ncluso antes del comienzo de la guerra, el gobierno mexicano mostró desaprobación por las naciones fascistas en distintas ocasiones. El 6 de noviembre de 1935, México se sumó a los bloqueos económicos de la Liga de las Naciones contra el Reino Italiano por la invasión y anexión del Reino de Etiopía.1 Unos años más tarde, el 19 de marzo de 1938, México protestó ante la Sociedad de las Naciones el atropello a la soberanía austríaca tras la anexión de Austria a la Alemania nazi. Sin embargo, Inglaterra, Francia y Estados Unidos mantuvieron silencio.2
El caso más célebre de rechazo mexicano al fascismo fue el reconocimiento de la República Española en el exilio. El 17 de junio de 1939, el gobierno de México retiró su embajada del territorio español, dejando los asuntos diplomáticos en manos de la embajada cubana.3 Desde 1937, refugiados españoles –especialmente republicanos– empezaron a llegar a las costas mexicanas. Sin embargo, la entrada de refugiados judíos al país fue rechazada por el gobierno cardenista.4
A pesar de la tensión contra el expansionismo fascista, las relaciones diplomáticas de México con las naciones democráticas tampoco eran envidiables. Desde la expropiación petrolera el 18 de marzo de 1938, el Reino Unido rompió relaciones con México,5 y Estados Unidos mantenía un bloqueo comercial contra México. Además, la Unión Soviética había retirado su embajador desde que el gobierno cardenista brindó asilo político a León Trotsky.6 Las relaciones con el Reino Unido y la Unión Soviética no se reestablecieron hasta 1942.7
Inicio de la guerra[editar]
El 1 de septiembre de 1939, Alemania inició la invasión de Polonia y comenzó la Segunda Guerra Mundial. El 4 de septiembre, el presidente Lázaro Cárdenas, fiel a la política pacifista mexicana, declaró la neutralidad en el conflicto europeo.8 Sin embargo, la neutralidad no impedía al gobierno mexicano condenar la agresión contra la soberanía de naciones democráticas. México reconoció el gobierno polaco en el exilio y criticó la invasión soviética a Finlandia y las invasiones alemanas a Noruega, Holanda, Bélgica, Grecia y Yugoslavia.9 Ante la agresión de Alemania contra Holanda y Bélgica, Cárdenas declaró el 13 de mayo de 1940 que:
A nombre de la nación mexicana envío mi mensaje de protesta ante todos los países del mundo por los nuevos atropellos cometidos por el imperialismo militarista que ha agredido a Bélgica y Holanda, sin encontrar más obstáculos que la heroica defensa de los pueblos invadidos mientras que otros países, olvidando su responsabilidad, han asumido una actitud expectante.10
Al tomar posesión Manuel Ávila Camacho, la neutralidad se mostraba menos firme. Tras las invasiones de Grecia y Yugoslavia, el nuevo presidente declaró:
Una vez más, los ejércitos alemanes han invadido por la fuerza el territorio de un país neutral. (...) Para quieres siguen pensando que la neutralidad es garantía de paz y de salvación, el caso de estas dos naciones, pequeñas por su territorio, pero grandes por su sentido de la dignidad y por su generoso amor a la independencia, debe servir de ejemplo y también de estímulo.11
En abril de 1941, el gobierno de Camacho ordenó la incautación de los barcos alemanes e italianos en puertos nacionales –entre los buques incautados estaba el Potrero del Llano. Se hizo evidente que el gobierno de Ávila Camacho sostenía una "neutralidad simulada";12 el apoyo de México era claramente para los aliados. Dos meses después, se publicó otro decreto que prohibía la exportación de productos mexicanos a países que no pertenecieran al continente americano.13 La tensión entre México y Estados Unidos comenzaba a disiparse.
