En conjunto del Estado español el 78 % de los incendios forestales son producidos por el ser humano, a través de las siguientes acciones:
Fuegos intencionados. La mayoría de los grandes incendios suelen ser causados de manera intencionada. Este acto está tipificado como un delito contra el medio ambiente y la seguridad colectiva, y es penalizado como tal.
Negligencias y descuidos, en prácticas para las que no se han adoptado suficientes medidas de precaución o que escapan del control humano de manera no intencionada. Entre ellas, están determinados usos recreativos del monte, eliminación inadecuada de residuos, arrojo de colillas, etc. La falta de prevención en el ejercicio de actividades potencialmente peligrosas también es objeto de penalización.
Accidentes, que pueden ser provocados a pesar de haberse adoptado las correspondientes medidas de prevención, como la quema controlada de rastrojos, lanzamiento de fuegos artificiales, etc.
Causas naturales, provocadas sin intervención humana.
Por otra parte, la presencia de un número cada vez mayor de zonas rurales no cultivadas, muchas veces inmersas en el monte, con abundancia de material vegetal seco, está incrementando el potencial de riesgo tanto de que en ellas se origine el fuego como de que se vean afectadas por él.
Cuando se talan árboles se alteran los ciclos hídricos naturales, es decir, llueve menos y el suelo es más seco. Además, las ramas y las hojas que quedan luego de la tala funcionan como combustible para las llamas, haciendo que se reproduzcan más rápido de lo normal.
Principales causas de los incendios forestales
En conjunto del Estado español el 78 % de los incendios forestales son producidos por el ser humano, a través de las siguientes acciones:
Fuegos intencionados. La mayoría de los grandes incendios suelen ser causados de manera intencionada. Este acto está tipificado como un delito contra el medio ambiente y la seguridad colectiva, y es penalizado como tal.
Negligencias y descuidos, en prácticas para las que no se han adoptado suficientes medidas de precaución o que escapan del control humano de manera no intencionada. Entre ellas, están determinados usos recreativos del monte, eliminación inadecuada de residuos, arrojo de colillas, etc. La falta de prevención en el ejercicio de actividades potencialmente peligrosas también es objeto de penalización.
Accidentes, que pueden ser provocados a pesar de haberse adoptado las correspondientes medidas de prevención, como la quema controlada de rastrojos, lanzamiento de fuegos artificiales, etc.
Causas naturales, provocadas sin intervención humana.
Por otra parte, la presencia de un número cada vez mayor de zonas rurales no cultivadas, muchas veces inmersas en el monte, con abundancia de material vegetal seco, está incrementando el potencial de riesgo tanto de que en ellas se origine el fuego como de que se vean afectadas por él.
Explicación: espero que te sirva
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Cuando se talan árboles se alteran los ciclos hídricos naturales, es decir, llueve menos y el suelo es más seco. Además, las ramas y las hojas que quedan luego de la tala funcionan como combustible para las llamas, haciendo que se reproduzcan más rápido de lo normal.
espero haberte ayudado
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