos los procesos de aplicación de tecnologías. Ello implica también un componente ético adicional que consiste en que el uso de la energía, las tecnologías asociadas y los beneficios que ella produce, se realicen de modo equitativo para todos los pueblos y sectores sociales, que no impliquen ventajas desproporcionadas a los países del Norte ni afecten el avance de los del Sur.
El estado cubano protege el Medio Ambiente y los recursos naturales. Eso lo expresa nuestra Constitución en su artículo 27. Dos documentos fundamentales de la política ambiental en Cuba; la Estrategia Nacional Ambiental y la Ley 81 del Medio Ambiente, aprobadas en Junio y Julio de 1997 respectivamente, responden a estas perspectivas.
Es por ello que el uso de las fuentes alternativas de energía, además de constituir una necesidad económica, representan una opción muy apropiada para los proyectos de desarrollo del país.
La política energética, expresa de modo fundamental estos propósitos, pues el país trabaja para la sustentabilidad energética, considerando esos factores fundamentales analizados en este trabajo y que apuntan a un desarrollo sostenible, dirigido a satisfacer las necesidades de las actuales y futuras generaciones, conservando el medio ambiente de modo eficaz.
Creo que eso es .....