SergioXD1990
Albert Einstein tuvo una crianza normal. Nació en 1879 en la ciudad de Ulm, Alemania, y creció en Munich, donde asistió a una escuela católica (a pesar de ser judío). Sus padres, Hermann y Pauline, temieron que el niño fuera retrasado porque se demoró en hablar.Por supuesto, sus temores eran infundados; el joven Albert estuvo entre los mejores estudiantes en la escuela elemental. En el colegio y en la universidad, sin embargo, Einstein fue tan independiente que a menudo se enfrentó a sus maestros y profesores.Los Primeros Años: Albert Einstein nació el viernes 14 de marzo de 1879 a mediodía. En el verano de 1880, cuando Albert tenía poco más de un año, su familia se trasladó a Munich, donde su padre y su tío abrieron un negó-ció de ingeniería eléctrica (para reemplazar un negocio anterior que había fracasado). A finales de 1881, cuando Albert tenía dos años y medio, nació su hermana. La llamaron Marie, pero todos le decían Maja.El nuevo negocio de Hermann Einstein iba bien y, cinco años después de su traslado a Munich, los Einstein compraron una linda casa con un gran jardín, en donde Albert y Maja pasaban muchas horas jugando. Albert y Maja eran muy apegados de niños, y de adultos mantuvieron una cariñosa relación. La mayor parte de lo que sabemos hoy sobre la niñez de Einstein se le debe a Maja, quien años después escribió un librito sobre los primeros años de su hermano.Maja describe a Albert a la edad de cuatro años como un niño tranquilo, aislado, que no disfrutaba jugando con otros niños. Escribió que sus padres temían que Albert fuera retrasado pues aprendió a hablar muy tarde. Einstein recordaría después que sus padres lo llevaron donde el médico para saber si su lento desarrollo del lenguaje indicaba que algo iba mal.La demora de Albert pudo haberse debido a timidez y orgullo; incluso a los dos años de edad quería hacer las cosas bien y evitar la faltas. Albert dijo más tarde que cuando joven había tomado la decisión da hablar sólo con frases completas. Ensayaba la frase entera en su mente, a veces moviendo los labios, y cuando pensaba que la tenía lista la decía en voz alta.Se puede decir que los primeros años de la vida de Einstein fueron estimulantes y colmados de afecto. Cuando tenía cuatro o cinco años, estando enfermo en cama, su padre le regaló una brújula magnética. El movimiento de la aguja, que volvía siempre a la misma dirección debido a un. misteriosa y desconocida causa, dejó en el niño una impresión tan “profunda y duradera” que escribió 60 años después sobre el asunto en sus notas autobiográficas.¿Por qué se comportaba la brújula de esa manera? Esto era algo que Albert necesitaba comprender. Comenzamos a ver en este niño, maravillado por el movimiento de la aguja de la brújula, los comienzos del gran genio que revolucionó nuestro conocimiento del mundo. Aun a tan tierna edad, Einstein se sintió atraído por lo que se convertiría en uno de sus estudios favoritos: el electromagnetismo.