Desde 1810 estallaron en distintas ciudades de Hispanoamérica varias revoluciones contra el poder español. En un trabajo clásico sobre el tema, Las revoluciones hispanoamericanas 1808-1826, el historiador inglés John Lynch señala que la causa fundamental de estos procesos revolucionarios debe rastrearse en las reformas borbónicas, que modificaron el sistema comercial y la organización política de la América española. Para Lynch, antes de dichas reformas las colonias eran en la práctica independientes, pues España no contaba con recursos para controlarlas. Las reformas intentaron revertir esa situación y hacer más sólido el lazo colonial, lo cual perjudicó enormemente a los criollos y los llevó a plantearse la necesidad de la independencia.
Otros historiadores proponen una explicación diferente. Tulio Halperin Donghi, en Historia contemporánea de América latina, considera que para entender las causas de las revoluciones hispanoamericanas es fundamental tener en cuenta acontecimientos del contexto internacional, especialmente el europeo. Dicho contexto está marcado por las guerras napoleónicas y por los sucesos que tuvieron lugar en España entre 1808 y 1815.
Desde 1810 estallaron en distintas ciudades de Hispanoamérica varias revoluciones contra el poder español. En un trabajo clásico sobre el tema, Las revoluciones hispanoamericanas 1808-1826, el historiador inglés John Lynch señala que la causa fundamental de estos procesos revolucionarios debe rastrearse en las reformas borbónicas, que modificaron el sistema comercial y la organización política de la América española. Para Lynch, antes de dichas reformas las colonias eran en la práctica independientes, pues España no contaba con recursos para controlarlas. Las reformas intentaron revertir esa situación y hacer más sólido el lazo colonial, lo cual perjudicó enormemente a los criollos y los llevó a plantearse la necesidad de la independencia.
Otros historiadores proponen una explicación diferente. Tulio Halperin Donghi, en Historia contemporánea de América latina, considera que para entender las causas de las revoluciones hispanoamericanas es fundamental tener en cuenta acontecimientos del contexto internacional, especialmente el europeo. Dicho contexto está marcado por las guerras napoleónicas y por los sucesos que tuvieron lugar en España entre 1808 y 1815.