Cuántas veces habremos deseado en un día estresante tener cinco minutos de paz.
Esto es lo que le ocurre a Mamá Grande, una elefanta que solo quiere estar tranquila unos minutos. Pero tener tres hijos, no le va a facilitar mucho su deseo.
Mientras los tres pequeños desayunan, y de paso ponen la cocina patas arriba, Mamá Grande decide coger el periódico y su desayuno.
Pero no pudo llegar muy lejos, ya que los elefantitos deciden acompañarla. Ella tan solo quería ir al baño, y aunque les pidió esos cinco minutos de paz sin ellos, no iba a ser fácil conseguirlos.
Cuando llegó al baño y parecía estar en calma, el silencio desapareció con la flauta de Lester.
Claro, si él podía tocar la canción, Laura tenía derecho a leer una página del libro de lectura (una página o cuatro y media).
Y esto llevó a que el pequeño le dejara todos sus juguetes en el agua calentita.
Y casi sin darse cuenta, se le estaban comiendo el pastel, le habían quitado el periódico y se habían metido en la bañera…
Así que sus menos de cinco minutos de paz, los pasó en la cocina, cuando consiguió escaparse de la bañera.
De manera natural la mamá les pide a sus pequeños esa calma que necesita. Lo hace sin perder los papeles, sin ponerse nerviosa, respetando también que los niños quieran estar con ella.
Todos, grandes y pequeños, necesitamos esos cinco minutos para nosotros mismos.
había una vez un niño que molestaba a todos sus compañeros de su salón les pegaba los hacía llorar pero el no sentía empatía por sus compañeros entro un niño a la escuela se ganó una v por sacar buenas calificaciones su familia era de bajos ingresos pero el niño qué molestaba a todos se llamaba Karlos Karlos tenía mucho dinero el era el más rico del salón se sentía el mejor de todos digamos era narciso solo se preocupaba por el pero cuando entro el niño pobre no sabía lo que iba a sufrir con ese niño el niño pobre se llamaba Adolfo Adolfo honrado cuando tenía tiempo ayudaba a sus papas para que hubiera más dinero al siguiente días Adolfo va llegando a la escuela Karlos le pone pegamento a su silla Adolfo se sienta en la silla Adolfo le dijo a Karlos por qué eres tan malo yo no te e echo nada para que me aigas puesto pegamento y ese era el único pantalón que me quedaba y Karlos más tarde va a su casa y le pide disculpa a Adolfo y le regala un pantalón Karlos dice al fin entiendo lo que es la empatía
Respuesta:
cinco minutos de paz
Explicación:
Cuántas veces habremos deseado en un día estresante tener cinco minutos de paz.
Esto es lo que le ocurre a Mamá Grande, una elefanta que solo quiere estar tranquila unos minutos. Pero tener tres hijos, no le va a facilitar mucho su deseo.
Mientras los tres pequeños desayunan, y de paso ponen la cocina patas arriba, Mamá Grande decide coger el periódico y su desayuno.
Pero no pudo llegar muy lejos, ya que los elefantitos deciden acompañarla. Ella tan solo quería ir al baño, y aunque les pidió esos cinco minutos de paz sin ellos, no iba a ser fácil conseguirlos.
Cuando llegó al baño y parecía estar en calma, el silencio desapareció con la flauta de Lester.
Claro, si él podía tocar la canción, Laura tenía derecho a leer una página del libro de lectura (una página o cuatro y media).
Y esto llevó a que el pequeño le dejara todos sus juguetes en el agua calentita.
Y casi sin darse cuenta, se le estaban comiendo el pastel, le habían quitado el periódico y se habían metido en la bañera…
Así que sus menos de cinco minutos de paz, los pasó en la cocina, cuando consiguió escaparse de la bañera.
De manera natural la mamá les pide a sus pequeños esa calma que necesita. Lo hace sin perder los papeles, sin ponerse nerviosa, respetando también que los niños quieran estar con ella.
Todos, grandes y pequeños, necesitamos esos cinco minutos para nosotros mismos.
Cinco minutos de paz
Jill Murphy
Kalandraka, 2016
Respuesta:
ocupas que te haga una historia
Explicación:
había una vez un niño que molestaba a todos sus compañeros de su salón les pegaba los hacía llorar pero el no sentía empatía por sus compañeros entro un niño a la escuela se ganó una v por sacar buenas calificaciones su familia era de bajos ingresos pero el niño qué molestaba a todos se llamaba Karlos Karlos tenía mucho dinero el era el más rico del salón se sentía el mejor de todos digamos era narciso solo se preocupaba por el pero cuando entro el niño pobre no sabía lo que iba a sufrir con ese niño el niño pobre se llamaba Adolfo Adolfo honrado cuando tenía tiempo ayudaba a sus papas para que hubiera más dinero al siguiente días Adolfo va llegando a la escuela Karlos le pone pegamento a su silla Adolfo se sienta en la silla Adolfo le dijo a Karlos por qué eres tan malo yo no te e echo nada para que me aigas puesto pegamento y ese era el único pantalón que me quedaba y Karlos más tarde va a su casa y le pide disculpa a Adolfo y le regala un pantalón Karlos dice al fin entiendo lo que es la empatía