(Laura Vicuña Pino; Santiago, 1891 - Junín, Argentina, 1904) Beata chilena venerada especialmente en su país natal y en Argentina. Su familia sufrió los rigores de la época balmacedista. Después del fallecimiento de su padre en 1904, su madre, Mercedes Pino, emigró a Argentina, donde se empleó en una hacienda en Quilquihue.
Mercedes Pino educó a sus hijas en un colegio de las religiosas María Auxiliadora, en Junín. La relación de concubinato de su madre con el dueño de la hacienda, Manuel Mora, hizo sufrir enormemente a Laura. Profundamente religiosa, a los 10 años ofreció su vida a Dios "para reparar las ofensas que recibes de los hombres, en especial de las personas de mi familia", promesa ésta que reiteró ante su confesor al confirmarse.
Laura Vicuña contrajo una grave enfermedad que soportó de forma estoica, hasta fallecer a los 13 años. En 1988 fue proclamada beata por el Papa Juan Pablo II, quien señaló en su homilía: "La beata Laura Vicuña, gloria purísima de Argentina y Chile, despierta un renovado compromiso espiritual en estas dos nobles naciones".
(Laura Vicuña Pino; Santiago, 1891 - Junín, Argentina, 1904) Beata chilena venerada especialmente en su país natal y en Argentina. Su familia sufrió los rigores de la época balmacedista. Después del fallecimiento de su padre en 1904, su madre, Mercedes Pino, emigró a Argentina, donde se empleó en una hacienda en Quilquihue.
Mercedes Pino educó a sus hijas en un colegio de las religiosas María Auxiliadora, en Junín. La relación de concubinato de su madre con el dueño de la hacienda, Manuel Mora, hizo sufrir enormemente a Laura. Profundamente religiosa, a los 10 años ofreció su vida a Dios "para reparar las ofensas que recibes de los hombres, en especial de las personas de mi familia", promesa ésta que reiteró ante su confesor al confirmarse.
Laura Vicuña contrajo una grave enfermedad que soportó de forma estoica, hasta fallecer a los 13 años. En 1988 fue proclamada beata por el Papa Juan Pablo II, quien señaló en su homilía: "La beata Laura Vicuña, gloria purísima de Argentina y Chile, despierta un renovado compromiso espiritual en estas dos nobles naciones".