El fin de la historia es un concepto, o una idea, que surge en La Fenomenología del Espíritu de Hegel, y que con posterioridad fue reinterpretado en el siglo XX, primero por Alexandre Kojève,1 y luego por Raymond Abellio en 1952, y actualizado después de la caída del Muro de Berlín por Francis Fukuyama, que lo definió como término final de la historia, término final de los grandes cambios. Esta última interpretación fue particularmente controvertida a la luz de los sucesos de los años 1990, entre otros por Jacques Derrida en Espectros de Marx.
Interpretaciones contemporáneas de Hegel ya distinguen claramente la utilización de este término por parte de este pensador alemán, del uso que posteriormente hacen de él Kojève y Fukuyama. En esta perspectiva, el « fin de la historia » estaría, en el caso de Hegel, presente en cada instante del proceso histórico, y el cual no tendría él mismo un término final o punto de cierre. Las interpretaciones en relación al sentido de esa expresión, por cierto divergen muy fuertemente de uno a otro caso, y por tanto el debate está lejos de quedar zanjado.
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cm014524
weey nmms es mucho solo queria como 3 renglones no la biblia jajjaha
El fin de la historia es un concepto, o una idea, que surge en La Fenomenología del Espíritu de Hegel, y que con posterioridad fue reinterpretado en el siglo XX, primero por Alexandre Kojève,1 y luego por Raymond Abellio en 1952, y actualizado después de la caída del Muro de Berlín por Francis Fukuyama, que lo definió como término final de la historia, término final de los grandes cambios. Esta última interpretación fue particularmente controvertida a la luz de los sucesos de los años 1990, entre otros por Jacques Derrida en Espectros de Marx.
Interpretaciones contemporáneas de Hegel ya distinguen claramente la utilización de este término por parte de este pensador alemán, del uso que posteriormente hacen de él Kojève y Fukuyama. En esta perspectiva, el « fin de la historia » estaría, en el caso de Hegel, presente en cada instante del proceso histórico, y el cual no tendría él mismo un término final o punto de cierre. Las interpretaciones en relación al sentido de esa expresión, por cierto divergen muy fuertemente de uno a otro caso, y por tanto el debate está lejos de quedar zanjado.