La tinta no perdona los errores, realiza muchos dibujos sucesivos para ganar soltura. Descubre que es posible analizarlos y relacionarlos entre sí para aprender sobre la mancha: a medida que trabajes,los dibujos se volverán más automáticos y más sueltos. Después podrás elegir los mejores dibujos del conjunto.
Sujeta el pincel sin presionarlo y prueba a dibujar de pie., con el fin de poder usar el brazo además de la mano. De este modo, el movimiento será más gestual y la tinta se aplicará con más sensibilidad.
Trabaja en plano o bien inclina ligeramente el tablero. Un ángulo demasiado pronunciado hará que la tinta se corra hacia abajo.
Experimenta con distintos elementos mojados en tinta, como plumas, pinceles, cañas e incluso verduras para obtener distintas marcas y probar la sensación que te producen en la mano.
Prueba a sujetar la caña, pincel o pluma en vertical, como hacen los japoneses y los chinos. Esto te proporcionará un control distinto y una forma de trabajar alternativa.
Si trabajas con líneas, mira directamente el objeto y deja que el ojo guíe la mano sin miar al papel. Con un poco de práctica conseguirás una línea continua y dibujos abstractos, fluidos y automáticos, seguros y no dubitativos.
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La tinta no perdona los errores, realiza muchos dibujos sucesivos para ganar soltura. Descubre que es posible analizarlos y relacionarlos entre sí para aprender sobre la mancha: a medida que trabajes,los dibujos se volverán más automáticos y más sueltos. Después podrás elegir los mejores dibujos del conjunto.
Sujeta el pincel sin presionarlo y prueba a dibujar de pie., con el fin de poder usar el brazo además de la mano. De este modo, el movimiento será más gestual y la tinta se aplicará con más sensibilidad.
Trabaja en plano o bien inclina ligeramente el tablero. Un ángulo demasiado pronunciado hará que la tinta se corra hacia abajo.
Experimenta con distintos elementos mojados en tinta, como plumas, pinceles, cañas e incluso verduras para obtener distintas marcas y probar la sensación que te producen en la mano.
Prueba a sujetar la caña, pincel o pluma en vertical, como hacen los japoneses y los chinos. Esto te proporcionará un control distinto y una forma de trabajar alternativa.
Si trabajas con líneas, mira directamente el objeto y deja que el ojo guíe la mano sin miar al papel. Con un poco de práctica conseguirás una línea continua y dibujos abstractos, fluidos y automáticos, seguros y no dubitativos.
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