danysrlamuerteLa globalización informativa deja mucho que desear porque la abundancia de información no nos está sirviendo para comprender mejor lo que sucede ni para elegir libremente. Los medios de comunicación tienden a estar concentrados en unas pocas manos, y sus contenidos son muchas veces superficiales o publicitarios. Harían falta formas de comunicación alternativas, que fueran verdaderamente plurales e independientes. La globalización política es insuficiente porque todavía existen muchas barreras para el movimiento de las personas, aunque el dinero y las mercancías pueden moverse libremente por el mundo. Además, las organizaciones internacionales no han conseguido todavía globalizar la justicia, la igualdad, la ciudadanía democrática o los derechos humanos.
Los críticos de la globalización creen que el proceso actual de interrelación mundial no beneficia a todos por igual, por lo que piensan que el rumbo de la globalización debería cambiarse.
La globalización económica no es justa, porque beneficia a los países ricos y perjudica a los países pobres. El comercio es desigual y las organizaciones económicas internacionales favorecen a los poderosos. Además, una verdadera extensión del desarrollo a todo el mundo sería insostenible porque no habría suficientes recursos si todas las personas del mundo viviésemos como los habitantes de los países ricos. La globalización cultural está imponiendo por todas partes las costumbres, la lengua y la forma de vivir de los países dominantes. Se están destruyendo muchas formas culturales locales y diversas que existían hace unas pocas décadas. Las culturas minoritarias y las lenguas con pocos hablantes están amenazadas y podrían desaparecer. Este proceso actúa extendiendo una lógica individualista y mercantil por todos los rincones del planeta.
La globalización política es insuficiente porque todavía existen muchas barreras para el movimiento de las personas, aunque el dinero y las mercancías pueden moverse libremente por el mundo. Además, las organizaciones internacionales no han conseguido todavía globalizar la justicia, la igualdad, la ciudadanía democrática o los derechos humanos.
Los críticos de la globalización creen que el proceso actual de interrelación mundial no beneficia a todos por igual, por lo que piensan que el rumbo de la globalización debería cambiarse.
La globalización económica no es justa, porque beneficia a los países ricos y perjudica a los países pobres. El comercio es desigual y las organizaciones económicas internacionales favorecen a los poderosos. Además, una verdadera extensión del desarrollo a todo el mundo sería insostenible porque no habría suficientes recursos si todas las personas del mundo viviésemos como los habitantes de los países ricos.La globalización cultural está imponiendo por todas partes las costumbres, la lengua y la forma de vivir de los países dominantes. Se están destruyendo muchas formas culturales locales y diversas que existían hace unas pocas décadas. Las culturas minoritarias y las lenguas con pocos hablantes están amenazadas y podrían desaparecer. Este proceso actúa extendiendo una lógica individualista y mercantil por todos los rincones del planeta.