AquilesSuarez
El rey Carlos IV (1788-1808) era el regente del país ibérico para ese entonces. El país se encontraba en crisis debido a los conflictos que trajo como consecuencia la Revolución Francesa, su alianza con los Galos propició la primera guerra con Gran Bretaña y dicho suceso trajo duros reveses para la monarquía de Carlos IV.
Tras la efímera paz de Amiens de 1802, inicia otro conflicto armado contra Gran Bretaña, donde la Flota Franco Española sería derrotada en la Batalla de Trafalgar. Dicha derrota trajo consigo una crisis total en la monarquía borbónica, que terminaría con la Conjura de Escorial, en Noviembre de 1807 el motín de Aranjuez en 1808. Carlos IV tras estos hechos se vio forzado a entregar el poder a su hijo Fernando VII, sin embargo unos meses después, los dos acabarían firmando las Abdicaciones de Bayona, donde cedían los derechos de la Corona a Napoleón Bonaparte, quien luego los traspasaría a su hijo, José I Bonaparte. Esto traería mucho descontento entre los hispanos, quienes aun clamaban a Fernando VII como su único rey y en cuyo nombre inició la Guerra de Independencia de España, pero una parte llamada "los afrancescados" apoyaban la nueva España Napoleónica y tuvo como consecuencia la Primera Guerra Civil Española.
Durante estos hechos, Napoleón hizo gala del poderío militar hasta casi haber conquistado toda España, pero la movilización de la mayoría de sus tropas a la conquista (fallida) de Rusia, facilitó a las tropas de Wellington la victoria sobre los franceses de forma escalonada. La Batalla de Vitoria en 1813 supuso la última gran derrota del ejército napoleónico antes de volver a cruzar la frontera francesa. Finalmente Napoleón retiraría a sus tropas y devolvería el poder a Fernando VII con el Tratado de Valencay.
Tras la efímera paz de Amiens de 1802, inicia otro conflicto armado contra Gran Bretaña, donde la Flota Franco Española sería derrotada en la Batalla de Trafalgar. Dicha derrota trajo consigo una crisis total en la monarquía borbónica, que terminaría con la Conjura de Escorial, en Noviembre de 1807 el motín de Aranjuez en 1808. Carlos IV tras estos hechos se vio forzado a entregar el poder a su hijo Fernando VII, sin embargo unos meses después, los dos acabarían firmando las Abdicaciones de Bayona, donde cedían los derechos de la Corona a Napoleón Bonaparte, quien luego los traspasaría a su hijo, José I Bonaparte. Esto traería mucho descontento entre los hispanos, quienes aun clamaban a Fernando VII como su único rey y en cuyo nombre inició la Guerra de Independencia de España, pero una parte llamada "los afrancescados" apoyaban la nueva España Napoleónica y tuvo como consecuencia la Primera Guerra Civil Española.
Durante estos hechos, Napoleón hizo gala del poderío militar hasta casi haber conquistado toda España, pero la movilización de la mayoría de sus tropas a la conquista (fallida) de Rusia, facilitó a las tropas de Wellington la victoria sobre los franceses de forma escalonada. La Batalla de Vitoria en 1813 supuso la última gran derrota del ejército napoleónico antes de volver a cruzar la frontera francesa. Finalmente Napoleón retiraría a sus tropas y devolvería el poder a Fernando VII con el Tratado de Valencay.