Durante el siglo XIX, la ciudad de Buenos Aires fue escenario de una vida política muy activa, que incluye entre sus componentes una presencia popular fundamental. Este artículo explora las principales características a lo largo de la centuria: cómo surgieron prácticas que serán compartidas y repetidas, y cómo otras serán modificadas. En primer lugar se revisan las prácticas de participación popular surgidas a finales del período colonial y en el proceso revolucionario de 1810-1820: la intervención en luchas facciosas conducidas por la elite, la presencia en celebraciones políticas callejeras, la realización de motines armados conados con popular, la creación de un enemigo –los peninsulares– y la adhesión al republicanismo. Luego se acercó a la pervivencia de esas prácticas en las décadas siguientes, analizando la formación de una adhesión popular al federalismo y cómo éste logró expresar políticamente ciertas tensiones sociales, canalizando el igualitarismo plebeyo. La tercera parte describe los rasgos de un nuevo ciclo de participación política popular, que va de 1852 a 1890, en el cual el peso de esa participación fue menor pero siguió siendo importante. Finalmente, se analizan algunas semejanzas y diferencias entre este ciclo y el previo (1806-1842), tomando como ejemplo las formas de liderazgo.
Respuesta:
Explicación:
Durante el siglo XIX, la ciudad de Buenos Aires fue escenario de una vida política muy activa, que incluye entre sus componentes una presencia popular fundamental. Este artículo explora las principales características a lo largo de la centuria: cómo surgieron prácticas que serán compartidas y repetidas, y cómo otras serán modificadas. En primer lugar se revisan las prácticas de participación popular surgidas a finales del período colonial y en el proceso revolucionario de 1810-1820: la intervención en luchas facciosas conducidas por la elite, la presencia en celebraciones políticas callejeras, la realización de motines armados conados con popular, la creación de un enemigo –los peninsulares– y la adhesión al republicanismo. Luego se acercó a la pervivencia de esas prácticas en las décadas siguientes, analizando la formación de una adhesión popular al federalismo y cómo éste logró expresar políticamente ciertas tensiones sociales, canalizando el igualitarismo plebeyo. La tercera parte describe los rasgos de un nuevo ciclo de participación política popular, que va de 1852 a 1890, en el cual el peso de esa participación fue menor pero siguió siendo importante. Finalmente, se analizan algunas semejanzas y diferencias entre este ciclo y el previo (1806-1842), tomando como ejemplo las formas de liderazgo.