La colombiana fue reconocida por el presidente de EE.UU. como una líder que “fomenta sociedades y promueve desarrollo”. Su proyecto ayuda a mejorar las condiciones de los campesinos de Tumaco a través de una empresa de ‘snacks’
Creo que el emprendimiento consiste en poner en marcha ideas que brindan soluciones puntuales, pero que se le pueden ocurrir también a otros, incluso al mismo tiempo, el truco está en llevarlas a cabo rápidamente”. Así define Jimena Flórez el ‘motor’ que la ha llevado a emprender proyectos desde los nueve años y que le permitió obtener el importante reconocimiento del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, como una líder empresarial que promueve sociedades.
Cuando estudiaba en el colegio José Joaquín Castro Martínez, en Bogotá, el gusto por comer gelatina en polvo le dio la idea de empacarla en pitillos, sellarlos con cera y venderlos a sus compañeras de clase. El negocio prosperó tanto, que su mamá, abuela y hermano tuvieron que ayudarla a empacar la gelatina; hasta que la vida le dio su primera lección. Una estudiante de grado once le pidió que le entregara el dinero y el producto para no acusarla con la rectora. Jimena prefirió terminar el negocio, pero no pagar el chantaje.
Después lideró varios proyectos en su colegio, como el grupo de baile Playa Azul, con el que el plantel participó en los intercolegiados nacionales, y el equipo de vólibol, del que fue capitana y ganadora del campeonato en Bogotá (llegó a los nacionales). Fue además representante de su curso durante todo el bachillerato y en décimo obtuvo la representación de su colegio en la gira futbolística que buscaba como modelo a una joven integral, líder entre los jugadores y destacada académicamente. Le fue tan bien que quedó seleccionada entre jóvenes de 400 colegios. Recibió los premios para su colegio, dio las gracias y dejó el modelaje. “No me sentía cómoda, eso no me llenaba personalmente y no sentía pasión por modelar”, cuenta.
La colombiana fue reconocida por el presidente de EE.UU. como una líder que “fomenta sociedades y promueve desarrollo”. Su proyecto ayuda a mejorar las condiciones de los campesinos de Tumaco a través de una empresa de ‘snacks’
Creo que el emprendimiento consiste en poner en marcha ideas que brindan soluciones puntuales, pero que se le pueden ocurrir también a otros, incluso al mismo tiempo, el truco está en llevarlas a cabo rápidamente”. Así define Jimena Flórez el ‘motor’ que la ha llevado a emprender proyectos desde los nueve años y que le permitió obtener el importante reconocimiento del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, como una líder empresarial que promueve sociedades.
Cuando estudiaba en el colegio José Joaquín Castro Martínez, en Bogotá, el gusto por comer gelatina en polvo le dio la idea de empacarla en pitillos, sellarlos con cera y venderlos a sus compañeras de clase. El negocio prosperó tanto, que su mamá, abuela y hermano tuvieron que ayudarla a empacar la gelatina; hasta que la vida le dio su primera lección. Una estudiante de grado once le pidió que le entregara el dinero y el producto para no acusarla con la rectora. Jimena prefirió terminar el negocio, pero no pagar el chantaje.
Después lideró varios proyectos en su colegio, como el grupo de baile Playa Azul, con el que el plantel participó en los intercolegiados nacionales, y el equipo de vólibol, del que fue capitana y ganadora del campeonato en Bogotá (llegó a los nacionales). Fue además representante de su curso durante todo el bachillerato y en décimo obtuvo la representación de su colegio en la gira futbolística que buscaba como modelo a una joven integral, líder entre los jugadores y destacada académicamente. Le fue tan bien que quedó seleccionada entre jóvenes de 400 colegios. Recibió los premios para su colegio, dio las gracias y dejó el modelaje. “No me sentía cómoda, eso no me llenaba personalmente y no sentía pasión por modelar”, cuenta.