Caperucita Roja: !Hola amigos del bosque, aquí estoy de nuevo¡ y voy con mi pequeña abuela, que esta tan viejita, que no se puede mover.
Ardilla: Que bueno que pasas de nuevo por aquí, caperucita, solo como recomendación, te digo que tengas cuidado, del Lobo feroz, que se han escuchado los aullidos cerca y de seguro tendrá hambre y no vacilara en comerte.
Caperucita Roja: Gracias amiga, por advertirme de tan gran peligro, seré cuidadosa, para no toparme con el.
Ardilla: Nosotros estaremos vigilando aquí en el bosque, cualquier cosa, te mantendremos informada.
Narrador: Manteniéndose alerta, pero como todas las niñas de su edad, se entretenía con cualquier cosa que se le atravesara en su camino, por lo que si darse cuenta, se encontró de frente con el lobo feroz.
Acto 2
Caperucita Roja: Hola -con voz temblorosa- ¿como se encuentra señor lobo?
Lobo Feroz: Bien amiguita, ¿que haces? -Pregunto intrigado el lobo feroz-
Caperucita Roja: Solo recojo unas flores, para junto con esta comida, llevársela a mi abuelita, que esta en su cabaña, metros adelante.
Lobo Feroz: Te puedo acompañar? -Pregunto el lobo
Caperucita Roja: Claro que si, que juntos nos podremos cuidar
Narrador: Caperucita sin pensar en las consecuencias, ni recordar las recomendaciones de su madre y su amiga la ardilla, se dejo llevar por las palabras del lobo feroz, al cual de tan solo ver a caperucita, se le hacia agua la boca.
Acto 3
Caperucita Roja: De verdad que todo lo que dijeron del lobo feroz, nada es realidad, mas bien parece un pequeño cachorro que perdió a su mama.
Conejo: Hola caperucita, como te va, ¿no has visto al lobo feroz?, se me figuro a la distancia escuchar sus aullidos y vine a verificar que todo este bien.
Caperucita Roja: No te preocupes amigo conejo, que el lobo se hizo amigo mio, y por ahí anda en los alrededores, mas bien es la fama que las personas le dan.
Conejo: ¡No amiga! ten mucho cuidado, que ese animal, en cuanto pueda, buscara comerte.
Narrador: Lo que caperucita no sabia, es que el lobo feroz, se había adelantado a la cabaña y pensando en el platillo que serian las dos, a la cabaña con artimañas entro, la abuelita al ser tan viejita, al ver al lobo feroz, se desmayo, escondiendo a la abuela en el armario su lugar tomo.
Acto 4
Caperucita Roja: !abuela¡ !abuela¡, la comida llego, te mando mi madre muchas cosas, y esta canasta ocupo, yo por mi parte, te traje estas flores silvestres, que en el bosque encontré, para que tu casa siempre huela bonito, y a gusto estés.
Lobo Feroz: Entra hijita, (con voz de viejita), y siéntate aquí a mi lado
Caperucita Roja: Abuelita, pero que ojos tan grandes tienes
Lobo Feroz: Son para verte mejor
Caperucita roja: Que orejas tan grandes tienes
Lobo Feroz: Son para escucharte mejor
Caperucita Roja: Pero que brazos tan grandes tienes
Lobo Feroz:Son para abrazarte mejor
Caperucita Roja: Que dientes tan grandes tienes
Lobo Feroz:¡Son para comerte mejor!
Narrador: De un bocado a caperucita y a su abuela se las trago, pero no contaba con que tanto la ardilla como el conejo, habían dado aviso al leñador, un señor que con su hacha, en un instante la barriga del lobo partió, salvando con esto la vida de las dos .
Caperucita Roja a la mala aprendió, que no todo el que te habla bonito es tu amigo, y en su vida, mas cautelosa por siempre se porto.
Caperucita Roja: !Hola amigos del bosque, aquí estoy de nuevo¡ y voy con mi pequeña abuela, que esta tan viejita, que no se puede mover.
Ardilla: Que bueno que pasas de nuevo por aquí, caperucita, solo como recomendación, te digo que tengas cuidado, del Lobo feroz, que se han escuchado los aullidos cerca y de seguro tendrá hambre y no vacilara en comerte.
Caperucita Roja: Gracias amiga, por advertirme de tan gran peligro, seré cuidadosa, para no toparme con el.
Ardilla: Nosotros estaremos vigilando aquí en el bosque, cualquier cosa, te mantendremos informada.
Narrador: Manteniéndose alerta, pero como todas las niñas de su edad, se entretenía con cualquier cosa que se le atravesara en su camino, por lo que si darse cuenta, se encontró de frente con el lobo feroz.
Acto 2
Caperucita Roja: Hola -con voz temblorosa- ¿como se encuentra señor lobo?
Lobo Feroz: Bien amiguita, ¿que haces? -Pregunto intrigado el lobo feroz-
Caperucita Roja: Solo recojo unas flores, para junto con esta comida, llevársela a mi abuelita, que esta en su cabaña, metros adelante.
Lobo Feroz: Te puedo acompañar? -Pregunto el lobo
Caperucita Roja: Claro que si, que juntos nos podremos cuidar
Narrador: Caperucita sin pensar en las consecuencias, ni recordar las recomendaciones de su madre y su amiga la ardilla, se dejo llevar por las palabras del lobo feroz, al cual de tan solo ver a caperucita, se le hacia agua la boca.
Acto 3
Caperucita Roja: De verdad que todo lo que dijeron del lobo feroz, nada es realidad, mas bien parece un pequeño cachorro que perdió a su mama.
Conejo: Hola caperucita, como te va, ¿no has visto al lobo feroz?, se me figuro a la distancia escuchar sus aullidos y vine a verificar que todo este bien.
Caperucita Roja: No te preocupes amigo conejo, que el lobo se hizo amigo mio, y por ahí anda en los alrededores, mas bien es la fama que las personas le dan.
Conejo: ¡No amiga! ten mucho cuidado, que ese animal, en cuanto pueda, buscara comerte.
Narrador: Lo que caperucita no sabia, es que el lobo feroz, se había adelantado a la cabaña y pensando en el platillo que serian las dos, a la cabaña con artimañas entro, la abuelita al ser tan viejita, al ver al lobo feroz, se desmayo, escondiendo a la abuela en el armario su lugar tomo.
Acto 4
Caperucita Roja: !abuela¡ !abuela¡, la comida llego, te mando mi madre muchas cosas, y esta canasta ocupo, yo por mi parte, te traje estas flores silvestres, que en el bosque encontré, para que tu casa siempre huela bonito, y a gusto estés.
Lobo Feroz: Entra hijita, (con voz de viejita), y siéntate aquí a mi lado
Caperucita Roja: Abuelita, pero que ojos tan grandes tienes
Lobo Feroz: Son para verte mejor
Caperucita roja: Que orejas tan grandes tienes
Lobo Feroz: Son para escucharte mejor
Caperucita Roja: Pero que brazos tan grandes tienes
Lobo Feroz:Son para abrazarte mejor
Caperucita Roja: Que dientes tan grandes tienes
Lobo Feroz:¡Son para comerte mejor!
Narrador: De un bocado a caperucita y a su abuela se las trago, pero no contaba con que tanto la ardilla como el conejo, habían dado aviso al leñador, un señor que con su hacha, en un instante la barriga del lobo partió, salvando con esto la vida de las dos .
Caperucita Roja a la mala aprendió, que no todo el que te habla bonito es tu amigo, y en su vida, mas cautelosa por siempre se porto.
espero q te ayude