Uno de los elementos arqueológicos de mayor dispersión en la geografía ecuatoriana son los montículos artificiales de tierra y cangagua conocidos con el nombre de tolas. Los montículos pertenecen a diferentes épocas y filiaciones culturales, siendo los más antiguos aquellos descubiertos en la aldea valdiviana de Real Alto, cuya cronología estimada es de 3 000 años a. Los resultados de las investigaciones los identifican como montículos de uso ceremonial, y muy probablemente es la función más recurrente a lo largo de la historia aborigen prehispánica. Inicialmente, las sociedades tribales de la época formativa construyeron montículos en medio de una plaza, como espacios de práctica de ritos a la tierra y a los antepasados.
En esta etapa de la conformación social andina, la construcción de plataformas truncadas de tierra y cangagua, así como los montículos circulares, lograron mucha aceptación entre las sociedades indígenas. Los montículos más conocidos en la Amazonia son aquellos estudiados hace varios años por Pedro Porras en el sitio Huapula o Sangay, en la provincia de Morona Santiago. Otros asentamientos con tolas se hallan en la hacienda Zulia, en las cercanías de Shell , además de cientos de pequeños montículos en la Amazonía aún no estudiados.
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Uno de los elementos arqueológicos de mayor dispersión en la geografía ecuatoriana son los montículos artificiales de tierra y cangagua conocidos con el nombre de tolas. Los montículos pertenecen a diferentes épocas y filiaciones culturales, siendo los más antiguos aquellos descubiertos en la aldea valdiviana de Real Alto, cuya cronología estimada es de 3 000 años a. Los resultados de las investigaciones los identifican como montículos de uso ceremonial, y muy probablemente es la función más recurrente a lo largo de la historia aborigen prehispánica. Inicialmente, las sociedades tribales de la época formativa construyeron montículos en medio de una plaza, como espacios de práctica de ritos a la tierra y a los antepasados.
En esta etapa de la conformación social andina, la construcción de plataformas truncadas de tierra y cangagua, así como los montículos circulares, lograron mucha aceptación entre las sociedades indígenas. Los montículos más conocidos en la Amazonia son aquellos estudiados hace varios años por Pedro Porras en el sitio Huapula o Sangay, en la provincia de Morona Santiago. Otros asentamientos con tolas se hallan en la hacienda Zulia, en las cercanías de Shell , además de cientos de pequeños montículos en la Amazonía aún no estudiados.
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