A lo largo de la historia, ha habido profesionales de muchas áreas que se dedicaron a hacer cosas que hoy en día le atribuimos a un diseñador(Bürdek, 1994)¹: Desde la creación de una tipografía para los encabezados de una biblia, hasta el diseño de máquinas voladoras, pasando por la creación de una atmósfera específica para un edificio antiguo. Durante mucho tiempo el diseño no fue una profesión, en sí, no había una tarea específica que un diseñador pudiera realizar, más bien había personas con habilidades de “diseño” que encontraban sus propios campos de acción en los cuales desarrollarse. Todas estas personas fueron aportando sus conocimientos y experiencias para, poco a poco, forjar las bases de nuestra profesión. Hoy en día, el diseño es una actividad reconocida y establecida (De Pietro, 2010)², existe todo un compendio de habilidades que el diseñador promedio debe tener, pero desafortunadamente su campo de acción, en vez de hacerse más amplio, parece haber decrecido. Existen en el mundo un sinfín de problemas que pueden ser abordados por profesionales del diseño, pero la mayoría de ellos parece querer seguir haciendo lo mismo. El diseño ha dejado de ser una ocupación en busca de problemas, ahora hay problemas que necesitan su solución en el diseño.
Es evidente que la manera en que el diseño es visto por la sociedad, es un factor muy importante al definir su campo de acción, es muy común que las personas piensen acerca de los diseñadores como simples decoradores o personas cuya labor es mejorar la manera en que se ven las cosas, sin embargo, esta percepción errónea de nuestra labor, es en gran parte culpa de los mismos diseñadores, ya que muchos preferimos conformarnos con las ofertas que existen en los mercados, aceptamos ser empleados para hacer cosas que no son aquellas para las que nos preparamos, dejando de lado muchas de las herramientas que hemos adquirido. Existen, sin embargo otras personas que deciden llevar su carrera más allá y explorar otras posibilidades, son este tipo de diseñadores los que marcan la pauta a seguir para los demás y crean nuevas vertientes para el diseño.
El diseño es, debido a su naturaleza, una profesión muy flexible, esto puede suponer tanto ventajas como desventajas, ya que sea probablemente más productivo para un diseñador poder dedicarse a realizar trabajos en áreas muy distintas, pero al mismo tiempo se requiere un cierto nivel de conocimiento y una relación muy estrecha con distintos tipos de profesiones; las nuevas ramas o vertientes del diseño se crean ahí donde el trabajo interdisciplinario llega al punto que exige que el diseñador se especialice un poco más en el área en que se desempeñe, teniendo que conocer más acerca de ella y adaptar su modo de trabajar a las nuevas exigencias que se le plantean.
Estas nuevas variantes o vertientes del diseño, pueden ser también muy diversas y, como es de suponerse, son una respuesta a las exigencias que plantea la sociedad actual y me atrevo a catalogarlas en cinco principales ramas:
Diseño enfocado en nuevas tecnologías: Son aquellas vertientes que tienen como principal objetivo introducir alguna tecnología nueva, ya sea de materiales, procesos, experiencia etcétera.
Respuesta:
A lo largo de la historia, ha habido profesionales de muchas áreas que se dedicaron a hacer cosas que hoy en día le atribuimos a un diseñador(Bürdek, 1994)¹: Desde la creación de una tipografía para los encabezados de una biblia, hasta el diseño de máquinas voladoras, pasando por la creación de una atmósfera específica para un edificio antiguo. Durante mucho tiempo el diseño no fue una profesión, en sí, no había una tarea específica que un diseñador pudiera realizar, más bien había personas con habilidades de “diseño” que encontraban sus propios campos de acción en los cuales desarrollarse. Todas estas personas fueron aportando sus conocimientos y experiencias para, poco a poco, forjar las bases de nuestra profesión. Hoy en día, el diseño es una actividad reconocida y establecida (De Pietro, 2010)², existe todo un compendio de habilidades que el diseñador promedio debe tener, pero desafortunadamente su campo de acción, en vez de hacerse más amplio, parece haber decrecido. Existen en el mundo un sinfín de problemas que pueden ser abordados por profesionales del diseño, pero la mayoría de ellos parece querer seguir haciendo lo mismo. El diseño ha dejado de ser una ocupación en busca de problemas, ahora hay problemas que necesitan su solución en el diseño.
Es evidente que la manera en que el diseño es visto por la sociedad, es un factor muy importante al definir su campo de acción, es muy común que las personas piensen acerca de los diseñadores como simples decoradores o personas cuya labor es mejorar la manera en que se ven las cosas, sin embargo, esta percepción errónea de nuestra labor, es en gran parte culpa de los mismos diseñadores, ya que muchos preferimos conformarnos con las ofertas que existen en los mercados, aceptamos ser empleados para hacer cosas que no son aquellas para las que nos preparamos, dejando de lado muchas de las herramientas que hemos adquirido. Existen, sin embargo otras personas que deciden llevar su carrera más allá y explorar otras posibilidades, son este tipo de diseñadores los que marcan la pauta a seguir para los demás y crean nuevas vertientes para el diseño.
El diseño es, debido a su naturaleza, una profesión muy flexible, esto puede suponer tanto ventajas como desventajas, ya que sea probablemente más productivo para un diseñador poder dedicarse a realizar trabajos en áreas muy distintas, pero al mismo tiempo se requiere un cierto nivel de conocimiento y una relación muy estrecha con distintos tipos de profesiones; las nuevas ramas o vertientes del diseño se crean ahí donde el trabajo interdisciplinario llega al punto que exige que el diseñador se especialice un poco más en el área en que se desempeñe, teniendo que conocer más acerca de ella y adaptar su modo de trabajar a las nuevas exigencias que se le plantean.
Estas nuevas variantes o vertientes del diseño, pueden ser también muy diversas y, como es de suponerse, son una respuesta a las exigencias que plantea la sociedad actual y me atrevo a catalogarlas en cinco principales ramas:
Diseño enfocado en nuevas tecnologías: Son aquellas vertientes que tienen como principal objetivo introducir alguna tecnología nueva, ya sea de materiales, procesos, experiencia etcétera.
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