Busque una entrevista en internet sobre algún artista: pintor, músico, dramaturgo, escritor, etc. y escriba: Nombre del artista, nacionalidad, tipo de arte que practica, obras realizadas, motivo de la inspiración de sus obras. Su apreciación personal sobre las obras de ese artista.
Alejandro Obregón (1920-1992): Obregón nació en Barcelona y a los seis años llegó por primera vez a Barranquilla, pero después de tres años volvió a salir para estudiar en Inglaterra y Estados Unidos. En el Quinto Salón Nacional de 1944, hizo su presentación en el arte colombiano. Desde entonces su nombre estuvo en primer plano y para varios críticos –Walter Engel, Eugenio Barney, Marta Traba y Álvaro Medina– su aparición en escena significó la iniciación de una nueva época en la historia artística del país. Sus principales temas fueron los retratos –de familiares y amigos, además de varios autorretratos–, los animales –en una fauna interminable que incluye desde cóndores y toros hasta barracudas, mojarras y camarones–, flores carnívoras, escenas de violencia y, sobre todo, paisajes abstraídos –con claras alusiones al mar, a las playas, a las tempestades, a los eclipses y a los vientos–. Según el artista sus cuadros, más que motivos específicos, aluden a “Drama, catástrofe, registro de vida y un poco de todo”. Puede precisarse que la pintura de Obregón está caracterizada por el expresionismo y por la impronta mágica. Como Van Gogh usaba el color de manera arbitraria para expresarse con fuerza y sus representaciones recordaban lo “real maravilloso” de que hablaba Alejo Carpentier. La carrera artística de Obregón se puede dividir en cuatro períodos. Los dos primeros (1944-1948 y 1949-1954) son los de formación y búsqueda de un estilo personal.
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Alejandro Obregón (1920-1992): Obregón nació en Barcelona y a los seis años llegó por primera vez a Barranquilla, pero después de tres años volvió a salir para estudiar en Inglaterra y Estados Unidos. En el Quinto Salón Nacional de 1944, hizo su presentación en el arte colombiano. Desde entonces su nombre estuvo en primer plano y para varios críticos –Walter Engel, Eugenio Barney, Marta Traba y Álvaro Medina– su aparición en escena significó la iniciación de una nueva época en la historia artística del país. Sus principales temas fueron los retratos –de familiares y amigos, además de varios autorretratos–, los animales –en una fauna interminable que incluye desde cóndores y toros hasta barracudas, mojarras y camarones–, flores carnívoras, escenas de violencia y, sobre todo, paisajes abstraídos –con claras alusiones al mar, a las playas, a las tempestades, a los eclipses y a los vientos–. Según el artista sus cuadros, más que motivos específicos, aluden a “Drama, catástrofe, registro de vida y un poco de todo”. Puede precisarse que la pintura de Obregón está caracterizada por el expresionismo y por la impronta mágica. Como Van Gogh usaba el color de manera arbitraria para expresarse con fuerza y sus representaciones recordaban lo “real maravilloso” de que hablaba Alejo Carpentier. La carrera artística de Obregón se puede dividir en cuatro períodos. Los dos primeros (1944-1948 y 1949-1954) son los de formación y búsqueda de un estilo personal.