Respuesta:La parábola del rico epulón y el pobre Lázaro o del hombre rico y del mendigo Lázaro es una parábola propia y exclusiva del Evangelio de Lucas (16, 19-31) que la pone en labios de Jesús de Nazaret. Relata la historia de dos hombres y el destino de cada uno de ellos: el pobre Lázaro, lleno de llagas y sin socorro, es llevado luego de su muerte al seno de Abraham, en tanto que el rico, que viste de púrpura y lino fino y banquetea cada día, sufre tormentos en el Hades luego de ser sepultado. La cuestión de los pobres y los ricos es uno de los grandes temas que caracteriza al Evangelio de Lucas, y sus significados y alcances se trataron largamente en la historia del cristianismo.
La razón de denominar epulón al rico no es muy evidente, pero es tradicional, aunque no se le nombra así en el texto evangélico.1 Epulón es el nombre de uno de los rangos dentro de los cuatro colegios sacerdotales romanos; pero como adjetivo el DRAE lo define como hombre que come y se regala mucho.2 Épulos eran los convites sagrados a cuyo cargo estaban los epulones romanos. Posiblemente, la adición del nombre epulón se debe a Pedro Crisólogo, arzobispo de Rávena del siglo V.3
Es la única de las parábolas que contiene un nombre propio: el del pobre Lázaro. Aunque en el texto bíblico no se explícita directamente, se asoció al «pobre Lázaro» con un enfermo de lepra en razón de la presencia de llagas en su cuerpo, de donde derivó la palabra «lazareto» como aquel hospital o casa donde eran recluidos los enfermos de enfermedades infecciosas en general y de lepra en particular.4 Así, por derivación de la parábola del Evangelio de Lucas, Lázaro es considerado patrón de los mendigos, de los leprosos, y de todos aquellos que padecen úlceras o enfermedades de la piel.5 En la iconografía, se lo representa acompañado por perros que le lamen las llagas.
Verified answer
Respuesta:La parábola del rico epulón y el pobre Lázaro o del hombre rico y del mendigo Lázaro es una parábola propia y exclusiva del Evangelio de Lucas (16, 19-31) que la pone en labios de Jesús de Nazaret. Relata la historia de dos hombres y el destino de cada uno de ellos: el pobre Lázaro, lleno de llagas y sin socorro, es llevado luego de su muerte al seno de Abraham, en tanto que el rico, que viste de púrpura y lino fino y banquetea cada día, sufre tormentos en el Hades luego de ser sepultado. La cuestión de los pobres y los ricos es uno de los grandes temas que caracteriza al Evangelio de Lucas, y sus significados y alcances se trataron largamente en la historia del cristianismo.
La razón de denominar epulón al rico no es muy evidente, pero es tradicional, aunque no se le nombra así en el texto evangélico.1 Epulón es el nombre de uno de los rangos dentro de los cuatro colegios sacerdotales romanos; pero como adjetivo el DRAE lo define como hombre que come y se regala mucho.2 Épulos eran los convites sagrados a cuyo cargo estaban los epulones romanos. Posiblemente, la adición del nombre epulón se debe a Pedro Crisólogo, arzobispo de Rávena del siglo V.3
Es la única de las parábolas que contiene un nombre propio: el del pobre Lázaro. Aunque en el texto bíblico no se explícita directamente, se asoció al «pobre Lázaro» con un enfermo de lepra en razón de la presencia de llagas en su cuerpo, de donde derivó la palabra «lazareto» como aquel hospital o casa donde eran recluidos los enfermos de enfermedades infecciosas en general y de lepra en particular.4 Así, por derivación de la parábola del Evangelio de Lucas, Lázaro es considerado patrón de los mendigos, de los leprosos, y de todos aquellos que padecen úlceras o enfermedades de la piel.5 En la iconografía, se lo representa acompañado por perros que le lamen las llagas.
Explicación: