En el marco del juego social, la formación de bandos es normal, como también son normales, al calor de la pasión lúdica, los roces entre los participantes. Aun ciertas conductas agresivas encajan fácilmente dentro de lo tolerable cuando son ocasionales y de breve duración ?pueden ser reflejo del estrés físico o emocional que los niños experimentan ante una situación difícil, como el divorcio de sus padres o la muerte de un ser querido; incluso, ante hechos tan simples como sentir hambre o cansancio?. Sin embargo, hay un tipo de fricciones no sólo anormal, sino absolutamente intolerable y potencialmente peligroso: el bullying.
¿Qué es?
El término bullying se refiere a una conducta de hostigamiento o persecución física o psicológica, a manos de un niño (abusador o bully) contra otro (el «buleado» o la víctima), a quien aquél percibe como la persona idónea para ser el blanco de sus ataques. El agresor puede actuar solo o dirigir a otros niños para que molesten a la víctima, por lo regular un niño más pequeño o de alguna manera más débil y con pocas habilidades para repeler la agresión. «Para que una situación de hostilidad se considere bullying, debe tener un patrón repetitivo y carecer de razón aparente», afirma la psicóloga Circe Álvarez.
¿Una cuestión de edad?
Aunque el bullying es un problema que suele enmarcarse en la preadolescencia o adolescencia, expertos aseguran que se perfila y aun se puede manifestar desde edades más tempranas. De hecho, la maestra Álvarez Peña aclara que, aunque con menos frecuencia, se observa en pequeños de cinco y seis años de edad. A esta edad el bullying se caracteriza por agresiones físicas. «Por ser más irreflexivos, los bullies más pequeños golpean, empujan y arrebatan, a diferencia de los hostigadores de grados escolares más avanzados, quienes hacen uso de recursos hostiles más elaborados, como los insultos, las burlas y la manipulación para aislar socialmente a la víctima», explica.
¿Por qué la agresión?
Álvarez, comenta que el problema tiene su origen en ambientes familiares donde, las faltas de respeto, entre otras prácticas abusivas, son el pan de cada día. «Los bulies son niños con una autoestima dañada, que al haber sufrido algún tipo de abuso por parte de sus seres cercanos, han aprendido a ser sumisos en unos ambientes ?en su casa, por ejemplo? pero violentos en otros, ?como la escuela? donde ejercen la misma agresión de la que han sido objeto en contra de quienes perciben más débiles que ellos».
Cosas de niños
A tan corta edad, el bullying parece una pequeñez propia de la infancia, cuando en realidad es una bomba de tiempo. De acuerdo con la psicóloga Rosario Ortega, autora del libro Agresividad injustificada, bullying y violencia escolar, 75% de las víctimas en nivel preescolar recurre a la violencia al menos una vez por semana y 30% presenta grados más elevados de hiperactividad e impulsividad, mientras 54.8 % de los niños que presencian las hostilidades (los espectadores) prefieren no involucrarse por temor a convertirse en víctima, todo lo cual, refuerza el comportamiento inadecuado del bully y sume en la tristeza, indefensión y desesperanza al «buleado».
Un problema de todos
El bullying es un problema en el que todos hemos participado de alguna manera: como víctimas, como agresores o como simples espectadores. Pero no por habitual debe ignorarse, pues puede llevar a las comunidades afectadas a un precipicio de profundidades insospechadas. El bullying es causa de cuadros psiquiátricos tales como depresión y trastornos de ansiedad, aun en niños en edad preescolar.
Tipos de agresión:
El bullying varía según la edad, el género, el entorno, la reacción de los demás y la condición socioeconómica de los involucrados, y se puede clasificar en:
Bullying físico, que es cuando el agresor golpea a la víctima, maltrata sus pertenencias, le mete el pie para hacerla caer, le roba las tareas o los útiles, le avienta objetos, lo empuja, lo ensucia o lo somete.
Bullying verbal, cuando el hostigador pone sobrenombres al «buleado», lo insulta, se burla de sus características físicas o lo menosprecia.
Bullying social, el cual tiene efecto cuando el abusador ignora a la víctima, corre chismes para desprestigiarla, la traiciona contando sus intimidades, la excluye abiertamente de actividades grupales o se niega a sentarse o a trabajar con ella.
