Los animales son sensibles a los cambios de temperatura, tanto o más que los humanos. Piensa en lo mal que te sientes cuando tienes fiebre. Ellos sufren también este tipo de malestar como consecuencia del cambio climático.
Una de las principales consecuencias del cambio climático es el aumento generalizado de temperaturas, provocado sobre todo los efectos de la actividad humana sobre el medio ambiente.
Y los animales son sensibles a estos cambios. Cada especie tiene una serie de condiciones climáticas (humedad, temperatura) en las que se sienten a gusto, pero el calentamiento global está alterando estos patrones.
El calentamiento global afecta más que la biodiversidad de las plantas, incluso altera la forma en que crecen las plantas. Las plantas reaccionan de manera mucho más sensible a las fluctuaciones de temperatura que los animales. Tampoco pueden buscar lugares más cálidos o más fríos. «Cuando las temperaturas suben, las plantas crecen más altas para enfriarse. Sus tallos se vuelven más altos y sus hojas se vuelven más estrechas y separadas.
Las plantas son seres vivos que al igual que nosotros tienen reacciones específicas a su entorno y medio ambiente. La interdependencia entre las actividades humanas y las plantas es una realidad y por ello se estudia el comportamiento de cualquier tipo de planta en respuesta al ambiente donde crece, así como a variaciones climáticas en dichos sitios.
A esta disciplina se le llama ecofisiología vegetal y con ella se puede identificar, por ejemplo, cómo una sequía prolongada provoca un fuerte estrés sobre las plantas, reduciendo su fotosíntesis y el contenido de agua en sus tejidos, entre otras cosas.
Aunque el calentamiento mundial puede tener algunos efectos beneficiosos localizados, como una menor mortalidad en invierno en las regiones templadas y un aumento de la producción de alimentos en determinadas zonas, los efectos globales para la salud del cambio climático serán probablemente muy negativos. El cambio climático influye en los determinantes sociales y medioambientales de la salud, a saber, un aire limpio, agua potable, alimentos suficientes y una vivienda segura.
Las temperaturas extremas del aire contribuyen directamente a las defunciones por enfermedades cardiovasculares y respiratorias, sobre todo entre las personas de edad avanzada. En la ola de calor que sufrió Europa en el verano de 2003, por ejemplo, se registró un exceso de mortalidad cifrado en 70 000 defunciones
Las temperaturas altas provocan además un aumento de los niveles de ozono y de otros contaminantes del aire que agravan las enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
Los niveles de polen y otros alérgenos también son mayores en caso de calor extremo. Pueden provocar asma, dolencia que afecta a unos 300 millones de personas. Se prevé que el aumento de las temperaturas que se está produciendo aumentará esa carga.
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luisantonioalvarado8
En resumen El cambio climático inducirá la extinción de muchas especies que no podrán adaptarse. El efecto del calentamiento del planeta se nota ya en especies que muestran alteraciones en sus hábitos, en su distribución geográfica o incluso en sus organismos. Muchas no podrán adaptarse y se extinguirán.
greciacastillo5
Puede que no necesite un contexto tan corto;) ya que hay veces en las que te piden una cuartilla o media
ernesto6794
Las plantas por toda la contaminación no de pueden desarrollar bien eso nos afecta a nosotros porque las plaNtas crean el oxígeno y las lombrices animales como vacas y caballos comen plantas y sino hay plantas de mueren si se muerden los depredadores como leones y tigres se mueren porque no hay animales herbívoros y si no hay plantas ni animales nosorñtros nos podemos morir de hambre también si hay contaminación e n el aire nos podemos enfermar de enfermedades respiratorias y también si el agua se contamina con basura como bolsas los peces se asfixian o se intoxican
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Respuesta:
Los animales son sensibles a los cambios de temperatura, tanto o más que los humanos. Piensa en lo mal que te sientes cuando tienes fiebre. Ellos sufren también este tipo de malestar como consecuencia del cambio climático.
Una de las principales consecuencias del cambio climático es el aumento generalizado de temperaturas, provocado sobre todo los efectos de la actividad humana sobre el medio ambiente.
Y los animales son sensibles a estos cambios. Cada especie tiene una serie de condiciones climáticas (humedad, temperatura) en las que se sienten a gusto, pero el calentamiento global está alterando estos patrones.
El calentamiento global afecta más que la biodiversidad de las plantas, incluso altera la forma en que crecen las plantas. Las plantas reaccionan de manera mucho más sensible a las fluctuaciones de temperatura que los animales. Tampoco pueden buscar lugares más cálidos o más fríos. «Cuando las temperaturas suben, las plantas crecen más altas para enfriarse. Sus tallos se vuelven más altos y sus hojas se vuelven más estrechas y separadas.
Las plantas son seres vivos que al igual que nosotros tienen reacciones específicas a su entorno y medio ambiente. La interdependencia entre las actividades humanas y las plantas es una realidad y por ello se estudia el comportamiento de cualquier tipo de planta en respuesta al ambiente donde crece, así como a variaciones climáticas en dichos sitios.
A esta disciplina se le llama ecofisiología vegetal y con ella se puede identificar, por ejemplo, cómo una sequía prolongada provoca un fuerte estrés sobre las plantas, reduciendo su fotosíntesis y el contenido de agua en sus tejidos, entre otras cosas.
Aunque el calentamiento mundial puede tener algunos efectos beneficiosos localizados, como una menor mortalidad en invierno en las regiones templadas y un aumento de la producción de alimentos en determinadas zonas, los efectos globales para la salud del cambio climático serán probablemente muy negativos. El cambio climático influye en los determinantes sociales y medioambientales de la salud, a saber, un aire limpio, agua potable, alimentos suficientes y una vivienda segura.
Las temperaturas extremas del aire contribuyen directamente a las defunciones por enfermedades cardiovasculares y respiratorias, sobre todo entre las personas de edad avanzada. En la ola de calor que sufrió Europa en el verano de 2003, por ejemplo, se registró un exceso de mortalidad cifrado en 70 000 defunciones
Las temperaturas altas provocan además un aumento de los niveles de ozono y de otros contaminantes del aire que agravan las enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
Los niveles de polen y otros alérgenos también son mayores en caso de calor extremo. Pueden provocar asma, dolencia que afecta a unos 300 millones de personas. Se prevé que el aumento de las temperaturas que se está produciendo aumentará esa carga.