Precisamente en esos momentos es cuando brilla con más claridad el poder que Jesús declara poseer, atribuyéndolo a Sí mismo, sin vacilación alguna. Él afirma, por ejemplo: “El Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados” (cf. Mc 2, 10). Lo afirma ante los escribas de Cafarnaum, cuando le llevan a un paralítico para que lo cure. El Evangelista Marcos escribe que Jesús, al ver la fe de los que llevaban al paralítico, quienes habían hecho una abertura en el techo para descolgar la camilla del pobre enfermo delante de Él, dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados te son perdonados” (Mc 2, 5). Los escribas que estaban allí, pensaban entre sí: “¿Cómo habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?” (2, 7).
Explicación:
Precisamente en esos momentos es cuando brilla con más claridad el poder que Jesús declara poseer, atribuyéndolo a Sí mismo, sin vacilación alguna. Él afirma, por ejemplo: “El Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados” (cf. Mc 2, 10). Lo afirma ante los escribas de Cafarnaum, cuando le llevan a un paralítico para que lo cure. El Evangelista Marcos escribe que Jesús, al ver la fe de los que llevaban al paralítico, quienes habían hecho una abertura en el techo para descolgar la camilla del pobre enfermo delante de Él, dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados te son perdonados” (Mc 2, 5). Los escribas que estaban allí, pensaban entre sí: “¿Cómo habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?” (2, 7).
Respuesta:
lo demostro crucifricandose en la cruz porque nos ama
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