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maria00111
ya ok te pondre como mejor respúesta si me dices el lado positivo del bullying una opcion aunquesea
matiascevallospony
Realmente...ninguno. Lo unico que se me ocurre es que el bully abusa de otro chico porque tiene complejo de inferioridad y muchos traumas y descarga su ira contra su victima para sentirse bien, para sentirse superior. Pero si usamos ese argumento para defender el bullying, tendriamos que usar exactamente el mismo argumento para defender la tortura, ya que es una forma de expresar grandes traumas y complejos psico-sexuales a traves de la agresion hacia otra persona.
En el marco del juego social, la formación de bandos es normal, como también son normales, al calor de la pasión lúdica, los roces entre los participantes. Aun ciertas conductas agresivas encajan fácilmente dentro de lo tolerable cuando son ocasionales y de breve duración ?pueden ser reflejo del estrés físico o emocional que los niños experimentan ante una situación difícil, como el divorcio de sus padres o la muerte de un ser querido; incluso, ante hechos tan simples como sentir hambre o cansancio?. Sin embargo, hay un tipo de fricciones no sólo anormal, sino absolutamente intolerable y potencialmente peligroso: el bullying.
¿Qué es?
El término bullying se refiere a una conducta de hostigamiento o persecución física o psicológica, a manos de un niño (abusador o bully) contra otro (el «buleado» o la víctima), a quien aquél percibe como la persona idónea para ser el blanco de sus ataques. El agresor puede actuar solo o dirigir a otros niños para que molesten a la víctima, por lo regular un niño más pequeño o de alguna manera más débil y con pocas habilidades para repeler la agresión. «Para que una situación de hostilidad se considere bullying, debe tener un patrón repetitivo y carecer de razón aparente», afirma la psicóloga Circe Álvarez.
¿Una cuestión de edad?
Aunque el bullying es un problema que suele enmarcarse en la preadolescencia o adolescencia, expertos aseguran que se perfila y aun se puede manifestar desde edades más tempranas. De hecho, la maestra Álvarez Peña aclara que, aunque con menos frecuencia, se observa en pequeños de cinco y seis años de edad. A esta edad el bullying se caracteriza por agresiones físicas. «Por ser más irreflexivos, los bullies más pequeños golpean, empujan y arrebatan, a diferencia de los hostigadores de grados escolares más avanzados, quienes hacen uso de recursos hostiles más elaborados, como los insultos, las burlas y la manipulación para aislar socialmente a la víctima», explica.
¿Por qué la agresión?
Álvarez, comenta que el problema tiene su origen en ambientes familiares donde, las faltas de respeto, entre otras prácticas abusivas, son el pan de cada día. «Los bulies son niños con una autoestima dañada, que al haber sufrido algún tipo de abuso por parte de sus seres cercanos, han aprendido a ser sumisos en unos ambientes ?en su casa, por ejemplo? pero violentos en otros, ?como la escuela? donde ejercen la misma agresión de la que han sido objeto en contra de quienes perciben más débiles que ellos».
Cosas de niños
A tan corta edad, el bullying parece una pequeñez propia de la infancia, cuando en realidad es una bomba de tiempo. De acuerdo con la psicóloga Rosario Ortega, autora del libro Agresividad injustificada, bullying y violencia escolar, 75% de las víctimas en nivel preescolar recurre a la violencia al menos una vez por semana y 30% presenta grados más elevados de hiperactividad e impulsividad, mientras 54.8 % de los niños que presencian las hostilidades (los espectadores) prefieren no involucrarse por temor a convertirse en víctima, todo lo cual, refuerza el comportamiento inadecuado del bully y sume en la tristeza, indefensión y desesperanza al «buleado».
Un problema de todos
El bullying es un problema en el que todos hemos participado de alguna manera: como víctimas, como agresores o como simples espectadores. Pero no por habitual debe ignorarse, pues puede llevar a las comunidades afectadas a un precipicio de profundidades insospechadas. El bullying es causa de cuadros psiquiátricos tales como depresión y trastornos de ansiedad, aun en niños en edad preescolar.
Tipos de agresión:
El bullying varía según la edad, el género, el entorno, la reacción de los demás y la condición socioeconómica de los involucrados, y se puede clasificar en:
Bullying físico, que es cuando el agresor golpea a la víctima, maltrata sus pertenencias, le mete el pie para hacerla caer, le roba las tareas o los útiles, le avienta objetos, lo empuja, lo ensucia o lo somete.
Bullying verbal, cuando el hostigador pone sobrenombres al «buleado», lo insulta, se burla de sus características físicas o lo menosprecia.
Bullying social, el cual tiene efecto cuando el abusador ignora a la víctima, corre chismes para desprestigiarla, la traiciona contando sus intimidades, la excluye abiertamente de actividades grupales o se niega a sentarse o a trabajar con ella.