El 7 de diciembre de 1941, la Armada Imperial Japonesa atacó la base naval estadounidense en Pearl Harbor. México, respetando los acuerdos de la Reunión de Consulta de La Habana y la Reunión de Río de Janeiro, rompió relaciones con Japón e interrumpió todo intercambio comercial con los países del Eje.14 Esta fue la conclusión de las relaciones entre México y Alemania, que se habían estado debilitando desde el bloque comercial británico contra el Eje.15
ncluso antes del comienzo de la guerra, el gobierno mexicano mostró desaprobación por las naciones fascistas en distintas ocasiones. El 6 de noviembre de 1935, México se sumó a los bloqueos económicos de la Liga de las Naciones contra el Reino Italiano por la invasión y anexión del Reino de Etiopía.1 Unos años más tarde, el 19 de marzo de 1938, México protestó ante la Sociedad de las Naciones el atropello a la soberanía austríaca tras la anexión de Austria a la Alemania nazi. Sin embargo, Inglaterra, Francia y Estados Unidos mantuvieron silencio.2
El caso más célebre de rechazo mexicano al fascismo fue el reconocimiento de la República Española en el exilio. El 17 de junio de 1939, el gobierno de México retiró su embajada del territorio español, dejando los asuntos diplomáticos en manos de la embajada cubana.3 Desde 1937, refugiados españoles –especialmente republicanos– empezaron a llegar a las costas mexicanas. Sin embargo, la entrada de refugiados judíos al país fue rechazada por el gobierno cardenista.4
A pesar de la tensión contra el expansionismo fascista, las relaciones diplomáticas de México con las naciones democráticas tampoco eran envidiables. Desde la expropiación petrolera el 18 de marzo de 1938, el Reino Unido rompió relaciones con México,5 y Estados Unidos mantenía un bloqueo comercial contra México. Además, la Unión Soviética había retirado su embajador desde que el gobierno cardenista brindó asilo político a León Trotsky.6 Las relaciones con el Reino Unido y la Unión Soviética no se reestablecieron hasta 1942.7
Inicio de la guerra[editar]El 1 de septiembre de 1939, Alemania inició la invasión de Polonia y comenzó la Segunda Guerra Mundial. El 4 de septiembre, el presidente Lázaro Cárdenas, fiel a la política pacifista mexicana, declaró la neutralidad en el conflicto europeo.8 Sin embargo, la neutralidad no impedía al gobierno mexicano condenar la agresión contra la soberanía de naciones democráticas. México reconoció el gobierno polaco en el exilio y criticó la invasión soviética a Finlandia y las invasiones alemanas a Noruega, Holanda, Bélgica, Grecia y Yugoslavia.9 Ante la agresión de Alemania contra Holanda y Bélgica, Cárdenas declaró el 13 de mayo de 1940 que:
A nombre de la nación mexicana envío mi mensaje de protesta ante todos los países del mundo por los nuevos atropellos cometidos por el imperialismo militarista que ha agredido a Bélgica y Holanda, sin encontrar más obstáculos que la heroica defensa de los pueblos invadidos mientras que otros países, olvidando su responsabilidad, han asumido una actitud expectante.10
Al tomar posesión Manuel Ávila Camacho, la neutralidad se mostraba menos firme. Tras las invasiones de Grecia y Yugoslavia, el nuevo presidente declaró:
Una vez más, los ejércitos alemanes han invadido por la fuerza el territorio de un país neutral. (...) Para quieres siguen pensando que la neutralidad es garantía de paz y de salvación, el caso de estas dos naciones, pequeñas por su territorio, pero grandes por su sentido de la dignidad y por su generoso amor a la independencia, debe servir de ejemplo y también de estímulo.11
En abril de 1941, el gobierno de Camacho ordenó la incautación de los barcos alemanes e italianos en puertos nacionales –entre los buques incautados estaba el Potrero del Llano. Se hizo evidente que el gobierno de Ávila Camacho sostenía una "neutralidad simulada";12 el apoyo de México era claramente para los aliados. Dos meses después, se publicó otro decreto que prohibía la exportación de productos mexicanos a países que no pertenecieran al continente americano.13 La tensión entre México y Estados Unidos comenzaba a disiparse.
El 7 de diciembre de 1941, la Armada Imperial Japonesa atacó la base naval estadounidense en Pearl Harbor. México, respetando los acuerdos de la Reunión de Consulta de La Habana y la Reunión de Río de Janeiro, rompió relaciones con Japón e interrumpió todo intercambio comercial con los países del Eje.14 Esta fue la conclusión de las relaciones entre México y Alemania, que se habían estado debilitando desde el bloque comercial británico contra el Eje.15