Por suerte el sonido de la tierra nativa fluye transparente y puro y desde su emoción estamos los habitantes de este suelo plantados con conciencia de destino. Motivemos la copla en nuestros hijos hasta lograr que amen nuestra poesía y nuestros acordes sin descuidar un ápice las áreas de su formación integral; incluyendo el total desarrollo de su sensibilidad y capacidad creadora; compartiendo sus vivencias, su paisaje; enriqueciendo su sentimiento; buscando las cadencias candorosas del primer alborear.
Cantemos con ellos siguiendo los pasos de Linares; viviendo su frescura, su sencillez y dejemos que se grabe para siempre el clima musical de la niñez; y así, gozando de la euforia de nuestros ritmos sonoros, entrerrianos; crezcan alegres, sanos de amor por su pago y plenos de vitalidad en beneficio de un destino mejor. Cantemos niños, cantemos. / Cantemos todos con bríos / jubilosos de esperanza / como el canto de Entre Ríos…
Por suerte, el sonido de la tierra nativa fluye transparente y puro, y desde su emoción estamos los habitantes de este suelo plantados con conciencia de destino. Motivemos la copla en nuestros hijos hasta lograr que amen nuestra poesía y nuestros acordes sin descuidar un ápice las áreas de su formación integral; incluyendo el total desarrollo de su sensibilidad y capacidad creadora, compartiendo sus vivencias, su paisaje, enriqueciendo su sentimiento y buscando las cadencias candorosas del primer alborear.
Cantemos con ellos siguiendo los pasos de Linares, viviendo su frescura, su sencillez y dejemos que se grabe para siempre el clima musical de la niñez; y así, gozando de la euforia de nuestros ritmos sonoros, entrerrianos; crezcan alegres, sanos de amor por su pago y plenos de vitalidad en beneficio de un destino mejor. Cantemos niños, cantemos. / Cantemos todos con bríos / jubilosos de esperanza / como el canto de Entre Ríos…
Por suerte, el sonido de la tierra nativa fluye transparente y puro, y desde su emoción estamos
los habitantes de este suelo plantados con conciencia de destino. Motivemos la copla en nuestros hijos hasta lograr que amen nuestra poesía y nuestros acordes sin descuidar un ápice las áreas de su formación integral; incluyendo el total desarrollo de su sensibilidad y capacidad creadora, compartiendo sus vivencias, su paisaje, enriqueciendo su sentimiento y buscando las cadencias candorosas del primer alborear.
Cantemos con ellos siguiendo los pasos de Linares, viviendo su frescura, su sencillez y dejemos que se grabe para siempre el clima musical de la niñez; y así, gozando de la euforia de nuestros ritmos sonoros, entrerrianos; crezcan alegres, sanos de amor por su pago y plenos de vitalidad en beneficio de un destino mejor. Cantemos niños, cantemos. / Cantemos todos con bríos / jubilosos de esperanza / como el canto de Entre Ríos…