"Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos, y aun llorábamos, acordándonos de Sión…
"¿Cómo cantaremos cántico de Jehová en tierra de extraños?
"Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, pierda mi diestra su destreza.
"Mi lengua se pegue a mi paladar, si de ti no me acordare; si no enalteciere a Jerusalén como preferente asunto de mi alegría." (Salmo 137:1, 4-6.)
Mientras estaban en cautiverio, los judíos que seguían fieles lloraban junto a los ríos de Babilonia. Por causa de su pena no podían cantar los cánticos de Sión, pues sus corazones anhelaban volver a la tierra prometida y a su ciudad santa.
Pero ¿cómo volver? Estaban cautivos en la poderosa Babilonia. Sin embargo, el Señor gobierna en los cielos y cuida de sus elegidos, y por eso, iba a proporcionar la manera para que los fieles de Judá retornaran a Jerusalén y reconstruyeran el templo y la ciudad.
El Señor había preordinado a una persona para hacer posible el retorno de los judíos. Esta persona no era de la casa de Israel, pero a pesar de ello, El la había elegido antes de que naciera para bendecir a la casa de Israel. Su nombre fue Ciro, conocido en la historia como Ciro el Grande.
¿Cómo se sentiría usted si estuviera leyendo las Escrituras y repentinamente encontrara su nombre, y no solamente el nombre, sino la profecía de que iba a efectuar algo maravilloso en bien de otras personas? ¿Cuál sería su reacción? Lea Isaías 44:28 y 45:l. ¿Como le parece que se sentiría Ciro? ¿Cómo reaccionó en realidad?
Trate de comprender la motivación y los sentimientos de Ciro hacia esta profecía y hacia la liberación de los judíos. (Véanse también los comentarios hechos por el élder Ezra Taft Benson en cuanto a la grandeza de Ciro, los cuales aparecen en Discursos de Conferencias Generales 1970-1972, en un discurso correspondiente a la conferencia de abril de 1972.)
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Respuesta:
El regreso de los desterrados
Esdras
(29-1) Introducción
"Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos, y aun llorábamos, acordándonos de Sión…
"¿Cómo cantaremos cántico de Jehová en tierra de extraños?
"Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, pierda mi diestra su destreza.
"Mi lengua se pegue a mi paladar, si de ti no me acordare; si no enalteciere a Jerusalén como preferente asunto de mi alegría." (Salmo 137:1, 4-6.)
Mientras estaban en cautiverio, los judíos que seguían fieles lloraban junto a los ríos de Babilonia. Por causa de su pena no podían cantar los cánticos de Sión, pues sus corazones anhelaban volver a la tierra prometida y a su ciudad santa.
Pero ¿cómo volver? Estaban cautivos en la poderosa Babilonia. Sin embargo, el Señor gobierna en los cielos y cuida de sus elegidos, y por eso, iba a proporcionar la manera para que los fieles de Judá retornaran a Jerusalén y reconstruyeran el templo y la ciudad.
El Señor había preordinado a una persona para hacer posible el retorno de los judíos. Esta persona no era de la casa de Israel, pero a pesar de ello, El la había elegido antes de que naciera para bendecir a la casa de Israel. Su nombre fue Ciro, conocido en la historia como Ciro el Grande.
¿Cómo se sentiría usted si estuviera leyendo las Escrituras y repentinamente encontrara su nombre, y no solamente el nombre, sino la profecía de que iba a efectuar algo maravilloso en bien de otras personas? ¿Cuál sería su reacción? Lea Isaías 44:28 y 45:l. ¿Como le parece que se sentiría Ciro? ¿Cómo reaccionó en realidad?
Trate de comprender la motivación y los sentimientos de Ciro hacia esta profecía y hacia la liberación de los judíos. (Véanse también los comentarios hechos por el élder Ezra Taft Benson en cuanto a la grandeza de Ciro, los cuales aparecen en Discursos de Conferencias Generales 1970-1972, en un discurso correspondiente a la conferencia de abril de 1972.)
Explicación:
espero que te ayude me das coronita plis