Cambios que se dieron en europa en el siglo XIII al XV
KarenJulissa2002
Durante el siglo XIII, la agricultura europea elevó considerablemente sus rendimientos. Las tierras se empezaron a cultivar en base a la rotación trienal; esto es, dos años de producción frente a uno de barbecho, lo cual aseguró una mayor cantidad de alimento. Ello significó disponer de cereales de invierno (trigo o centeno) y, tras un reposo que duraba más de seis meses, cereales de primavera (avena o cebada). La crisis de la economía feudal A partir de 1320, y por cuatro décadas, la temperatura promedio bajó (aproximadamente 1.5O), con lo que se arruinaron las cosechas en toda Europa por un cambio climático de inviernos largos y lluviosos, sumados a veranos más cortos que impidieron la maduración del trigo, cebada o centeno, haciéndose presente en la sociedad el fantasma del hambre. El campesinado fue sometido a largas hambrunas, impedido de poder adquirir alimentos importados desde Oriente a mayor precio. Por lo tanto, las zonas más golpeadas por el hambre fueron aquellas más alejadas de los centros comerciales. El hambre elevó sobre todo la mortalidad infantil y debilitó a una población cada vez más expuesta a las enfermedades. Otra consecuencia fueron los numerosos alzamientos campesinos contra los señores feudales, quienes seguían cobrando los mismos impuestos, a pesar de la mala situación económica. Las guerras impulsaron la contracción europea del siglo XIV; el conflicto más grave fue la llamada Guerra de los Cien Años, que involucró a Francia e Inglaterra, a partir de 1330. El conflicto se desarrolló en territorio francés, ampliando las luchas entre señores feudales que habían caracterizado los siglos precedentes, y sus principales víctimas fueron los campesinos, quienes sufrieron saqueos y la violencia desatada por los ejércitos; sus villas fueron arrasadas por hordas de combatientes hambrientos; en un contexto político en donde los monarcas de nacientes estados nacionales disputaron, con grandes ejércitos y sofisticado armamento (artillería a base de pólvora), un extenso territorio. Las pestes Una población con hambre y expuesta a inviernos más rigurosos fue presa fácil de las enfermedades epidémicas, como la tos ferina, el tifus, la varicela, la disentería, la neumonía y, sobre todo, la peste negra. La medicina aún estaba en pañales y los hospitales eran lugares que únicamente trataban de aliviar las dolencias sin mucho éxito, mediante pócimas y ungüentos. Los médicos, limitados por los escasos conocimientos, fueron impotentes ante estos brotes epidémicos y prescribían medidas tales como abstenerse del baño, no cocinar con agua de lluvia o evitar el contacto sexual. A menudo se practicaban sangrías, lo cual debilitaba todavía más a los enfermos.
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KarenJulissa2002
1) Durante el siglo XIII, la agricultura europea elevó
considerablemente sus rendimientos. Las tierras se
empezaron a cultivar en base a la rotación trienal;
esto es, dos años de producción frente a uno de
barbecho, lo cual aseguró una mayor cantidad de
alimento. Ello significó disponer de cereales de
invierno (trigo o centeno) y, tras un reposo que
duraba más de seis meses, cereales de primavera
(avena o cebada).
KarenJulissa2002
2) La crisis de la economía feudal
A partir de 1320, y por cuatro décadas, la temperatura
promedio bajó (aproximadamente 1.5O), con lo que se
arruinaron las cosechas en toda Europa por un cambio
climático de inviernos largos y lluviosos, sumados a
veranos más cortos que impidieron la maduración del
trigo, cebada o centeno, haciéndose presente en la
sociedad el fantasma del hambre. El campesinado fue
sometido a largas hambrunas, impedido de poder
adquirir alimentos importados desde Oriente a mayor
precio.
KarenJulissa2002
3) Las guerras impulsaron la contracción europea del siglo
XIV; el conflicto más grave fue la llamada Guerra de los
Cien Años, que involucró a Francia e Inglaterra, a partir
de 1330. Una población con hambre y expuesta a inviernos más
rigurosos fue presa fácil de las enfermedades
epidémicas, como la tos ferina, el tifus, la varicela, la
disentería, la neumonía y, sobre todo, la peste negra.
La crisis de la economía feudal A partir de 1320, y por cuatro décadas, la temperatura promedio bajó (aproximadamente 1.5O), con lo que se arruinaron las cosechas en toda Europa por un cambio climático de inviernos largos y lluviosos, sumados a veranos más cortos que impidieron la maduración del trigo, cebada o centeno, haciéndose presente en la sociedad el fantasma del hambre. El campesinado fue sometido a largas hambrunas, impedido de poder adquirir alimentos importados desde Oriente a mayor precio. Por lo tanto, las zonas más golpeadas por el hambre fueron aquellas más alejadas de los centros comerciales. El hambre elevó sobre todo la mortalidad infantil y debilitó a una población cada vez más expuesta a las enfermedades. Otra consecuencia fueron los numerosos alzamientos campesinos contra los señores feudales, quienes seguían cobrando los mismos impuestos, a pesar de la mala situación económica. Las guerras impulsaron la contracción europea del siglo XIV; el conflicto más grave fue la llamada Guerra de los Cien Años, que involucró a Francia e Inglaterra, a partir de 1330. El conflicto se desarrolló en territorio francés, ampliando las luchas entre señores feudales que habían caracterizado los siglos precedentes, y sus principales víctimas fueron los campesinos, quienes sufrieron saqueos y la violencia desatada por los ejércitos; sus villas fueron arrasadas por hordas de combatientes hambrientos; en un contexto político en donde los monarcas de nacientes estados nacionales disputaron, con grandes ejércitos y sofisticado armamento (artillería a base de pólvora), un extenso territorio. Las pestes Una población con hambre y expuesta a inviernos más rigurosos fue presa fácil de las enfermedades epidémicas, como la tos ferina, el tifus, la varicela, la disentería, la neumonía y, sobre todo, la peste negra. La medicina aún estaba en pañales y los hospitales eran lugares que únicamente trataban de aliviar las dolencias sin mucho éxito, mediante pócimas y ungüentos. Los médicos, limitados por los escasos conocimientos, fueron impotentes ante estos brotes epidémicos y prescribían medidas tales como abstenerse del baño, no cocinar con agua de lluvia o evitar el contacto sexual. A menudo se practicaban sangrías, lo cual debilitaba todavía más a los enfermos.